GEOPOLÍTICA

Shlomo Ben Ami: "Los desafíos del Mediterráneo han quedado en un segundo plano en Europa"

El historiador, político, diplomático y vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz ha abordado los retos de la región durante una ponencia en el marco de la segunda jornada del Foro del Mediterráneo

Sholomo Ben Ami, historiador y diplomático, durante su ponencia en la segunda jornada del I Foro Económico y Social del Mediterráneo.

Sholomo Ben Ami, historiador y diplomático, durante su ponencia en la segunda jornada del I Foro Económico y Social del Mediterráneo. / Fernando Bustamante

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El Mediterráneo forma parte de Europa, pero las principales instituciones del Viejo Continente lo han dejado en un segundo plano, según asegura el diplomático Shlomo Ben Ami. Este historiador y político conoce esta región del mundo y sus desafíos en profundidad y los ha repasado en la segunda jornada del I Foro Económico y Social del Mediterráneo organizado por Prensa Ibérica con apoyo de la Fundación La Caixa. Desde los problemas de estabilidad política que sufre el norte de África hasta el sempiterno conflicto árabe-israelí, todas estas cuestiones han sido retratadas por el que ha sido una de las principales personalidades diplomáticas de finales del siglo XX.

Ben Ami asegura que su primera visión del Mediterráneo proviene de la Tánger cosmopolita. "Después he conocido en profundidad la otra punta de la región, desde el corazón del conflicto árabe-israelí. El sueño de mi infancia es un Mediterráneo pacificado en el que judíos y árabes volvamos a construir la unidad dentro de la diversidad", ha asegurado tras realizar un riguroso repaso por la amplia Historia de la región. "Decir civilización es decir Mediterráneo. En esta cuenca marítima empezó todo. Desde el dominio de la cultura democrática helena pasando por el auge del islam, la república cristiana romana hasta el renacimiento carolingio del siglo XII y el segundo renacimiento", ha explicado.

A pesar de ello, la región del Mediterráneo ha perdido interés para la Unión Europea, más preocupada por la amenaza que supone Rusia y la guerra en Ucrania. "La ampliación de la Unión Europea al este y la integración de los países del antiguo bloque comunista han centrado las energías de las instituciones europeas y no la resolución de los problemas de la cuenca del Mediterráneo", ha lamentado Ben Ami. Además, Europa ya no es el único actor interesado en potenciar el Mediterráneo. "El eje se desplaza hacia el golfo Pérsico. Estas naciones están cada vez más interesadas en comerciar y expandir su influencia en la zona", ha asegurado.

"Construir un frente sur estable"

Shlomo Ben Ami ha realizado durante su ponencia un repaso de los países del norte de África que se sitúan alrededor del mar Mediterráneo y ha destacado que la estabilidad de estas naciones es crucial para garantizar un frente sur seguro para la Unión Europea. "Si Europa quiere un sur estable, tiene que prestar atención al Mediterráneo", ha aseverado.

Pero Ben Ami ha advertido que los países del norte de África se enfrentan a una gran inestabilidad política que pone en cuestión la seguridad en toda la región. "Libia es el ejemplo más claro. Más de una década después de la caída del dictador Gadafi aún no se ha encontrado una solución para pacificar el país. Se ha debatido sobre si la legitimidad del próximo Gobierno tiene que basarse en la Constitución de 1951 de los Senussi o si se tiene que formar a partir de la guerra civil. Es algo que no está claro y considero que es necesario un nuevo enfoque para resolver el conflicto", ha desarrollado.

Por otro lado, Ben Ami ha repasado el resto de naciones norteafricanas. "Tan solo Marruecos ha logrado imponer cierta inestabilidad política. Pero ni Túnez, ni Egipto ni Argelia han sido capaces de construir instituciones fuertes. El dilema del mundo árabe siempre es el mismo: islamismo o autoritarismo laico. Cuando hay elecciones libres han ganado las opciones islamistas, como ocurrió en Gaza o en Egipto. Las repúblicas no han salido fortalecidas de las primaveras árabes mientras que las monarquías sí lo conseguido", ha explicado.

Con el objetivo de sobreponerse a este panorama, Ben Ami ha recomendado que Europa preste más atención a los problemas del Mediterráneo y utilice las herramientas de las que dispone para mejorar la integración regional. "Los países del norte no son conscientes de que el Mediterráneo es el patio trasero de Europa y se han relegado a un segundo plano. Cuando se inició el proceso de Barcelona había esperanzas en pacificar toda la región, pero eso se ha esfumado a día de hoy", ha explicado.

Ben Ami también se ha referido a la necesidad de que Europa sea consciente de que el mayor dilema del continente en el futuro será elegir entre mantener el estado-nación o evolucionar a un sistema similar a Estados Unidos. "El dilema hoy es si Europa quiere americanizarse. Estados Unidos se ha basado en una Constitución en la que todos pueden ser extranjeros, mientras que Europa ha evolucionado basándose en el estado-nación. Por los cambios demográficos y la inmigración tiene el Europa, el gran reto ahora es el de aceptar al extranjero", ha concluido Ben Ami.