¿Tendrá Catalunya las llaves de la caja tras el pacto PSC-ERC?

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, casi recién llegada de su mudanza a Ginebra (Suiza) tras el referéndum del 1-O en 2017, acuñó en una entrevista reciente con EL PERIÓDICO DE CATALUNYA una expresión que ha hecho fortuna. "El PSOE y el PSC tienen que entender que en financiación no queremos solo la caja, queremos la llave de la caja", manifestaba de forma muy ilustrativa. Junts, siempre atento a cuestionar los movimientos negociadores republicanos, no tardó en apuntarse a la expresión y afirmó que "Si Catalunya no tiene la llave de la caja, España no tendrá presupuestos", en referencia al apoyo al Ejecutivo de coalición de PSOE y Sumar.

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El acuerdo entre las dos fuerzas políticas da protagonismo al principal impuesto del sistema fiscal español, el el IRPF, que la Agència Tributària de Catalunya (ATC) deberia empezar a recaudar en 2026, con los ingresos correspondientes de los casi 4 millones declarantes de 2025. Desde ERC calculan que el cambio podría reportar unos 30.000 millones más, sin descontar la parte destinada a financiar servicios del Estado no transferidos y la cuota de solidaridad con otros territorios, que deberá negociarse, hasta un total de unos 60.000 millones de ingresos brutos teniendo en cuenta los del presupuesto de 2023. Solo con el IRPF no tendrán todo el juego de llaves de la caja, pero sí una de las más importantes.

En resumen, con el acuerdo con el PSC ¿ha logrado ERC que Catalunya tenga las llaves de la caja en vez de ser esencialmente receptora de los recursos que le transfiere el Estado? La idea es que la comunidad tenga un nuevo sistema de financiación por el cual recaude y gestione el 100% de los impuestos a través de un modelo similar al concierto vasco. A raíz de lo que recoge el acuerdo, la única parte en la que se parecerá es en la relación bilateral de la Generalitat con el Estado. Esto supone salir de la relación multilateral junto con las otras 14 autonomías de régimen común y requerirá¡ una reforma la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas (Lofca).

No habrá cupo tal como lo recoge el modelo vasco, ya que el pacto establece que la financiación de los servicios no transferidos o centralizados no será en base a una cantidad en función del peso económico de la comunidad (en el caso vasco es poco más del 6%) sino mediante la participación en los tributos.

Lo que parece más atado es el IRPF y las retenciones de este impuesto, el gran tributo estatal que se ha acordado que la Agència Tributària de Catalunya (ATC) recaude a partir de 2026. En todo caso, será un gran avance frente a la participación actual del 50% en este gravamen. En Catalunya hay en torno a 4 millones declarantes del IRPF. Tras Baleares, Catalunya es la segunda comunidad con una media más elevada de pago por declaración. También es donde más tributan las rentas de entre 30.000 y 45.000 euros.

Catalunya es la comunidad en la que más IRPF pagan las rentas de 30.000 a 45.000 euros

Lo que los expertos dan por seguro es que Catalunya sí que tendrá las llaves de la caja, además de los tributos popios, del IRPF. Como consecuencia de ello, no dependerá en esa parte de los anticipos previstos por el sistema de financiación vigente, que no se liquidan definitivamente hasta dos años después. El del IRPF es el anticipo más voluminoso. El despliegue del resto de impuestos tendrá que acordarse mediante un calendfario que se negociará a lo largo del año que viene. No serán negociaciones fáciles. En todo caso, desde ERC, que con el IRPF tienen un reclamo llamativo para atraer a las bases en la votación del acuerdo el próximo viernes, esperan que la aplicación con otros tributos "se irá viendo. No serán tres o cuatro legislaturas, sino que esperamos que mucho menos", bromean

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