ENERGÍA

Cepsa desafía a Naturgy y Repsol con otra gran alianza para el ‘boom’ de los gases renovables

El grupo energético acelera su apuesta por el biometano y sella un acuerdo con Prezero para construir nuevas plantas que se suma a la alianza que ya firmó con Kira Ventures.

Planta de producción de biometano.

Planta de producción de biometano. / Cepsa

David Page

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Cepsa redobla su apuesta por el ‘boom’ de los gases renovables en España. El grupo desafía a otras grandes de la energía que han entrado en esta carrera de los gases verdes, como Naturgy, Repsol o Redexis, y planta cara a gigantes financieros, como Goldman Sachs o Macquarie, y acelera para hacer más ambicioso el despliegue de plantas de biometano en el mercado español.

Cepsa ha sellado una gran alianza estratégica con el grupo Prezero para construir de manera conjunta plantas de biometano -obtenido a partir de biogás generado reciclando residuos orgánicos- y para la producción de biocombustibles de segunda generación y producción químicos circulares. Una alianza que se une al acuerdo ya firmado el pasado octubre por Cepsa con Kira Ventures para levantar una quincena de plantas de biometano en España.

Cepsa y Prezero ya trabajan en el desarrollo de una planta de biometano en la provincia de Huelva, que tendrá una capacidad de producción anual de hasta 100 gigavatios hora (GWh) que se utilizarán para la producción de hidrógeno verde y de combustibles renovables. Esta planta se construirá en las instalaciones de Cepsa en Palos de la Frontera, donde la compañía cuenta con un parque energético y una planta química. La energética también está construyendo en Huelva la mayor planta de biocombustibles 2G del sur de Europa -que producirá combustible sostenible de aviación (SAF) y diésel renovable- y tiene previsto desarrollar una planta de hidrógeno verde con una capacidad de 1 gigavatio (GW), como parte dentro del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde.

PreZero, que el año pasado produjo el 75% de todo el biometano generado en España, suministrará a Cepsa este gas renovable de forma preferente en algunos proyectos. Durante su ciclo de vida, el biometano puede reducir hasta el 90% de las emisiones de CO2 respecto al gas natural y tiene las mismas características que éste, lo que permite que pueda almacenarse o inyectarse en la actual red de transporte gasista, sin necesidad de desarrollar nuevas infraestructuras. El acuerdo también permitirá a Cepsa adquirir CO2 biogénico, procedente de las plantas de biometano de PreZero España, para la producción de combustibles sintéticos.

Pugna entre los grandes

Cepsa entra así en la carrera de los gases renovables con Naturgy o Repsol. Naturgy ha puesto en marcha una estrategia para liderar la producción y la distribución de biometano en el mercado español. La compañía tiene ya con tres plantas de producción de biometano operativas, sumará dos más en breve y cuenta con unos 50 proyectos más en diferentes fases de tramitación. Y su red de distribución de gas más de 57.000 kilómetros ya tiene conectadas una decena de instalaciones de producción y el objetivo es ir sumando nuevas plantas hasta superar la sesentena a medio plazo.

Por su parte, Repsol también participa en la fiebre por los gases renovables y se estrenará en la producción de biometano a través de un acuerdo para hacerse con una participación del 40% en la compañía española Genia Bioenergy. Un acuerdo que incluye 19 de las plantas de biometano de Genia que se encuentran en estado de desarrollo en España y Portugal, y también los 11 proyectos de plantas que se sumarán y cuyo desarrollo aún está en una fase temprana.

Fiebre del biometano

El biometano es un biogás obtenido mediante un proceso de descomposición de residuos de la agricultura, ganadería o aguas residuales y al que se somete a un proceso de limpieza para hacerlo compatible con el actual gas natural, con el que se puede mezclar, y con gran parte de los equipos domésticos e industriales que hoy utilizan gas y también con las redes gasistas actuales. Desde el sector gasista español se viene subrayando que se trata de producción de energía local, con impacto industrial y de economía circular al reutilizar los residuos orgánicos, y que ayuda a la descarbonización.

El biometano aspira a ser un nuevo vector energético clave para descarbonizar sectores industriales que tienen difícil o imposible electrificar sus procesos productivos y ahora ya está más maduro en su desarrollo que la esperada futura revolución del hidrógeno verde. Según un informe de la Asociación Española del Gas (Sedigás), España tiene un potencial de producción de biometano de 163 teravatios hora (TWh) al año, con lo que conseguiría cubrir el 45% de toda la demanda española de gas natural del año pasado y con lo que habría ahorrado unos 4.000 millones de euros a los consumidores en su factura energética por la reducción de compras de gas a países terceros. En 2022 la producción de biometano no alcanzó siquiera los 0,25 TWh.

La materialización de todo el potencial nacional de generación de este gas renovable, según las estimaciones de Sedigás en el ‘Estudio de la capacidad de producción de biometano de España’, conllevaría la puesta en marcha de 2.326 plantas especializadas en toda el país, frente a las nueve que actualmente están operativas y los cerca de 200 proyectos que las compañías tienen en cartera. La construcción de estos más de dos millares de instalaciones implicaría ejecutar inversiones de unos 40.500 millones de euros hasta 2030 y la generación de 62.000 empleos entre directos e indirectos asociados a su operación y mantenimiento.