Investigación de EL PERIÓDICO

El Barça reconoce que subcontratas del Camp Nou impagaron sueldos a sus trabajadores: "No hubo mala fe"

Treball acreditó fraude en 40 de las 59 compañías inspeccionadas y el Club defiende que Limak, la constructora, "hace todos los controles"

La Generalitat aflora 1,5 millones de euros en salarios impagados entre las subcontratas de las obras del Camp Nou

VÍDEO | Trabajadores de las obras del Camp Nou denuncian "explotación laboral"

Las obras del Camp Nou desde dentro: tres meses siguiendo a los trabajadores rumanos del Camp Nou

Las obras del Camp Nou desde dentro: tres meses siguiendo a los trabajadores rumanos del Camp Nou / Manu Mitru

Gabriel Ubieto

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El Fútbol Club Barcelona ha reconocido públicamente los impagos salariales y las horas extras no cotizadas por 40 de las subcontratas involucradas inicialmente en las obras del Camp Nou. Fraudes laborales acreditados por la Inspecció de Treball dependiente de la Generalitat de Catalunya tras las informaciones publicadas, en noviembre del 2023, por EL PERIÓDICO y que afectaban a casi 1.100 trabajadores de dichas subcontratas. 

“No hubo mala fe”, ha afirmado el director de operaciones del Espai Barça, Joan Sentelles, este miércoles en rueda de prensa. El club ha comparecido para dar cuenta del estado de las obras y de la fecha de retorno del equipo al estadio blaugrana, que será –si no hay contratiempos- para diciembre de este año y con un aforo limitado a 64.000 aficionados. 

Durante la misma Sentelles y la vicepresidenta institucional, Elena Fort, han explicado, entre otras cosas, que las obras –responsabilidad de la empresa Limak- han recibido ocho visitas de Inspección de Trabajo desde que comenzaron, hace un año. Y, por el momento, ninguna compañía implicada en la misma ha recibido una sanción por parte de la autoridad laboral. “Somos la obra más fiscalizada de Catalunya y estamos encantados, sabemos que cumplimos las normativas”, ha afirmado Centelles.

El director de operaciones ha obviado en su primera intervención los centenares de requerimientos –paso previo a la sanción- que las empresas subcontratadas han recibido por pagar salarios por debajo de convenio o convenios incorrectos. Diferencias que, según denunciaron varios trabajadores a este medio, les suponían mermas habitualmente de alrededor de 400 euros mensuales y que la Inspección pudo acreditar que vulneraron los derechos de casi 1.000 empleados en los primeros compases de la obra. 

“Siempre hay gente que está más contenta y gente que está más descontenta”, ha afirmado Sentelles en su primera intervención, en la que tampoco ha mencionado las 16.000 horas trabajadas pero no cotizadas ni cobradas que pudo acreditar la autoridad laboral durante sus pesquisas. 

Requerido por estas dos cuestiones en la ronda de preguntas de los periodistas, Sentelles ha reconocido que hubo un "problema con la interpretación de los convenios", se ha excusado en que "no había mala fe" y lo ha remitido a "un tema que depende de Limak", si bien ha insisitdo en que "estamos cumpliendo a rajatabla". La responsabilidad subsidiaria de potenciales fraudes laborales en la obra es de Limak y no del promotor, el Barça.

Convenio con los sindicatos

Desde el club han explicado que Limak, en coordinación con ellos, reclama certificados mensuales de que todas las subcontratas están al corriente de pagos, tanto a sus proveedores, como a sus trabajadores. No obstante, si luego ese dinero acaba llegando a los trabajadores no pueden certificarlo. “No podemos pedir los recibos de ingresos, todo lo que nos permite la ley lo estamos haciendo”, ha afirmado Sentelles. 

Tras las distintas denuncias laborales que se han sucedido sobre las obras del Camp Nou, el Barça se ha avenido tras meses de conversaciones a dejar entrar a los sindicatos más representativos en el sector de la construcción al estadio. Y es que gran parte del sector no está sindicalizado, se estructura en empresas pequeñas sin comité de empresa y carece de los controles mínimos que asumen las centrales. Ahora, la directiva del Barça está ultimando con CCOO “un convenio para incrementar las verificaciones de que todo lo que se hace en esta obra esté fiscalizado y verificado”, ha explicado Sentelles. 

Primer partido, en diciembre

Los máximos responsables del Espai Barça han organizado una visita a las obras del estadio para que un grupo de periodistas pudieran ver en qué estado estaban los trabajos. Una visita de la que el redactor de este medio no ha podido participar debido a la negativa del club, que se ha excusado diciendo que no disponía de zapatos de seguridad de su talla (un 44).

El resto de periodistas sí han podido comprobar como discurren parte de los trabajos, que avanzan con el objetivo de poder celebrar el primer partido del Nou Camp Nou en diciembre de este mismo año. No obstante, competiciones como la Champions League deberán esperar un poco más, ya que la UEFA únicamente permite disputar encuentros durante la fase de grupos en un mismo estadio y no ha autorizado al Barça cambiarse a media fase, tal como han reconocido los directivos del club.

Desde el 1 de enero del 2025 los blaugrana ya volverán a su estadio, si bien las obras en el mismo continuarán en paralelo. Está previsto que los últimos trabajos de calado finalicen durante el segundo trimestre del 2026, si bien los retoques pueden alargarse. A medida que se asegure la tercera gradería y la cubierta se irá ganando aforo y está previsto que, en su máxima capacidad, el nuevo estadio pueda acoger a 104.000 personas.

Falta de manos

Ese calendario de regreso progresivo, no obstante, puede verse demorado, tal como han reconocido desde el club, por potenciales imprevistos y dificultades que vayan apareciendo. Una de las que más lamentan y ya sufren es la falta de trabajadores disponibles para operar las obras a pleno rendimiento y todas las horas posibles.

"Nos faltan trabajadores cualificados", se ha lamentado Fort, que también se ha quejado de las "trabas burocráticas" que se encuentra Limak a la hora de pedir permisos para contratar profesionales directamente desde el extranjero. Distintas fuentes consultadas por este medio coinciden en explicar que la intención de Limak era traer grandes cantidades de obreros directamente desde Turquía, algo que no permite la normativa laboral española. Ante ello, han optado por reforzarse con una serie de subcontratas que operan en el este de Europa, pero dentro del espacio Schengen y con permisos de trabajo comunitarios.

Pese a esa carestía, desde el Barça han insistido en que ni ellos ni Limak han relajado los controles sobre la normativa laboral y que, en aras de no perder mano de obra, no están siendo más permisivas con subcontratas con antecedentes previos de incumplimientos para con sus obreros.