Vall Companys supera los 4.000 millones en ventas y duplica su beneficio

El Grupo agroalimentario Vall Companys cerró el ejercicio 2023 con una facturación de 4.148 millones de euros, lo que supone un incremento de un 38% más con respecto al ejercicio anterior. Según se desprende las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la evolución de las ventas ha estado ligada a los precios históricos de cotización del porcino en Mercolleida fruto el impacto inflacionista de 2022; las adquisiciones de Embutidos Rodríguez, en enero del año pasado y de Grupo Sada, así como el proceso de fusión de la división harinera con Caja Rural de Navarra a finales de 2022. El grupo, formado por unas 45 empresas en España, obtuvo el año pasado un beneficio neto de 243 millones, más del doble que en 2022, cuando alcanzó los 110 millones.

La última operación internacional del grupo fue la entrada en la brasileña Master Agroindustrial con un 32,7% de las acciones. Esta firma tiene una capacidad de sacrificio de 3.000 cerdos por día, 2.000 empleados y colabora con 320 granjeros. Desde 2017, el Grupo Vall Companys ha ido implantándose como accionista minoritario en empreas en Perú, Colombia, México, Uruguay y Brasil. Todas las operaciones "han pasado por establecer sinergias, aportar 'know-how' y fortalecer la cadena de valor ganadera y cárnica", explican desde la compañía.

Por divisiones, las ventas del negocio de la harina de este gigante agroalimentario con sede en Lleida se enmarcan en el ámbito nacional, una dinámica similar a la división avícola con un flujo exportador aproximado del 7%, mientras que en la división de porcino, la parte de exportación representa más de un 30% con Europa Central y Asia como principales mercados.

Política de reinversión

La compañía mantiene su política de reinversión de los beneficios con unas inversiones que el año pasado ascendieron en España hasta los 87 millones de euros, frente a los 81 millones del ejercicio precedente. Vall Companys ha obtenido un margen del 5,8% respecto las ventas a terceros, que se traduce en un beneficio neto de 243 millones de euros. El incremento del margen del 2% se debe a "la capacidad de tener un coste de producción más óptimo que los precios de lonja, que consiguieron máximos históricos; una política de coberturas estratégica en la contratación de materias primas de alimentación animal y energía -para protegerse de la volatilidad del mercado-, y sinergias y eficiencias comerciales", según la empresa. el grupo sufrió en 2022 los efectos de la inflación, especialmente d elos costes energéticos y de los piensos.  

El año pasado, Vall Companys consolidó el proyecto de cerdo ibérico. Se pasó de ser socio del 40% al 100% en las instalaciones de sacrificio y despiece en Soto de la Vega (Embutidos Rodríguez). De este modo, la compañía ha estructurado lo que denomina su "vía de la plata" de norte a sur desde la provincia de León hasta el municipio de Jabugo; con una empresa de integración ganadera con granjas asociadas en Castilla y León (ibérico de cebo), sur de Extremadura y noroeste de Andalucía (ibérico de bellota); la citada planta cárnica de sacrificio y despiece en Soto de la Vega. El grupo pasó de sacrificar 33.000 cerdos ibéricos en 2017 a 320.000 en 2023, con la perspectiva de seguir creciendo en el ejercicio actual.

La compañía cuenta con más de 2.600 granjas asociadas y cerró 2023 con 12.558 empleos directos en sus plantas productivas y servicios centrales; un 9,2% más que el cierre del año 2022. La mayoría de estos empleos se generan en poblaciones de la España rural, donde el Grupo Vall Companys tiene sus centros productivos. El grupo apuesta por la formación continua. El año pasado se invirtieron más de 490.000 euros en formación y un total de 30.290 horas.