Francia

Duralex es realmente irrompible: la empresa busca ahora salvarse como cooperativa de trabajadores

Inicia una nueva vida en la que tratará de dejar atrás la crisis financiera que la persigue desde hace 20 años

El nuevo proyecto mantendrá los 226 puestos de trabajo de la firma

vajilla Duralex

vajilla Duralex

AFP

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La mítica empresa francesa de vidrio templado Duralex lleva casi 20 años arrastrando serios problemas financieros. En 2005 se declaró por primera vez en quiebra quedando bajo el control de un empresario turco que aún empeoró su situación. Los hermanos Antoine y André Ioannidès la salvaron en 2008 pero un accidente industrial en 2017 hizo que su facturación se redujera un 60% y a finales de 2020, año de pandemia, volvió a declararse en quiebra, mientras buscaba comprador.

Entonces el clavo ardiendo al que agarrarse apareció en la figura de International Cookware, grupo francés de vajillas y utensilios de cocina propietarios de Pyrex, cuya oferta se impuso a las de otras dos compañías que se habían mostrado interesadas en la adquisición. Así, en febrero de 2021 la continuidad de Duralex se dio por segura. La cosa, sin embargo, no iba a ser tan sencilla y, con los efectos de la guerra de Ucrania mediante, en abril de este año entraba en suspensión de pagos.

Sin embargo, parece que la salvación de Duralex estaba dentro de casa, dado que un proyecto cooperativo de sus trabajadores pretende ahora ponerse al frente de la marca con "garantías", según el Tribunal de Comercio de Orleans, que afirma que éste permitirá mantener los 226 empleos de la empresa.

Proyecto de SCOP

El citado tribunal ha validado este viernes el proyecto de Sociedad Cooperativa Obrera de Producción (SCOP) de los empleados para continuar la actividad de la cristalera francesa, considerándolo un "proyecto comercial y de marketing coherente y serio" con "fuertes garantías" y que parece capaz de mantener la "actividad de los empleados en condiciones viables". Después de varios meses de incertidumbre, este proyecto cooperativo cuenta con el apoyo del 60% del personal y ha sido respaldado también por la dirección de la comercial.

"Estamos aliviados por todos los empleados de Duralex que lucharon. Todos vinieron a nuestro lado para ganar. Los empleados están más que motivados. ¡Invitamos a todos los franceses a comprar Duralex!", ha dicho François Marciano, director de la fábrica.

"¡Es una gran victoria para una empresa francesa emblemática y conocida por todos!", se ha felicitado el hasta ahora ministro de Industria, Roland Lescure, contactado por la AFP. “Gracias a la gran determinación de los empleados, que llevan muchos meses construyendo este proyecto Scop, fue posible la adquisición de Duralex y el Estado respondió favorablemente a su solicitud de apoyo financiero. Este proyecto debería permitir sostener la actividad de Duralex y mantener todos los puestos de trabajo", añadió.

“Hubo una explosión de alegría en el tribunal”, afirmó Laure Cerandon, responsable del taller de Duralex, indicando que “ya había recibido el nuevo organigrama” de la Scop. Michael Ramos, empleado de la empresa desde hace 29 años, se mostró satisfecho de que "se hayan salvado todos los puestos de trabajo", después de haber "sufrido las consecuencias de lo que ocurre entre bastidores".

Para el delegado sindical de la CFDT, Suliman El Moussaoui, “lo más difícil es empezar, pero es una victoria”.

Tres expedientes de opa

La semana pasada, el Tribunal de Comercio estudió durante seis largas horas los tres expedientes de opa presentados para relanzar Duralex, fábrica situada en La Chapelle-Saint-Mesmin (Loiret), un municipio de la conurbación de Orleans.

Desde el primer momento fue el proyecto de la cooperativa de trabajadores el de mayor apoyo y 150 empleados de la empresa ya han invertido en él "500 euros de su propio bolsillo", según la CFDT, el sindicato mayoritario.

Cargos electos locales han prometido su apoyo a la cooperativa en forma de una garantía bancaria. El presidente de la región Centro-Valle del Loira, François Bonneau, habló de "un éxito para los empleados" y de "una auténtica victoria social" para "una empresa emblemática", en un comunicado.

Por su parte, la ciudad de Orleans se ha ofrecido a comprar el terreno de la vidriería por una cantidad estimada de entre 5 y 8 millones de euros. Su presidente, Serge Grouard, elogió un proyecto industrial "muy robusto", que permitirá "realizar una interesante dinámica de reurbanización".

¿Punto final a las periódicas crisis financieras?

La decisión del tribunal de Orleans busca ser el epílogo de la nueva crisis vivida por Duralex, que se enfrenta periódicamente a dificultades financieras desde hace 20 años.

Tras un nuevo procedimiento de administración judicial hace tres años, la empresa sufrió el aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, salvada temporalmente gracias a un préstamo de 15 millones de euros del Estado.

En 2023, su facturación cayó hasta los 24,6 millones de euros, frente a los más de 31 millones de 2022.

Duralex, que fue el orgullo de la producción industrial francesa, descrita como la "Torre Eiffel de la vajilla", está actualmente en manos de la Sociedad Francesa de Vidrio, también propietaria de Pyrex.

El fabricante francés, cuya marca fue registrada en 1945, es conocido en España porque durante muchas décadas fabricó una icónica vajilla de vidrio templado con fama de irrompible y que estuvo presente en la mayoría de hogares del país en su característico color verde o caramelo.