ENERGÍA

El autoconsumo sufre otro bajón y su despliegue caerá un 40% este año

La caída de los precios de la luz y el fin de las ayudas públicas masivas empujan a otra ralentización del despliegue de paneles solares en casas y empresas hasta los 1.200 MW este año, casi un 40% menos que el pasado y menos de la mitad del récord de 2022.

autoconsumo Telefónica Repsol

autoconsumo Telefónica Repsol / Solar360

David Page

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El histórico boom del autoconsumo eléctrico en España sigue desinflándose. El sector de las renovables se resigna a una nueva caída en el conjunto de este año del despliegue de nuevas instalaciones de paneles solares en hogares, acumulando dos ejercicios consecutivos a la baja tras el récord de 2022 por el fin de la crisis de precios energéticos y por el

España ha registrado en los últimos años una expansión histórica de nuevas instalaciones de autoconsumo eléctrico. En 2022 se registró un récord desbordado, cuando se instaló casi tanto autoconsumo como en toda la historia anterior (con casi 2.650 nuevos megavatios, MW), aupado por los precios disparados de la electricidad por la crisis energéticas y por los programas milmillonarios de subvenciones con fondos europeos.

En 2023 el despliegue siguió siendo alto (con 1.900 MW), pero el crecimiento empezó a moderarse, sobre todo en el caso de las placas solares en viviendas, debido la normalización de los precios de la electricidad y también por el retraso en el reparto de las ayudas. Una tendencia de ralentización que continúa y que llevará la instalación de nueva potencia de autoconsumo al entorno de los 1.200 MW en el conjunto de este año, según las estimaciones internas que maneja la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) a las que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

El nuevo descenso en el ritmo de implantación de autoconsumo, hasta esos 1.200 MW en todo el año, implicará un bajón de casi un 40% en relación al ejercicio anterior y un desplome hasta menos de la mitad de los niveles récord de 2022. El fin de la crisis de precios en máximos del mercado de la electricidad (incluso ahora con momentos de derrumbe, disparándose las horas a cero euros y también marcando precios negativos) y el atasco en el reparto efectivo de las ayudas de fondos europeos en algunas comunidades autónomas y el casi agotamiento del presupuesto en otras regiones son, según la visión generalizada en el sector energético, los factores que frenarán de nuevo al sector.

El fin de las ayudas masivas

El Gobierno ha destinado 1.552 millones de euros de fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) a subvenciones directas para las viviendas y las empresas que instalaban nuevas plantas de autoconsumo. Unos fondos que el Ministerio para la Transición Ecológica ha distribuido entre las comunidades autónomas, que son las que gestionan el reparto hasta el beneficiario final.

Hasta ahora, los perceptores de las ayudas de manera efectiva algo más de la mitad del presupuesto asignado de media en todo el país. Pero es muy desigual efectividad entre comunidades autónomas hasta el momento: mientras que el País Vasco ha resuelto ya un 84% de todas las solicitudes recibidas, Extremadura sólo ha atendido de momento un 6%, según datos recopilados por el Ejecutivo central.

La demanda de ayudas ha sido desbordante, la suma de los presupuestos de las ayudas con fondos europeos para autoconsumo, para almacenamiento detrás del contador y para climatización y agua caliente asciende a 2005 millones de euros y las CCAA han recibido solicitudes por más de 3.363 millones, según los datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), dependiente de Transición Ecológica, con datos de los gobiernos regionales. Los beneficiarios finales de los tres programas de ayudas han percibido ya 1.092 millones, un 54% del total presupuestado.

El aluvión de peticiones recibidas permite dar por hecho que una vez que se resuelvan las solicitudes ya formuladas y a la espera de gestionarse por las administraciones regionales, los fondos europeos destinados a subvencionar la autoproducción eléctrica en hogares y empresas se agotarán. Y el Gobierno central cierra la puerta a crear nuevos programas de ayudas masivas para incentivar de manera generalizada el autoconsumo, y ya sólo se pretende repartir subvenciones para algunas fórmulas de autoconsumo concretas o para colectivos de destinatarios específicos.

Descartadas las ayudas masivas, el sector fotovoltaico se moviliza para pedir otro tipo de incentivos para reactivar el despliegue de plantas de autoconsumo, como desgravaciones o las exenciones del pago del IVA hasta un tipo del 0%, como en otros países europeos. Y también se reclama levantar otras barreras regulatorias para impulsar el autoconsumo colectivo o para facilitar el vertido de la producción excedente de grandes plantas de autoconsumo a la red sin limitaciones y evitar así pérdidas de energía.