Seat aparca el proyecto de micromovilidad de SeatMÓ

El encargo que en su día recibió Luca de Meo de parte del grupo Volkswagen para liderar el proyecto de micromovilidad dentro del consorcio automovilístico se quedará, al menos por ahora, en un cajón del despacho de Wayne Griffiths (actual presidente de la compañía Seat S.A.). La compañía española aparcará el proyecto de SeatMÓ, hasta nuevo aviso.

Hace unos meses Seat ya canceló su propuesta de movilidad compartida en Barcelona con el motosharing de SeatMÓ. La medida afectó directamente a la producción de la empresa Silence (propiedad de Acciona), ya que les proporcionaba los modelos S01 para su flota compartida de 632 motocicletas.

No obstante, la compañía seguirá prestando garantía a los compradores de los modelos de moto eléctrica que se hayan vendido hasta ahora. De hecho, a día de hoy, SeatMÓ sigue ofertando los modelos y su servicio dentro de la web de Seat con tres motocicletas (MÓ 125 Performance, MÓ 125 y MÓ 50). Seat continua vendiendo las motos de Silence hasta que se acabe el estoc de que dispone.

En este mismo movimiento, SeatMÓ queda integrada en la matriz de Seat S.A. y desaparece como empresa independiente dentro de la marca. Con ello el proyecto de micromovilidad pierde el hilo que había iniciado primero con los patinetes, luego las motos y con el 'nanocar' que habían estado desarrollando y empezado a industrializar con Silence en la planta de la compañía de Acciona en la Zona Franca. De hecho, ya existían unidades de la versión Seat del Silence S04 (presentado hace unas semanas) y el propio Wayne Griffiths hablaba de ello en multitud de ocasiones desde su llegada a la presidencia de Seat como elemento interesante del encargo de micromovilidad del grupo.

Volantazo de la electrificación

La decisión, que ninguna de las partes anuncia como defintiva, obedece a varios factores. El primero es el cambio de rumbo y de la velocidad de la implantación del vehículo eléctrico (tanto motos como coches), seguido por la fluctuación de precios de los componentes, el nivel de negocio derivado de la experiencia de motosharing en Barcelona ("elevados costes operativos y falta de rentabilidad") y por la idea de futuro en la propia marca.

La micromovilidad ha dejado de ser una prioridad, hecho apoyado en que en un principio la fecha de caducidad de producción de los coches de Seat (Ibiza, Arona y León, básicamente), que estaba prevista para 2028, se ha alargado al menos hasta 2032. La llegada de Oliver Blume a la cabeza del grupo Volkswagen habría contribuido a esa interpretación más realista, tanto de Seat como de la evolución de la electrificación total.

El Smart City Expo World Congress de 2019 sirvió para presentar la primera moto de la era Seat, el e-Scooter Concept, aunque lo más espectacular fue la puesta en escena del proyecto Seat Minimó, un 'nanocar' con el que Seat soñaba dar el salto a la micromovilidad de cuatro ruedas. Lo hizo un sonriente Luca de Meo que aprovechó para presentar su nueva división de movilidad urbana, Seat Urban Mobility, que acabría siendo SeatMÓ. El proyecto Minimó evolucionaría, y encontraría en Silence un socio de industrialización perfecto.

En agosto de 2020 se puso en marcha el servicio de 'motosharing' de Seat en Barcelona como complemento de SeatMÓ, que había nacido un año antes como una empresa centrada en la creación de servicios y productos de micromovilidad, con la moto eléctrica eScooter 125, desarrollada junto a Silence, y el eKickscooter 65. La idea del sharing entraba en la filosofía de la marca: "Nuestra meta es convertirnos en el aliado que las ciudades necesitan para ser más eficientes, sostenibles y seguras", apuntaba el máximo responsable de SeatMÓ, Lucas Casasnovas. Uno de los problemas es que esas ciudades parece que no contemplan la movilidad de la misma forma.

Con la puesta en pausa de SeatMÓ se pausa, obviamente, el ilusionante proyecto de Seat de disponer de un vehículo pequeño de micromovilidad cuyo precio iba a estar en torno a los 15.000 euros. Ya se habían hecho pruebas de validación y los propios ingenieros de Seat habían estado colaborando con los de Silence para optimizar el proceso de industrualización del vehículo.No obstante, en las rondas de consulta hechas por la marca con los diferentes mercados, la previsión de pedidos no acababa de ser satisfactoria, lo que obligó a replantear el número de unidades programadas. No solo con el micorcoche, que en su prototipo se lamó 4Wheeler (y que llegó a estar anunciado en la página web de Seat), también con las motos.

La puesta en marcha de la producción para Seat estaba a punto y en las últimas reuniones entre las partes ya existía el acuerdo definitivo para firmar. No acabaron de ponerse de acuerdo pese al gran trabajo realizado, y decidieron darse un tiempo. Un tiempo que se antoja definitivo.

La primera consecuencia de ese 'tiempo de reflexión' fue la paralización del servicio de motosharing y la consecuente anulación de más pedidos de motos. Eso, unido a la caida del mercado eléctrico ha obligado a Silence a reajustar su producción (incluso a aplicar un Erte, que ya no está activo) y a focalizar los esfuerzos en el lanzamiento del nuevo microcoche de la marca de Acciona. La planta de Silence está arrancando la producción y ultimando los ajustes en la línea, una línea que, por cierto, ya se beneficia de algunas ideas de industrialización que compartieron con los ingenieros de Seat.

Hemos podido saber que, en paralelo, Seat sigue explorando soluciones de movilidad de cara al futuro, y se ha contactado con otras empresas del sector para trabajar en posibles desarrollos, aunque la marca no ha precisado detalles por ahora.

Lo que sí está claro es que el 'nanocar', de momento, lo venderá solo Silence (Acciona) en España y Nissan (un nuevo actor en esta historia) entrará en juego comercializando el S04 en sus concesionarios de Alemania, Francia, Noruega e Italia. Muy pronto se añadirá UK. Por lo pronto los concesionarios de Nissan de varios paises de Europa ya se han pasado por la fábrica para conocer el nuevo producto. El principio de una nueva relación. Pero la entrada de Nissan, más bien el regreso de Nissan a la Zona Franca donde en su antigua fábrica se producen los S04 Silence, es otra historia.

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