Inversión inmobiliaria

El Consorci de la Zona Franca compra por 93 millones la Torre Tarragona de Barcelona para oficinas

Edificio de la Torre Tarragona, situado en la calle del mismo nombre de Barcelona, cerca de la estación de Sants.

Edificio de la Torre Tarragona, situado en la calle del mismo nombre de Barcelona, cerca de la estación de Sants. / Joan Cortadellas

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

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El Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) ha cerrado la compra al fondo estadounidense Blackstone del edificio conocido como Torre Tarragona, situado junto a la estación de Sants y por el que ha pagado 93 millones de euros, según han confirmado fuentes de la sociedad pública. La intención es destinar el inmueble al alquiler de oficinas, un sector en el que el CZFB ya participa desde hace tiempo, con una decena de propiedades en diferentes ciudades catalanas, y que parece haber recuperado vigor en los últimos meses.

La operación, han explicado las mismas fuentes, venía estudiándose desde hace tiempo, especialmente tras la venta a Mercabarna de 17 hectáreas de terrenos a finales de 2021, por los que ingresó más de 70 millones de euros. Tras meses de prospección y negociaciones, el pasado 12 de julio, el consorcio, un organismo del que participan el Ayuntamiento de Barcelona, Estado y Generalitat, obtuvo el permiso para comprar un activo inmobiliario destinado a oficinas "con el objetivo de garantizar los ingresos económicos que hacen posible las actuaciones de promoción económica y social", según explicó la entidad en su momento.

La Torre Tarragona, inaugurada en 1998 en la calle del mismo nombre de la capital catalana, cuenta con una superficie de unos 20.000 metros cuadrados distribuidos en 19 plantas. Fue diseñada por el arquitecto Josep María Fargas y desde su apertura ha pasado por varias manos. Hace cuatro años, Blackstone lo adquirió al banco suizo UBS por un precio cercano a los 100 millones. En 2015, la entidad bancaria lo había comprado, a su vez, a Omega Capital, propiedad de Alicia Koplowitz, por 72 millones.

La operación de compraventa, que según algunas voces es una de las más caras realizadas este año en el sector inmobiliario de oficinas, sirve también como ejemplo del interés que tiene este segmento en la ciudad de Barcelona, donde algunos proyectos llevan tiempo paralizados. Pese a estos casos puntuales, lo cierto es que el mercado se ha animado este año, hasta el punto de que en el primer trimestre de 2024 la contratación de oficinas registró el mejor inicio de año desde 2009. Los datos del primer semestre revelaron crecimientos de hasta el 49% de la contratación en la ciudad.

Para los expertos de la consultora inmobiliaria JLL, las principales razones del incremento de la demanda de oficinas son la estabilización de los tipos de interés y la moderación de la inflación, que han animado a los inquilinos a la hora de cerrar arrendamientos de nuevos espacios o ampliar el que ya tienen. La consolidación del formato híbrido de teletrabajo no ha sido óbice para que las empresas estén contratando oficinas con mejores equipamientos.