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El desafío andaluz de Ly Company: 500 millones de envases de agua al año en su fábrica de EEUU

Fundada en 2015 en Alhaurín de la Torre para el envasado de agua en cartón, es la empresa andaluza con mayor crecimiento sostenido: en 10 años va a alcanzar los 100 millones de euros en ventas

La empresa Ly Company alcanzará en 2024 los 100 millones en ventas.

La empresa Ly Company alcanzará en 2024 los 100 millones en ventas. / J.L.P.

Juan Luis Pavón

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Es muy inusual que una empresa andaluza aparezca en los 'rankings' de medios referentes del mercado global como el 'Financial Times' londinense. La empresa Ly Company puede presumir de ello porque es la única fundada en Andalucía que está en la clasificación sobre las empresas europeas con mayor ritmo de crecimiento en los últimos años. Se dedica al producto que más se vende y se consume: el agua envasada. Sus envases con agua para beber en 'briks' se toman en más de 40 países de 4 continentes. Por ejemplo, los utilizan para sus clientes más de 200 cadenas de hoteles (Four Seasons, Marriott, Hilton, Hyatt,...).

 En solo 10 años, según nos indica su fundador y principal ejecutivo, Francisco Rodríguez, van a lograr comenzar de cero en el 2015 y concluir el ejercicio 2024 en unos 100 millones de euros de facturación. El balance del 2023 ascendió a facturar 65 millones de euros. Desde su sede central en el municipio malagueño de Alhaurín de la Torre han sido capaces de vertebrar un grupo internacional que comercializa su agua envasada a más de 1.300 marcas.

En muchos países, el agua fabricada y envasada por Ly Company queda encuadrada en el marco legislativo del agua funcional, donde compiten con gigantes como Nestlé, Coca Cola, Pepsi y Danone. Concepto que también se le da al agua isotónica, o al agua vitaminada, o al agua energética, etc. Francisco Rodríguez explica en qué consiste la de Ly y cómo se diferencia: “Nosotros no hacemos eso. Nosotros no tratamos el agua, ni le metemos azúcar, ni vitaminas, ni hemos de resolver problemas organolépticos de olor o sabor. El agua de Aqualy, nos abastezcamos de manantial o de pozo, está mejorada con un proceso de filtrado mediante ósmosis inversa para eliminar impurezas y con una posterior mineralización, procesos que la convierten en el agua perfecta con bajo contenido en sodio, pH neutro, mineralización muy débil y bajo residuo seco”.

Vivir en casa el bienestar y la ruina

Francisco Rodríguez nació en Málaga hace 50 años, sus raíces biográficas tienen su origen en el barrio de El Molinillo. Desde muy joven está baqueteado en las vicisitudes de prosperidad o ruina que se pueden vivir en la actividad empresarial. “Mi padre impulsó en Málaga una empresa de fabricación y venta de ropa. Le fue bien con las batas para mujeres. Pero en 1989 sufrió grandes pérdidas con las tremendas inundaciones que hubo en la ciudad, y ya no levantó cabeza. Llegó la ruina a la familia, y yo, con 14 años de edad, pasé de tener una vida acomodada a ir descubriendo lo que es un día a día en el que a tu familia le embargan las propiedades, no hay dinero, te cambian de colegio porque no pueden pagarlo”.

Ly Company es la empresa más relevante de las 33 que ha fundado Francisco Rodríguez hasta la fecha, de las que 12 están activas. “Estuve muchos años dedicado al pescado, tuve fábricas en Marruecos, llegué a tener casi mil trabajadores. También he sufrido ruina con mis negocios, cuando peor lo pasé tuve que solicitar vales de comida para poder alimentar a mi familia y vender colchonetas en las playas para conseguir unos pocos euros con los que subsistir”.

Maite Bernal y Francisco Leal son los otros dos socios fundadores de Ly Company. “Maite es la directora global de calidad, ella ya trabajaba conmigo en las factorías de pescado. Y Paco es a quien se debe este proyecto de empresa y su dimensión innovadora. Él trabajaba como ingeniero de proyectos en la multinacional Suez, participó en el diseño y construcción de desaladoras en muchos países. Con su enorme experiencia sobre la gestión de aguas, planteó en 2015 cómo fabricar la mejor agua, y con el menor impacto ambiental posible. Y lo logró”.

Los cuatro puntos cardinales de la brújula de Ly Company son: sostenibilidad, solidaridad, calidad y aporte de valor al cliente. “La visión de la empresa es minimizar el impacto climático en los productos de un solo uso. Desde el origen de la empresa se creó la Fundación Ly Company, con donaciones a proyectos como los que apoyamos en República Dominicana en favor de la infancia con orfandad. La calidad está acreditada por clientes que nos la demandan para que se beba en sus hospitales, como la Clínica Universitaria de Navarra o la Clínica Ruber. Y entendimos que nuestra diferenciación no era crear una marca muy potente sino aportar nuestros valores y calidades a las marcas de clientes, con una marca blanca como Aqualy”.

Recuerda Francisco Rodríguez cómo “analizamos los posibles envases (cristal, plástico,..) para eligir el más sostenible y reciclable, y nos decantamos por el cartón, que lo es sin duda en ambos parámetros. No puede conseguirse que solo sea de cartón, porque las garantías sanitarias son aportadas por materiales como el plástico y el aluminio. Pero sí hemos alcanzado el mayor nivel de envase sostenible y biodegradable manteniendo que la protección del agua sea perfecta. En cualquiera de nuestros 'brik', el 82% es cartón laminado, y el resto es: el tapón y las láminas que recubren el envase son de bioplástico procedente de caña de azúcar de cultivos sostenibles, y la lámina interior de aluminio es 10 veces más fina que el cabello humano”.

Abunda en esta cuestión: "La huella de carbono del transporte de esta materia prima es infinitamente menor que la causada con otros tipos de envases. Doy un dato: Nuestra máquina que maneja el cartón para plegarlo y crear la forma del envase arranca con 60 kilovatios. Si tuviéramos que soplar vidrio o producir plástico, necesitaría entre 2.000 y 3.000 kilovatios para conseguir la misma velocidad. Y al necesitar nosotros pocos kilovatios (la fábrica en Alhaurín de la Torre funciona con 200 kilovatios), solo con las placas fotovoltaicas que hemos colocado en el techo de la fábrica tenemos energía suficiente para nuestra actividad".

Producción también en México, Italia, Alemania...

Tienen plantas propias de producción en España, Italia y República Dominicana. Tal como detalla Francisco Rodríguez, "en otros países hemos llegado a acuerdos con empresas, mediante 'joint venture', para que nos cedan su fábrica. Podemos utilizar el nombre de Ly Company, y les pagamos un porcentaje de las ventas. Así estamos fabricando en México, en Arabia Saudí, en Alemania y pronto vamos a empezar en Puerto Rico”.

Puede sorprender que una empresa consiga este éxito en el sector del agua envasada para beber teniendo su sede en Alhaurín de la Torre (Málaga), en una provincia que sufre problemas de sequía. Lo aclara Francisco Rodríguez, "somos la industria que menos agua necesita. Doy un dato: en una jornada de alta producción en nuestra fábrica se consiguen llenar 200.000 envases. Son muchos camiones repletos para proceder a su distribución. En volumen de agua, no llega a 100 metros cúbicos de agua al día, que por supuesto pagamos. Es poca cantidad de agua, que además es toda para beberla, no es agua que se tire. Cualquier lavandería del entorno consume al día 5 veces más agua que nosotros. Animo a cualquier persona a informarse sobre cuántos litros de agua se necesitan para producir una hamburguesa, o para cultivar un kilo de aguacate, o para fabricar un pantalón vaquero. Son volúmenes de agua muy superiores".

Ly Company tiene más de 200 personas en plantilla, de las que 75 están en España. Además, hay que sumar los más de 100 que en el extranjero trabajan directamente para completar sus procesos de producción merced a los acuerdos con socios en diversos países.

La construcción de su gran planta en Estados Unidos

La gran inversión en la que están inmersos de modo estratégico es la construcción ya en marcha de una enorme planta de producción en Estados Unidos. "Está en Orlando (Florida), diseñada para más de 500 millones de envases al año, con 16 líneas de producción. Su coste es de unos 100 millones de dólares. Como industria será el doble que toda la actividad que sumamos ahora en el mundo. Estados Unidos es el gran mercado. En agua envasada es el mayor consumidor del mundo".

La han dimensionado así "para participar en la tendencia de creación de nuevas bebidas, que estamos empezando a afrontar desde nuestra planta en Italia. También servirá la de Orlando para hacer investigación e innovación sobre los añadidos al agua, estamos cerrando un acuerdo a tal fin con la Universidad de Florida. Porque cada vez hay más personas que no quieren bebidas que tengan ni azúcar, ni gas, ni aditivos. Está bajando rápidamente el consumo mundial tanto en bebidas carbonatadas como bebidas azucaradas. Y sube con fuerza el consumo de bebidas saborizadas, de bebidas sin azúcar, de bebidas funcionales vinculadas a belleza y salud".

El CEO de Ly Company asegura que "todo el crecimiento lo estamos haciendo a pulmón, y aún no hemos repartido beneficios. La empresa no está participada por inversores, sí hemos conseguido en los mercados internacionales fórmulas de financiación diferentes a las que se suelen ofrecer en España. Las negociaciones financieras que se hacen en Estados Unidos, Reino Unido, Singapur o Dubai, cuando ven los datos de una empresa como la nuestra y su potencial de desarrollo, no tienen nada que ver con las que suceden en España, y es más fácil ser valorado”.

El tamaño de las empresas andaluzas

Francisco Rodríguez valora el talento y la calidad de muchos empresarios andaluces, y subraya un reto a resolver en Andalucía: “su escaso tamaño. En Andalucía hay gran número de empresas muy buenas que están entre 5 y 10 millones de euros de facturación. Y no crecen lo que podrían porque padecen algunas de estas circunstancias: no tienen conocimiento del mercado internacional, o no son capaces de pagarles 150.000 euros a un directivo, o son empresas familiares que no incorporan a directivos de fuera de la familia; o quienes están al frente (directores generales, gerentes, etc.) no se dedican continuamente a mejorar su formación. Cuando suceden juntas varias de estas causas, son un freno tremendo al crecimiento de buenas empresas andaluzas".