Indicadores a la baja

La confianza inversora se hunde en Alemania al nivel más bajo en ocho años

Los expertos temen los efectos nocivos en la zona euro de la debilidad de su primera economía

Plante de producción de automóviles Porsche en Stuttgart.

Plante de producción de automóviles Porsche en Stuttgart. / Krisztian Bocsi / Bloomberg

Gemma Casadevall

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La confianza en una pronta recuperación económica está en Alemania en su nivel más bajo en los últimos ocho años, al menos en lo que se refiere a las expectativas del ámbito financiero. Especialmente lúgubre se percibe la situación en lo que ha sido el motor tradicional de la economía alemana, las exportaciones, según una encuesta del Centro Europeo de Investigaciones Económicas (ZEW) entre profesionales bursátiles e inversores.

La última contracción trimestral del Producto Interior Bruto (PIB) notificada hace unas semanas por el departamento federal de Estadística (Destatis), ha hecho mella en el ánimo inversor. A diferencia de lo que ocurre en la zona euro, no se perciben perspectivas de un despegue a corto plazo para Alemania, lo que se traduce en una fuerte caída del barómetro del ZEW: la confianza inversora para los próximos seis meses ha caído a un 19,2 %, de acuerdo con la encuesta realizada por esta organización entre 152 analistas.

De "desplome“ califica el presidente del ZEW, Achim Wambach, la evolución de esas perspectivas económicas para Alemania. No se percibe una recuperación a medio plazo y se temen los efectos de la debilidad de la primera economía de la zona euro en el conjunto del bloque comunitario. Persisten las incertidumbres, así como la preocupación en los mercados ante una escalada del conflicto de Oriente Medio, destaca el ZEW.

El barómetro de la confianza inversora es un nuevo jarro de agua fría, que contrasta con las esperanzas depositadas ante una positiva evolución de la actividad industrial. Las cifras oficiales publicadas por Destatis correspondientes a junio apuntaban a un aumento del 1,4 % en la producción industrial en relación al mes anterior. A escala interanual se seguía en negativo -una caída del 4,1 %-, pero se consideraba el incremento mensual como un signo alentador, ya que rompía la mala racha persistente de los meses anteriores.

Fuera de las encuestas difundidos por organizaciones como el ZEW o las buenas vibraciones derivadas de la producción industrial, sobre el conjunto del ámbito económico alemán pesan las cifras del PIB correspondientes al segundo trimestre. Ahí se reflejó una nueva contracción del 0,1 %, tras el leve incremento del 0,2 % de los primeros tres meses del año.

El ejercicio 2023 se había cerrado ya con una contracción del 0,5% y la nueva caída trimestral desató de nuevo las alertas ante la apatía inversora en equipamientos, maquinaria industrial y sobre todo en el sector de la construcción. El nuevo retroceso trimestral sorprendió a los expertos, que habían pronosticado un aumento, aunque leve. El dato, encima, contrastaba con la recuperación registrada en el conjunto de la zona euro en ese segundo trimestre del presente año, con una media del 0.3 % o porcentajes que iban del 1,2 % al 0,8 %, como Irlanda y España, respectivamente.

Para el ZEW, no se perciben mejores perspectivas para el tercer trimestre, lo que condenaría a Alemania a continuar en la zona del estancamiento, en el mejor de los casos.