La eliminación del IVA del aceite de oliva contribuyó a reducir la inflación en julio

El coste de la vida se redujo el pasado julio en seis décimas, hasta situarse en el 2,8%, según el dato del Índice de Precios de Consumo (IPC) que ha publicado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los alimentos, que habían tenido un comportamiento muy inflacionista los dos últimos años, consolidaron este julio su tendencia descendente, con una bajada de 1,1 puntos, hasta el 3,1%, gracias entre otros factores a la entrada en vigor del IVA cero en el aceite de oliva.

Aunque desde principios de este año acumula una subida global de precio del 3,7%, la exención fiscal ha permitido que el litro de aceite de oliva se abaratara el mes pasado un 5,5% respecto a junio, según el INE. En los últimos 12 meses, es decir desde julio de 2023, este producto suma una inflación del 38,5%, después de llegar a rozar el 70% en varios periodos.

El IVA de aceite de oliva y alimentos básicos será del 0% hasta acabar septiembre y del 2% hasta final de año

En julio subieron también las patatas (1,8%) y el chocolate (2,8%) y otros productos que contienen cacao (3,2%), alimentos que llevan ya unos meses en escalada de precios. Las primeras, las patatas, por la mala cosecha que ha habido este año en Francia, país del que España importa la mayoría de estos tubérculos. En el último año se han encarecido un 7,9%.

El caso del chocolate y el cacao obedece también a razones internacionales, ya que los grandes productores de estas vainas han sufrido los estragos del fenómeno meteorológico de El Niño y han visto mermadas sus cosechas. El chocolate ha subido un 13,7% desde julio de 2023; el cacao en polvo, un 9,4%, y los productos de confitería, un 4,6%.

La subyacente se estabiliza

La inflación subyacente, el indicador que refleja la evolución del coste de la vida sin tener en cuenta el precio de los alimentos o los productos energéticos (dos ámbitos muy fluctuantes porque están muy sujetos a la demanda) también disminuye dos décimas, y se sitúa en ese mismo 2,8%.

Que el IPC se esté suavizando, no implica que el coste de la vida se esté abaratando. El dato del IPC de julio de 2024 es una comparación con lo que ocurría el mismo mes de 2023, cuando los precios subieron un 2,3%. Esta cifra era, a su vez, un repunte sobre el 10,8% que se registraba en julio de 2022. Esto signidica, en definitiva, que la vida está ahora un 15% más cara que hace tres años.

Los costes del verano

Un IPC general del 2,8% es la tasa más baja que registra el indicador desde agosto de 2023, cuando se situó en el 2,6% antes de saltar, el septiembre siguiente, al 3,5% por la subida de los carburantes y la luz. Esta vez, además de al buen comportamiento de los alimentos, el Ministerio de Economía atribuye parte del descenso del IPC a la reducción de los precios de la electricidad, que disminuyeron en un 4,6%. Los productos que más cayeron fueron el vestido, que se redujo por encima del 10%, y el calzado, con un 7,7% de bajada, gracias, en buena parte, a la llegada de las rebajas.

En el otro lado de la balanza, los paquetes turísticos se encarecieron un 8% respecto al mes anterior y, en menor medida, se sitúan las bebidas no alcohólicas (0,5%) y la adquisición de vehículos personales (0,4%), dos ámbitos muy relacionados con el incremento del consumo durante el verano y las vacaciones.