Infraestructuras

Foment eleva a 42.500 millones el déficit de inversión pública en Catalunya

Sánchez Llibre tacha de "tomadura de pelo" la falta de actuaciones de las administraciones y apela a un pacto político en el Parlament para proyectos prioritarios

El déficit de inversión en infraestructuras catalanas ya roza los 40.000 millones de euros, según Foment

El president de Foment, Josep Sánchez Llibre. | EL PERIÓDICO

El president de Foment, Josep Sánchez Llibre. | EL PERIÓDICO / AGUSTÍ SALA

Agustí Sala

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No se reduce sino que aumenta el déficit de inversión pública en infraestructuras en Catalunya desde 2009. El año pasado acumuló una cifra que ya roza los 42.500 millones, en concdreto, 42.486 millones de euros en los últimos 14 años, según el estudio actualizado por Foment del Treball. Hace un año, la organización patronal ya situó en 39.369 millones ese desfase. Solo en 2023 incorporó otros 3.117 millones, más del doble del desfase registrado en 2022.

El estudio lo han presentado el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, acompañado por la responsable de la comisión de infraestructuras, Anna Cornadó; el del departamento de Economía, Salvador Guillermo; y Lluís Moreno, presidente de la Cambra de Contractistes. Las administraciones locales suelen tener una evolución más estable, aunque afectada por los periodos electorales; mientras que la política de reducción del déficit ha impactado especialmente en las inversiones del Estado y de la Generalitat, alerta la patronal catalana.

Sánchez Llibre, que ha explicado que este estudio se ha remitido a todas las administraciones, ha considerado la cifra de "escandalosa". Y ha considerado una "vergüenza" la gestión tanto del Estado como de la Generalitat en materia de inversiones en infraestructuras y "una tomadura de pelo intolerable", que las administraciones deben resolver. Esta falta de inversión hacen perder competitividad y bienestar de los ciudadanos, ha insistido.

El presidente de Foment ha afirmado que ahora es el momento de reclamar un gran pacto político en Catalunya para abordar el plan de infraestructuras con los proyectos que Foment ve prioritarios. A juicio de la patronal estos elementos esenciales son mejorar la movilidad por ferrocarril, la interconectividad entre territorios, la internacional, el transporte ferroviario de mercancías y las inversiones hídricas y el combate contra la sequía. Todo ello se solventaría con una inversión equivalente al 2,2% del producto interior bruto (PIB), una media similar a la europeas, según Foment.

Necesidades concretas y específicas

Anna Cornadó ha recordado que en España la inversión pública es mucho más irregular que en otros países europeos y debería ser más sostenida en el tiempo. Ha destacado el peso industrial, la distribución territorial, la ubicación geográfica de Catalunya, que requieren unas necesidades concretas y específicas. El déficit se acumula año tras año y afecta económica, social y medioambientalmente a la comunidad y por ello crecen los problemas y aparecen otros nuevos. "No queda otra vía que aumentar la inversión en infraestructuras", ha concluido.

Salvador Guillermo ha recordado que el primer análisis lo realizó Foment en 2019. La licitación de obras de todas las administraciones a lo largo de todos estos años está distanciada de la media del 2,2% en Europa. Según los datos recopilados por Fomento, solo se produjo superávit con respecto al 2,2% del PIB en 2009 (1.158 millones) y 2010 (83 millones). Desde entonces no ha hecho más que crecer el déficit.

Lluís Moreno, por su parte, que también es vicepresidente de Foment, ha comparado el nivel inversor con 14 regiones europeas, Catalunya se sitúa por encima de la media en kilómetros de autopistas, pero por debajo en densidad de carreteras y más accidentes de tráfico, aunque se mejora, lo que significa que "hemos de mejorar la seguridad de las carreteras". Ha cifrado en unos 1.000 millones anuales y en 400 millones adicionales las cantidades que el Estado y la Generalitat deberían sumar a sus inversiones.

Si se compara con ferrocarril, la densidad está por debajo de la media y además existen un déficit en el mantenimiento, ha explicado Moreno. También está por debajo de la media en puertos, especialmente en mercancías. En lo que respecta aeropuertos, se está por encima de la media en pasajeros, pero con el riesgo de colapso dado el aumento de la demanda, mientras que en mercancías está por debajo de la media.

Moreno destaca la importancia de cumplir el plan de Rodalies, así como la ampliación de las líneas 1, 2, 3 y 4 de Metro; el tranvía del Camp de Tarragona, la conexión por la Diagonal en Barcelona y planificar este medio de transporte en zonas densamente pobladas como la Costa Brava, entre otras.

Otro punto prioritario son las actuaciones relacionadas con la seguridad viaria e interconexión de territorios, con la ampliación de 3 y 4 carriles en la AP7, entre otras. Foment también destaca la necesidad de mejorar la conectividad internacional del aeropuerto con actuaciones como la conexión por alta velocidad de los aeropuertos de Girona y Reus con el de Barcelona.

Transporte ferroviario

La patronal también insiste en reivindicar el corredor del mediterráneo en aras a mejorar el transporte ferroviario de mercancías, enter otras. A su vez subrayan la necesidad de acelerar las inversiones para el autoabastecimiento hídrico y la lucha contra la sequía, con la ampliación de la desaladora de Tordera o la ampliación de las potabilizadoras del Besòs y el Llobregat, entre otras.

Solo el año pasado, selicitaronn 3.318 millones y deberían haberse alcanzado los 6.400 millones, según las estimaciones de Foment. En 2023, el peso con respeto al PIB bajó al 1,1%, frente al 1,5% que había alcanzado en 2022. en los últimos años se había reducido la brecha, pero la tendencia se rompió en 2023 por la caída de la inversión del Estado, ha explicado Guillermo.

Sobre esta cuestión, al igual que sobre el desfase entre llo licitadoy lo realmente ejecutado, se ha pronunciado también en varias ocasiones la Generalitat. El año pasado, la Conselleria de Economia estimó que desde 2010, se ha dejado de ejecutar el 49,6% de los presupuestos generales del Estado destinados a Adif y Renfe en Catalunya. Este análisis elevaba a 3.639 millones de euros la suma que se ha dejado de ejecutar en los últimos 13 años y agravaba la relación con el Gobierno central a cuenta de los problemas en Rodalies.