Inversión

España lidera las operaciones corporativas en Europa con cerca de 85.000 millones invertidos

Las OPAs sobre Naturgy, Talgo y Sabadell, la entrada del saudí STC en el capital de Telefónica y la salida a bolsa de Puig concentran los grandes movimientos empresariales

España, epicentro de las operaciones corporativas.

España, epicentro de las operaciones corporativas.

Paula Blanco / Alejandro Galisteo /Gabriel Santamarina

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España está de moda en el mundo corporativo. Las ofertas públicas de adquisición (OPAs) sobre Naturgy, Talgo, Applus y Sabadell, la entrada de la saudí STC en Telefónica mediante la adquisición del 9,9% de su capital y la salida a bolsa de Puig encabezan las grandes operaciones empresariales en el último año y medio y copan el 70% de la inversión total, que alcanza la cifra de 78.559 millones de euros. Hay tres razones por las que los movimientos empresariales se han concentrado en nuestro país: el bajo coste de las empresas españolas en comparación con otras europeas, la alta presencia de actores internacionales en el accionariado del tejido empresarial español y la estabilidad del marco regulatorio.

A nivel mundial, Estados Unidos continúa siendo el país hegemónico de las inversiones: cuatro de cada 10 dólares de los capitales que se transaccionan se cierran allí persiguiendo el sueño americano. Es más, según el portal Mergermarket, que aglutina las operaciones corporativas a nivel mundial, el mercado estadounidense generó, solo en lo que llevamos de 2024, 110.000 millones de euros. Sin embargo, en Europa las plazas más reconocidas, como París o Frankfurt, han perdido atractivo frente a Madrid. "Cuando nos comparan con Francia o Italia, España sale ganando. Las percepción del país desde el punto institucional es muy buena", apunta el socio de Corporate Finance de KPMG en España, José Antonio Zarzalejos. Actualmente, los inversores ven que Alemania vive un proceso de reestructuración industrial, Francia debe resolver problemas sociales internos, siguen esperando más resultados positivos del gobierno liderado por Georgia Meloni en Italia y han perdido parte del apetito que tenían por Reino Unido tras el Brexit.

En Europa, España lidera de lejos las grandes operaciones corporativas. A continuación, también destaca Portugal, que muestra una fortaleza importante en inversiones, con una normativa fiscal y de vivienda que atrae capital extranjero. Según la plataforma TTR Data, el país luso acumula en el último año operaciones por un valor acumulado de 11.657 millones fruto de las 539 operaciones registradas. Por su parte Italia, con 10.421 millones en los últimos doces meses, depende, según los inversores, de las mejoras que deben implementarse en sectores como el de las infraestructuras para convertirse en uno de los principales destinos del circuito de capital.

Pese a la concentración de operaciones en España , el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, Antonio Pedraza, advierte de que no dejan de ser movimientos "muy seleccionados en sectores estratégicos, como la energía, telecomunicaciones e infraestructuras". Otros sectores, como el inmobiliario, han sido muy castigados en bolsa y muchas empresas están por debajo del valor en libros.

Empresas baratas y marco regulatorio estable

¿Y por qué España ejerce de imán? En primer lugar, porque "para el inversor privado España sigue siendo un país barato respecto a Francia, Reino Unido y otros", especifica Zarzalejos. Al mismo tiempo, el país cuenta con un tejido empresarial muy capitalizado que ofrece, gracias a su diversidad, "muchas oportunidades de inversión mediante grandes cantidades de dinero". El marco regulatorio estable enmarcado en la Unión Europea proporciona seguridad a los inversores de todo el mundo. Lo mismo ocurre con la estabilidad política: "Desde dentro pensamos que nos acechan muchos temas, pero fuera no es así", reitera el socio de Corporate Finance de KPMG en España. También ha ayudado el reconocimiento de España en el mundo académico, especialmente de ciudades como Madrid y Barcelona.

En este sentido, hay que recordar que debido al parón en operaciones registrado hace unos meses, hay muchos fondos con ganas de invertir. Levantaron mucho dinero en los últimos años y no lo han invertido al completo. "Se dan situaciones paradójicas en las que los fondos ponen ofertas más altas que compañías industriales, que suelen tener más sinergias al absorber otra empresa. Por ejemplo, en empresas tecnológicas, las valoraciones en España no han caído tanto como en Reino Unido o Estados Unidos", señalan David López da Lama y José Villaverde, socios de Crea Inversión.

En segundo lugar, el paradigma es Talgo. La compañía está a la espera de la aprobación del Gobierno español por la opa lanzada por Magyar Vagon por 620 millones de euros y representa una selección de compañías con bajas valoraciones que "cotizan por debajo de su valor en libros. Esto es visto como una buena oportunidad de mercado para inyectar liquidez". En este aspecto, en una stiuación parecida se encuentra Ercros, que cuenta encima de la mesa con una oferta de adquisición en la que Bondalti valora a la química catalana en 330 millones de euros. "Son valoraciones asequibles para ser operaciones en las que se toma una participación mayoritaria". No obstante, el letrado recuerda que, aunque no es determinante, hay que recordar que el Gobierno a través de la Ley de Ordenación, Supervisión y Solvencia de Entidades de Crédito (ley 10/2014) puede paralizar cualquier operación. Así, en el caso, por ejemplo de BBVA-Sabadell, si bien no puede evitar que se lance una opa sobre la entidad dirigida por Josep Oliu, el Ejecutivo si que podría vetar la fusión bancaria.

En el ámbito bursátil, Puig ha sido el responsable de romper una larga racha de sequía de salidas a Bolsa estrenándose con un precio de salida de 24,5 euros por acción, lo que supone una valoración de la compañía de 13.920 millones de euros. "Este tipo de eventos puede concentrarse en algunos años, mientras que otros hay sequías de operaciones", comenta el analista de XTB, Javier Cabrera. Además, "los altos tipos de interés no suelen ser un buen caldo de cultivo para las compras de otras compañías, por lo que el número de adquisiciones debería incrementarse a medida en que se bajan los tipos de interés". Por tanto, podríamos decir que la situación de España es algo excepcional y no la regla que sigue el mercado en un contexto como el actual.

"A nivel de operaciones corporativas en mercado de valores, es un año realmente bueno", señala Manuel Mingot, socio de Squire Patton Boggs que hace referencia los casi 18 meses de sequía en cuanto a saltos de parqué y opas lo que ha generado ha generado que haya liquidez y apetito inversor. El socio da tres claves por las que España está liderando el empuje de las operaciones de m&a. Por un lado, la buena regulación del régimen de ofertas públicas. "Esto da confianza al mercado al aportar seguridad jurídica. La ley de opas de 2007 funciona muy bien", añade Mingot. Prueba de ellos es el éxito en el debut bursátil de Puig y el interés mostrado por Tendam, Europastry y Cirsa por tocar la campana tras el verano.

Más allá del 'corporate' y del m&a público, el resto de operaciones continúan en fase de letargo. La inversión del 'venture capital' y el 'private equity' en España se redujo un 45% durante los tres primeros meses del año, según los datos difundidos por SpainCap. Entre enero y marzo de este año se registró la entrada de 1.192 millones de euros en 229 operaciones, frente a los 2.172 millones y 219 inversiones apuntadas en igual periodo del año anterior. El sector sigue en retroceso después de un 2023 a la baja impactado por la fuerte subida de los tipos de interés y la inestabilidad política. No obstante, el socio destaca el papel que las renovables juegan en el 'private equity' español. "Aunque hemos sufrido recientemente un proceso de valle por los precios de la luz por debajo del precio cero, el sector se va a recuperar", apunta Mingot.