Las bolsas recuperan lo perdido en el lunes negro

Las bolsas han cerrado la semana prácticamente recuperando lo que perdieron el lunes negro, con el que comenzó este periodo de sesiones. El temor a una recesión en EEUU, por su posible extensión al resto del globo, provocó ventas masivas y tiñó de rojo todos los paneles del planeta, empezando por la bolsa de Tokio, que vivió su peor jornada desde el 'crash' de 1987.

El Ibex 35, el principal indicador bursátil en España, ha terminado la semana con un avance del 0,76%, hasta los 10.638 puntos. Y lo mismo ha sucedido en el resto de 'parquets' europeos, aunque predomina la volatilidad. Y con ello se cumple la máxima del libro de 'Manías, pánicos y cracks', de Charles P. Kindleberger, que, en esta clásica historia de las crisis financieras explica cómo se exagera el optimismo en los mercados y de igual manera, el pesimismo cuando los inversores intuyen o presumen que las cosas pueden ir a peor.

Tras el susto del inicio de la semana, en las últimas cinco sesiones, el selectivo español ha cedido un 0,3%. Las mayores subidas han correspondido a Cellnex (2,75%), que ha vendido su filial en Austria; Inditex (1,87 %), IAG (1,48 %) y Merlin Properties (1,47 %), mientras que los descensos más acusados han sido para Acciona (-1,03 %) y Endesa (-0,67 %).

En el resto de plazas del viejo continente también se ha vivido una jornada en positivo. El Dax alemán ha finalziado la semana con una subida del 0,24%; el Cac francés se ha anotado un 0,31%; el FTSE británico, un 0,24%; el Euro Stoxx 50, un 0,24% y el Mib italiano, un 0,13%.

En todo caso, el mercado continúa vigilando la cotización del yen y también controla de reojo el índice Nikkei, que ha conseguido cerrar en positivo y por encima de 35.000 puntos tras el desplome que sufrió el pasado lunes, superior al 12%, que posteriormente ha recuperado casi en su totalidad. Las declaraciones del vicepresidente del Banco de Japón afirmando que no volverán a subir los tipos a subir los tipos se ha sumado al buen dato de empleo en EEUU, mejor de lo esperado, y todo ello ha contribuido a apaciguar los ánimos.

Por otra parte, la posibilidad de que Irán lance un ataque contra Israel en los próximos días mantiene elevada la tensión geopolítica, debido a la incertidumbre sobre un aumento del conflicto en Oriente Medio.

En Estados Unidos, Wall Street cerró el jueves con fortísimas subidas tras un dato de paro semanal mejor de lo previsto, que calmó los nervios de los operadores y alejó los temores a una recesión en EEUU. Los índices americanos se han movido durante este viernes, de todas formas, sin una dirección clara y con poca convicción. Los analistas descartan un escenario de desplomes a lo largo de los próximos días, pero tampoco ven muy claro que se haya salido del escenario de volatilidad, en el que cualquier noticia o información dispara o provoca un desplome en los mercados, en función del ánimo y la percepción de los inversores.