Javier Pacheco (CCOO): "Oponerse a reducir la jornada es oponerse a que la igualdad avance"

Javier Pacheco Serradilla (Barcelona, 1970) reconoce que la elección de Miquel Sàmper como nuevo conseller de Empresa i Treball le pilló de sorpresa, como al resto de agentes sociales más representativos. Le reclama, tanto a él como al Gobierno central, ambición en las políticas sociales para afrontar la crisis de precios y habitacional que vive la ciudadanía. Y a la patronal -y a quién la apoye- le promete conflicto si se acaba desmarcando de la ley para la reducción de jornada.

¿Qué valoración hace de la elección del nuevo conseller de Empresa i Treball?

Nos ha sorprendido el nombramiento, pero lo importante es la configuración de todo el equipo de la conselleria y cuál será su actuación. Le reclamamos que cumpla con los compromisos sociales del programa del PSC y que ponga en valor el Consell de Diàleg Social, como motor de las políticas sociolaborales de Catalunya. Como a todos los consellers, le damos 100 días de margen para ver cuál será su acción. 

¿Ve margen para el acuerdo con los empresarios sobre la ley de reducción de jornada? 

Es muy difícil, dado que lo ven como un aumento de costes y ya está. Es cierto que bajar a las 37 horas y media tendría un impacto directo; pero también, que se puede perfectamente ajustar a los márgenes de beneficios que siguen teniendo las empresas. La patronal se quiere declarar insumisa en el diálogo social. Tenemos que dar respuesta a una demanda social y homologarnos al conjunto de países de nuestro entorno, que ya trabajan menos. 

También son países más productivos

Hemos de empezar a darle la vuelta a la tortilla y aumentar la productividad efectiva mediante una organización del trabajo que no esté vinculada a la presencialidad y alargar jornadas.

Reducir la jornada por ley incentiva no recurrir a modelos laborales 'low cost'

En otros países, como Alemania, las empresas han ido reduciendo la jornada sin que una ley las obligue. ¿Por qué aquí no?

Aquí tenemos un problema de cultura de la organización del trabajo y sobre todo de cultura empresarial. Que la patronal pida poder hacer más horas extraordinarias es un indicador. Los empresarios tienen que dejar de pensar que solo pueden ganar rentabilidad por la vía de los costes laborales. Tienen que pensar que la productividad también se gana con más digitalización, formación o trabajo a distancia. Reducir la jornada por ley incentiva no recurrir a fórmulas trasnochadas, a criterios de modelo productivo ‘low cost’.

En Catalunya, tanto Foment como Pimec están en contra de la propuesta del Gobierno

Están ejerciendo de plañideras en el entierro de ese modelo de relaciones laborales que está ya más que muerto. Es el peor favor que le pueden hacer a los empresarios. Si Pimec está a favor de una economía inclusiva o Foment del Treball a favor de un nueva contrato social, deberían ser vanguardia de este cambio, no retaguardia. 

La oposición empresarial es una oposición en clave de género en los avances de la igualdad

Donde más incidencia tendría la reducción sería en aquellos sectores menos sindicalizados. ¿Cómo se asegurarán que hay un cumplimiento real?

Reformular el registro horario, tal como plantea el Gobierno, es imprescindible. Debemos asegurarnos de que esos sectores más precarizados, con más parcialidad involuntaria y temporalidad abusiva también disfrutan de la reducción de jornada. Ahí hay un impacto de género muy importante. La oposición empresarial también es una oposición en clave de género a los avances de la igualdad. 

Precisamente uno de los problemas de muchas trabajadoras es que no pueden trabajar todas las horas que querrían. ¿Por qué la parcialidad no la están abordando?

Tenemos dificultades para abrir camino a la agenda de concertación y del diálogo social debido a la situación política que vivimos. Primero, por un ciclo electoral que parece inacabable y, segundo, por las dificultades en la articulación de nuevas mayorías que tiene el Congreso de los Diputados. Nosotros queremos abordar la contratación a tiempo parcial, que está siendo una puerta trasera para la precarización de un colectivo que está muy feminizado y que está localizado en algunos sectores muy concretos. Debemos limitar la capacidad de las horas complementarias, ahí es donde está el agujero, en el que se contrata por 20 y se acaban haciendo 35. Aquí hay un problema porque estas horas son arbitrarias.

Seguimos reclamando al Gobierno que intervenga en los precios de los alimentos y la vivienda

El mercado laboral está en cifras récord, pero si miramos hacia los salarios, la OCDE publicaba un informe que advertía de que el poder adquisitivo en España es todavía un 2,5% por debajo del que había antes del covid. Y las empresas cada vez ofrecen menores subidas, pese a que la inflación no acaba de bajar…

Hay un riesgo de que las empresas consoliden este proceso y que los trabajadores consoliden esta pérdida de poder adquisitivo. El año pasado había una posibilidad de acabar de corregirla pero ahora parece que se aleja. La evolución de los salarios no está al ritmo de la evolución de los márgenes de beneficios. Los tipos de interés, el precio de la vivienda y los precios básicos de la cesta de la compra se estaban llevando gran parte de esas subidas salariales. Le seguimos reclamando al Gobierno que intervenga en estos precios. Y nosotros tenemos que empezar a pensar la renovación del acuerdo salarial (AENC) con la patronal, integrando la información del Observatorio de márgenes del Gobierno. 

Hace ya unos meses que se oficializó el aterrizaje de Chery en Zona Franca. ¿Evoluciona favorablemente?

Soy bastante más optimista de lo que era antes de la confirmación, pero todavía quedan algunas trabas que tenemos que solucionar en el corto plazo. Una es la distribución de los terrenos. Se tiene que hacer una redefinición de la propuesta inicial porque Chery necesitará más espacio y ello requiere renegociar entre los actores. Y luego está el tema de los salarios. En octubre los trabajadores ya contratados deben empezar a cobrar el sueldo del convenio del metal más un 20%. Pero [la dupla Ebro-Chery] no tiene trabajo efectivo todavía para la gente que tiene contratada. 

¿Cómo lo solucionarán?

Una parte importante de las soluciones tienen que venir de los inversores y de los capitales de los inversores, que son quien puede pagar las nóminas. 

¿Qué nota le pondría al estado actual de la industria en Catalunya? 

Yo le daría un aprobado. La gestión de los últimos años en materia de políticas públicas de incentivo industrial al país ha sido positiva. Catalunya ha sido, con diferencia, la comunidad autónoma que más fondos Next Generation ha desplegado vinculados a la industrialización y la transformación digital. Pero si hubiera un cambio en la gestión de los PERTE, hacia un modelo más descentralizado, podríamos optimizar todavía más esos recursos. Si no muchos de esos recursos se quedarán en el camino o los concentrarán grandes oligopolios industriales.

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