MERCADOS

La caída del consumo en China lastra a las empresas europeas de lujo en bolsa

Burberry, Swatch Group (Omega y Longines) y LVMH (Louis Vuitton, Christian Dior) arrastraron al sector a números 'rojos' en bolsa tras anunciar un descenso de ventas

El presidente ejecutivo del grupo francés del lujo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), Bernard Arnault.

El presidente ejecutivo del grupo francés del lujo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), Bernard Arnault. / EFE

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La debilidad del consumo de China ha puesto en guardia a las principales empresas de lujo de Europa. Aunque no les pilla de sorpresa, puesto que la ralentización de la economía del gigante asiático se ha producido en los últimos años, sus ventas y su cotización en bolsa se han visto afectados. Burberry, Swatch Group (propietario de Omega o Longines entre otras) o LVMH (Louis Vuitton, Christian Dior) son algunos de los valores más afectados esta semana por los datos preocupantes que proceden de Asia, con Burberry a la cabeza al registrar retrocesos de hasta el 16% y unas pérdidas acumuladas del 47% en lo que va de año y Swatch Group, que retrocede un 23% desde principios de año. La incertidumbre geopolítica y el retorno de las compras en el extranjero son algunas de las razones por las que el lujo ha frenado su crecimiento en China, sin previsión de cuándo volverán las cifras anteriores. Esta semana las acciones de Burberry han caído casi un 22%, Swatch Group un 5,71%, las de LVMH un 6,34 y las de Hermès un 5%.

La chispa saltó este lunes con la publicación del dato de crecimiento económico de China correspondiente al período comprendido entre abril y junio de este año. El PIB chino aumentó un 0,7% en tres meses, a un ritmo de crecimiento sustancialmente inferior al 1,6% observado en el primer trimestre del 2024. El economista y profesor de la Universidad de Alcalá, José Carlos Díez, tacha de decepcionante estos datos y los atribuye al "pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que sigue lastrando el empleo y el consumo sigue siendo débil, con un crecimiento del 2% de las ventas minoristas". Añade, además, que las ventas de coches siguen cayendo y que las exportaciones, sin embargo, crecen un 8%. "La inversión está repuntando, pero menos de lo previsto". Ante ello, "el gobierno no para de tomar medidas de estímulo fiscal y monetario y mantiene un crecimiento elevado próximo al 5%. Seguramente tomará más medidas en esta línea", augura.

"En el primer semestre de este año, el entorno externo se ha vuelto más complejo, severo e incierto, han surgido los problemas del ajuste estructural interno y los factores que afectan el crecimiento económico son más complejos que antes", ha reconocido el portavoz de la Oficina Nacional de Aduanas. Con estos datos, el lujo confirmaba la desaceleración del consumo en un país crucial para sus cuentas. Un informe de la consultora Bain & Company fechado en enero de 2024 ya alertaba de que el ejercicio se cerraría con un frenazo en el crecimiento de China que provocaría un alza del sector inferior al 10%. Esto implica que se ha reducido el número de compradores en China que pueden permitirse artículos de diseño caros. "En promedio, las empresas de lujo europeas han aumentado los precios un 33% desde 2019", recuerda el analista de Fortage Funds, Rafael Ojeda. Hasta ahora, las firmas se habían beneficiado de la resiliencia de sus clientes adinerados frente a precios cada vez más altos, pero la renqueante recuperación post-pandemia de China y las vacilantes ventas en Estados Unidos han impulsado su cotización a la baja. "En ese contexto, no es raro que los valores de lujo se mantengan con enorme volatilidad", insiste.

A este factor se suma el efecto de los Juegos Olímpicos, que se celebrarán en París a partir de la próxima semana. Según la analista de UBS, Zuzanna Pusz, este verano la cita deportiva podría lastrar aún más las ventas de lujo debido a que las zonas donde se acumulan las tiendas de lujo quedarán aisladas de los compradores. Como consecuencia, las principales marcas del sector atrasarían sus perspectivas de recuperación mediante el impulso positivo de los beneficios. En este sentido, Pusz prevé un crecimiento orgánico del sector del 4% este año y del 7% en el segundo semestre.

Burberry, Swatch Group y Hugo Boss

Dos de las firmas que mejor representan este proceso de la economía china son Burberry y Swatch Group, que ya muestran signos de estar en dificultades. La primera, firma textil británica, anunciaba el pasado lunes en un comunicado la renuncia de su consejero delegado, Jonathan Akeroyd, dos años después de asumir el cargo. Además, ha informado de que no pagará dividendo en este ejercicio, a causa de la desaceleración en las ventas de los tres primeros meses de su año fiscal. Su presidente, Gerry Murphy, ha calificado su primer trimestre de "decepcionante", con unas ventas netas de 545 millones de euros, una caída anual del 22% en cifras absolutas. Las ventas en Asia Pacífico bajaron un 23% interanual, en América disminuyeron un 23% y un 16% en Europa, Oriente Próximo, India y África (EMEIA). Sus acciones fueron castigadas en bolsa con una caída del 16%, aunque en el acumulado del año suma pérdidas del 47%.

Las noticias también son malas para Swatch Group. La relojera suiza ha reducido su beneficio neto en un 72% en el primer semestre hasta 139 millones de euros, y la cifra de negocio neta (3.531 millones de euros) ha caído un 14,3%. La firma lo atribuye a "la fuerte caída de la demanda de artículos de lujo en China". Sus acciones han llegado a caer un 9,78%, así como las de su competidora de artículos de lujo Richemont (Cartier), que se deja más de un 4%. Esta última, propietaria de marcas como Cartier o Montblanc, registró entre abril y junio un retroceso del 1% en sus cuentas aunque advirtió de que en el mercado chino sus ingresos habían disminuido un 27%. De hecho, todas las regiones en las que opera habían registrado crecimiento en sus ventas, excepto Asia Pacífico, donde la facturación retrocedió un 19%, hasta 1.809 millones. Las mayores ventas en Corea del Sur y Malasia solo mitigaron parcialmente las de China, Hong Kong y Macao. "China está en el taller de reparaciones", aseguran los analistas de Bernstein, y señalaron que en el informe trimestral de ventas de Richemont se confirmaban sus temores sobre la escasa demanda en China continental.

En la misma línea, la cotización de las acciones de Hugo Boss se han desplomado más de un 11% en la Bolsa de Fráncfort esta semana, y la firma textil germana ya ha rebajado sus expectativas anuales por el frenazo en la demanda de los consumidores globales, particularmente de Estados Unidos y Chuna. En el segundo trimestre del año, sus ventas disminuyeron un 1%, hasta 1.015 millones, a pesar del crecimiento del 5% en América. En Europa, Oriente Próximo y África disminuyeron un 2%, y un 4% en Asia Pacífico. "Estamos operando en un periodo de importante incertidumbre macroeconómica global", concluyó Daniel Grieder, consejero delegado de la firma. Solo hay dos marcas, la francesa Hermès y la italiana Brunello Cucinelli, que esperan buenos resultados. Mientras Hermès estima un aumento de sus ventas del 13% en el segundo trimestre, Brunello Cucinelli anunció la semana pasada un crecimiento de las mismas de casi el 15% durante los primeros tres meses del año gracias a su apuesta por los compradores de gama alta en China.