Previsiones

El FMI confirma a España como motor del crecimiento europeo este año

El organismo internacional eleva cinco décimas su previsión de primavera, hasta el 2,4%, frente al 0,9% de la zona euro; y mantiene en el 2,1% la de 2025

El INE eleva una décima el crecimiento de la economía en el primer trimestre, hasta el 0,8%

Primer domingo de tiendas abiertas en Barcelona en zonas turísticas

Primer domingo de tiendas abiertas en Barcelona en zonas turísticas / JORDI COTRINA

Agustí Sala

Agustí Sala

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Nueva revisión al alza. La economía española se consolida este año como el principal motor de crecimiento europeo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elevado la previsión de aumento del producto interior bruto (PIB) en cinco décimas con respecto a abril pasado, hasta el 2,4%; y mantiene en el 2,1% la de 2025. Esta evolución supera con creces la de la zona euro, con un alza del 0,9% en 2024, una décima más que lo que estimó en abril; y lo mantiene en el 1,5% en 2025. La previsión para este año está alineada con la revisióm al alza estimada por el Gobierno, que este martes ha aprobado el nuevo cuadro macroeconónico, los objetivos de déficit y deuda y el techo de gasto de cara a los presupuestos del Estado para 2025.

En el conjunto europeo incide el casi nulo crecimiento de Alemania, la locomotora del continente, para la que se mantiene una previsión de crecimiento del 0,2% este año y del 1,3% el que viene. Para otro de los grandes países, Francia, el FMI estima un aumento de dos décimas con respecto a hace cuatro meses, con el 0,9% para 2024 y el 1,3% el ejercicio próximo, una décima menos de lo previsto inicialmente. En lo que respecta a Italia, el pronóstico es de un alza del 0,7% este año, dos décimas menos que en abril; y del 0,9% en 2025, tal como se estimó en primavera.

En la actualización de sus previsiones, el organismo financiero internacional proyecta que el crecimiento mundial estará en línea con el pronóstico de 'Perspectivas de la economía mundial' (WEO) de la primavera pasada, en el 3,2% en 2024 y el 3,3% en 2025. En cuanto a EEUU, el FMI augura un crecimiento este año del 2,6%, una décima menos de lo previsto en primavera; y mantiene la del 1,9% para el ejercicio próximo.

A su vez destaca que la inflación en el sector de los servicios está frenando los avances en materia de desinflación. Y esto está complicando la política monetaria. Como consecuencia de ello el Banco Central Europeo (BCE), que acordó en junio la primera bajada de los tipos de interés en 8 años, previsiblemente los mantendrá en su reunión del jueves de esta semana, según los analistas.

Según el FMI, los riesgos al alza para la inflación han aumentado, lo que supone "la perspectiva de tasas de interés más altas durante un periodo aún más largo", en un contexto de crecientes tensiones comerciales y mayor incertidumbre política.

Actividad y comercio

La actualización de las previsiones destaca que la actividad y el comercio mundiales se fortalecieron a finales del pasado, con un comercio impulsado por fuertes exportaciones de Asia, particularmente en el sector tecnológico. En relación con el informe WEO de abril de 2024, el crecimiento del primer trimestre ha sorprendido al alza en muchos países, aunque las sorpresas a la baja en Japón y EEUU fueron notables. En Europa surgieron brotes de recuperación económica, liderados por una mejora de la actividad de servicios. A juicio del fondo, en la zona del euro, "la actividad parece haber tocado fondo" y se ve favorecida por un mayor impulso en los servicios y exportaciones netas. Para el año que viene se espera que el principal motor sea el consumo "gracias al aumento de los salarios reales, así como una mayor inversión" gracias a la flexibilización de las condiciones de financiación en medio de una relajación gradual de la política monetaria. El sector manufacturero sugiere una recuperación más lenta en países como Alemania.

El informe subraya que en China, para la que el FMI prevé un crecimiento del 5% este año, cuatro décimas más de lo estimado en abril; del 4,5% en 2025, cuatro décimas más también, se produjo un resurgimiento del consumo interno que impulsó el crecimiento positivo en el primer trimestre, ayudado por lo que parecía ser un aumento temporal de las exportaciones. Estas evolución ha reducido un poco las divergencias de producción entre las economías.