Automoción

Frenazo al auto luso: reduce producción, ventas, exportaciones y ya se barajan ERTE

La fabricación se estanca hasta junio y el comercio exterior se hunde casi un 4%

Una K9 de la marca Fiat en la factoría de Stellantis en Mangualde.

Una K9 de la marca Fiat en la factoría de Stellantis en Mangualde. / STELLANTIS

Adrián Amoedo

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La automoción lusa representa un importante apoyo para la gallega, tanto por la industria de proveedores desplegada en el país, en especial en la región norte, como por la producción de furgonetas K9 viguesas en la planta de Stellantis en Mangualde. Desde la pandemia, además de sumar alguna empresa clave para apuntalar su tejido empresarial (como es del caso de la china Citic Dicastal, de llantas), el país vecino fue mejorando sus cifras. Sin embargo, Portugal no ha podido escapar a la ola de dificultades que está afectando al sector en toda Europa, en especial por una transición al coche eléctrico que no acaba de arrancar y que empieza a suponer una losa para los principales fabricantes u OEM (siglas para Original Equipment Manufacturer). Así, el país está viviendo un frenazo en sus principales indicadores (ventas, producción y exportaciones) y desde la industria ya empiezan a hablar de la necesidad de ajustar plantillas, comenzando por los lay-off (los expedientes de regulación temporal de empleo, ERTE).

Tanto la Associação de Fabricantes para a Indústria Automóvel (AFIA) como la Associação Automóvel de Portugal (ACAP) han ido desgranando los números de su industria durante los últimos meses y con los resultados hasta junio se esperan acabar el año en negativo en los principales parámetros tras revisar sus perspectivas. “Según nuestro modelo, nos hemos dado cuenta de que probablemente no crezcamos este año”, apuntó el presidente de AFIA, José Couto, a medios como Jornal Económico.

Así, mientras en España la producción de vehículos se incrementó ligeramente por encima del 1%, con Balaídos alcanzando su máximo histórico con unos 287.000 coches, en el país vecino los productores (con Stellantis y Volkswagen a la cabeza) sufrieron un bajón del 2,1%, quedándose en 179.222 unidades. Un duro golpe si se compara con los seis primeros meses de 2023, cuando entonces se habían anotado un 16,6% más. Solo en junio el descenso fue del 13,7%, mientras que contando la baja producción de julio el bajón global del año es del 6%.

En lo que respecta a las matriculaciones, si bien en lo que respecta al primer semestre siguen traccionando con un aumento del 7,8%, en los meses de junio y julio la tendencia es muy negativa. En el primer caso, la caída fue de casi el 5% (las ventas bajaron concretamente un 4,7%), mientras que el pasado mes el descenso fue ya del 7,5%. En total, en lo que va de año se comercializaron 154.604 coches en suelo luso.

Sobre las exportaciones, y teniendo en cuenta que tanto la producción de vehículos como los componentes se van al resto de Europa (más del 90% de sus coches acaban en países de la UE, principalmente Alemania), Portugal registró una caída de casi un 4% hasta junio. “La tendencia a la baja de la producción para el mercado exterior sigue siendo negativa; los pedidos de Europa siguen siendo inferiores a los del año pasado”, añadió José Couto, miembro también de la directiva de la patronal comunitaria de proveedores, Clepa (European Association of Automotive Suppliers).

La venta al exterior de componentes, que en aproximadamente un 30% del total tienen como destino España, se quedó en 6.400 millones de euros, un 3,8% menos. Solo en junio la reducción frente a hace un año fue del 11%. “Este comportamiento viene determinado esencialmente por la caída de las ventas en la industria europea”, apuntó el responsable de AFIA. Una realidad que salpica también a los proveedores gallegos.

Ahora, en Portugal las empresas están barajando seriamente aplicar ERTE e incluso ajustes de plantillas. Según Couto, “probablemente habrá que reducir algunas plantillas, hacer algunos cambios en los turnos, en la planificación de la producción y, en algunos casos más graves, puede que haya que proceder a una contracción más significativa de los recursos humanos”.

Las claves

  1. Contexto complicado

Al igual que sucede en Galicia y el resto de España, la tendencia del sector por una revolución eléctrica que no despega está afectando a la automoción lusa.

  1. Proveedores, muy afectados

Si en Vigo y su área algunos proveedores tienen dificultades, al otro lado de la raia no están mejor. Las exportaciones de sus componentes caen un 4% en lo que va de año y ya hablan de aplicar ERTE.

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