Next Generation EU

El Gobierno ultima los acuerdos para poner en marcha 40.000 millones en créditos europeos

El Ejecutivo prevé aprobar este mes los convenios con el ICO necesarios parar firmar los contratos con los bancos, que estiman que los préstamos empezarán a llegar a las empresas durante el verano

El ICO comenzará a ofrecer 40.000 millones en préstamos europeos a las empresas a partir del segundo trimestre

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. / EUROPA PRESS / ALEJANDRO MARTÍNEZ VÉLEZ

Pablo Allendesalazar

Pablo Allendesalazar

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuenta atrás para que los hasta 39.862 millones de euros de financiación que canalizará el Instituto de Crédito Oficial (ICO) de los créditos europeos 'Next Generation EU' comiencen a estar disponibles para empresas y autónomos (y en menor medida, particulares). El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar antes de que acabe el mes los convenios entre el banco público y los Ministerios de Economía y Vivienda para lanzar las tres líneas principales del programa (34.150 millones), según confirman a este diario fuentes gubernamentales. Hay menos certeza sobre si también será posible hacerlo con el Ministerio para la Transformación Digital para las dos líneas restantes (5.712 millones).  

Las líneas más avanzadas son la ICO-Verde (22.000 millones en créditos a hogares y empresas privadas y públicas para inversiones verdes), la ICO Empresas y Emprendedores (8.150 millones para financiar inversiones empresariales en condiciones favorables), y el fondo de 4.000 millones para aumentar el parque de vivienda social y de alquiler asequible en unas 40.000 viviendas a través de promotores públicos o privados. Las otras dos son el Fondo ICO Next-Tech (4.000 millones para facilitar el crecimiento de 'startups' tecnológicas) y el 'Spain Audiovisual Hub' (1.712 millones para el sector audiovisual y de videojuegos).

Los convenios con los ministerios, en los que se fijarán las condiciones concretas de cada una de las cinco líneas, son el paso previo necesario para que el ICO firme los acuerdos bilaterales con los bancos interesados en canalizar los entre 18.700 y 20.000 millones previstos para las entidades financieras, que participarán en todas las líneas salvo la Next-Tech. Otros 8.750 millones se vehicularán a través de entidades privadas de capital riesgo, mientras que el resto los canalizará el ICO directamente a través de préstamos directos a compañías y la adquisición de deuda empresarial para proyectos concretos.

El ICO aportará a los recursos a los bancos y las entidades serán las que realicen las operaciones con sus clientes, asumiendo en solitario el riesgo de que este no les pague. El tipo del crédito para el banco se fijará en función del coste de la financiación emitida por la Unión Europea (unos 0,2 o 0,3 puntos menor al del Tesoro, en función de si el plazo es mayor o menor a cinco años), mientras que el costes para el cliente dependerá de características como el plazo de amortización y su perfil de riesgo.

A lo largo del verano

Los créditos llegarán a la economía con algo de retraso: la idea inicial del Gobierno era que estuvieran disponibles a principios de año y posteriormente barajó la fecha de después de Semana Santa. Los bancos se han mostrado comprensivos, pero también preocupados. "Es donde tenemos algo más de dudas. La intención del Gobierno era que esto empezara a funcionar en enero, y lo que hemos visto es que los plazos se han ido alargando más de lo deseado por todos, aunque el plazo final de solicitud (de los créditos por parte de las empresas) de 31 de agosto de 2026 no se ha movido. Esto lo que nos lleva es a que se reduce el plazo que tenemos para canalizar los fondos", advirtió María Abascal, directora general de la patronal AEB, hace unas semanas en un acto de la CEOE. 

La número dos de la patronal liderada por el Santander y el BBVA, eso sí, consideró "comprensible" el retraso por responder a una "negociación compleja con Bruselas". Apuntó, además, que los créditos podrían comenzar a estar realmente disponibles en el mercado bancario "más o menos hacia el verano", si bien precisó que "puede ser principios del verano o nos podemos ir hacia el final del tercer trimestre, ya veremos". Algunas fuentes bancarias, de hecho, no descartan que la financiación no esté plenamente operativa y a disposición de las empresas hasta comienzos del otoño.

Retos

Más allá de los plazos, Abascal señaló varios retos que la banca considera que es necesario superar para que los créditos europeos sean exitosos. Así, entendió fundamental que los préstamos vayan a proyectos de inversión productiva y no de gasto, ya que hasta ahora "un porcentaje elevado de fondos ha estado ligado a proyectos con finalidad pública". También advirtió de que la demanda de crédito empresarial ha bajado con fuerza en los últimos trimestres por la subida de tipos de interés, con lo que el "gran reto va a ser generar o encontrar una demanda de crédito solvente suficiente". En este sentido, resaltó que los préstamos europeos competirán con otras vías de financiación empresarial, con lo que la "ayuda financiera" que incluyan "tiene que ser suficiente como para compensar toda la carga administrativa que lleva asociada". 

En el mismo acto, el presidente del ICO, José Carlos García de Quevedo, apuntó que los cerca de 40.000 millones equivalen a entre el 6% y el 8% de la nueva financiación a a empresas concedida por la banca en los últimos dos ejercicios, con lo que se mostró convencido de que "es factible" que los préstamos lleguen a la economía en el "breve periodo de tiempo" previsto. También resaltó que los créditos deben estar formalizados antes del 31 de agosto de 2026, pero que los desembolsos pueden ser posteriores en función del proyecto, además de que el dinero que se vaya devolviendo podrá seguir reinvirtiéndose hasta agosto de 2036.

Líneas mejores y peores

Abascal se mostró convencida de que las líneas ICO Verde e ICO Empresas y emprendedores tendrán éxito, y aplaudió que en los proyectos que reciban financiación inferior a 10 millones de euros y se encuentren en el 'listado de actividades positivas' por su impacto medioambiental de la Comisión Europea sea suficiente con una autovaloración y una declaración responsable del cliente. Con todo, advirtió que las empresas deben ser conscientes de que si se equivocan en dicha declaración, el crédito habría que cobrarlo a condiciones de mercado, sin el tipo reducido de los préstamos europeos. El Gobierno, de hecho, está trabajando para facilitar que terceras empresas puedan verificar y certificar ese componente verde de los proyectos y evitar ese riesgo. 

La líder patronal, en cambio, mostró más dudas sobre la línea para promoción de vivienda social (por los largos periodos de amortización previstos y el mayor consumo de capital para los bancos) y la línea Next-Tech ("puede costar encontrar tanto proyecto"). "Entendemos que habrá líneas que funcionen mejor, otras que provoquen menos apetito, y es importante que haya cierta facilidad para realocar estos fondos si una línea no funciona del todo. El reto será que haya demanda de crédito", instó al Gobierno.

Suscríbete para seguir leyendo