Empresas

El RACC y La Caixa regresan a la Cambra de Comerç tras el fin de la presidencia independentista

Santacreu es elegido presidente de la Cambra y finiquita 4 años de independentismo

Santacreu

Santacreu / Quique García / EFE

Agustí Sala
Gabriel Ubieto
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El RACC y La Caixa, a través de su hólding inversor, Criteria, han regresado a la Cambra de Barcelona. Estas dos empresas pasan a ocupar una de las denominadas 'sillas de plata', es decir, dos plazas reservadas para aquellos que paguen un mínimo de 75.000 euros anuales y con ellos ganen voz y voto en el pleno de la Cambra. La entidad, gobernada desde el pasado octubre por Josep Santacreu, ha cerrado este martes el proceso electoral para renovar estas dos sillas y cierra así la renovación del organismo, tras su victoria sobre la candidatura independentista Eines de País, quien venía gobernando durante los últimos cuatro años la entidad.

Santacreu ha restablecido puentes entre las grandes corporaciones y la Cambra, una vez que parte del empresariado catalán se desmarcara del organismo público durante el gobierno independentista de Joan Canadell y Mònica Roca. En 2021 Naturgy, Abertis y Catalonia Hotels renunciaron y dejaron de pagar sus 'sillas de plata', un movimiento que oficialmente se justificó por "cuestiones organizativas" pero que desde gobierno y oposición en la Cambra se vio como un rechazo a las decisiones de la presidencia de Eines de País.

Poco después de esa renuncia, la presidenta de la entidad, Mònica Roca, que relevó como representante de la candidatura independentista, Joan Canadell, que pasó a ser diputado de Junts; cambió los estatutos del organismo para reducir el número de 'sillas de plata' a dos, el mínimo legal. Entonces había 14 y ahora quedan dos. Y es que históricamente estos escaños han estado ocupados por grandes empresas, ya que son las que pueden costearse las aportaciones monetarias requeridas, y los independentistas buscaban minimizar su influencia en las decisiones del pleno.

Desde que entró en vigor esa nueva organización, Criteria dejó de ocupar la plaza a cambio de aportación económica. No así el RACC, que la mantuvo hasta el final del mandato. Fruto del cambio de reglamento se ampliaron de 40 a 52 las vocalías elegidas por sufragio universal. Las otras seis, hasta llegar a 60 miembros, las ocupan a partes iguales las patronales Foment del Treball y Pimec.

El pasado 22 de abril se abrió el proceso electoral para estas dos vocalías y el plazo de presentación de candidaturas finalizó el pasado 14 de mayo. Ahora el RACC y Criteria recuperan la condición de empresas que aportan recursos para ocupar vocalía en el pleno, con lo que el pleno ya está formado por la totalidad de sus miembros. Los representantes tanto del RACC como el de Criteria se estrenarán ya en el pleno de este miércoles. Recuperar la presencia de empresas que dejaron la entidad con la llegada de la candidatura anterior impulsada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) era uno de los objetivos de Santacreu en este nuevo mandato, se presentó (y ganó) los últimos comicios como adalid de una candidatura "apolítica" y con vocación de "transversalidad".

El organismo podrá utilizar los nuevos recursos para enjugar pérdidas acumuladas a lo largo de los últimos cuatro años. Según los informes auditados los números rojos fueron de 2,56 millones en 2023; de 3,34 millones en 2022 (reformuladas tras declarar inicialmente pérdidas de 800.000 euros), de 300.000 euros en 2021 y de 477.511 euros en 2020. 2019, el último ejercicio presidido por Miquel Valls, fallecido en septiembre de 2019 y que fue presidente desde 2002 a junio de 2019, fue el último excedente positivo, de 54.706 euros.

Históricamente, entre las empresas que ocupaban este tipo de asientos de pago en la Cambra estaban compañías como CaixaBank, Banc Sabadell, Banco Mediolanum, Criteria, Deloitte, Indra, PWC, RACC, Damm y Sociedad General de Aigües de Barcelona. A partir de 2021, tras la victoria secesionista en la Cambra, las grandes empresas empezaron a desertar de la Cambra. Es el caso de Naturgy, de Abertis o Catalonia Hotels.

El mandato de la candidatura independentista fue cuestionado desde un inicio por algunos de quienes competían contra la misma, como es el caso del financiero Carles Tusquets, que logró algunas sentencias a favor de sus tesis, pero denunció su incumplimiento por parte de la Generalitat, la supervisora de las cámaras.