Ford plantea un nuevo ERE en Almussafes

Menos de una semana después de garantizarse un nuevo modelo que aportará a mediados de 2027 alrededor de 300.000 unidades producidas al año, Ford Almussafes ya sabe que tendrá que afrontar un nuevo ERE a partir del 28 de mayo. Es el anuncio que ha hecho esta mañana el sindicato mayoritario en la planta, UGT, después de que la firma del óvalo les haya convocado al inicio de un periodo de consultas para la negociación de un expediente con el que la multinacional quiere adaptar la actual plantilla de alrededor de 4.700 trabajadores a la carga de trabajo -con un solo vehículo en fabricación, el Kuga- que tendrá la factoría hasta la llegada de ese futuro coche multinenergía de aquí a tres años.

"Para acometer la larga travesía hasta que llegue el nuevo vehículo a las líneas de producción, hay que reflejar diferentes cuestiones negro sobre blanco", ha destacado al respecto la central ugetista, que ha puesto como puntos a conocer "qué volumen de empleo se requerirá" y "en cuanto se cifra el excedente definitivo de personal, si es que lo hay". Ese, por tanto, será el importante horizonte sobre el que versará una negociación cuyo resultado final, a día de hoy, es incierto. No obstante, el pasado febrero, UGT ya avisaba en un comunicado que, tras la desaparición de la Transit en abril, se iba a producir "un importante excedente de personal en la fábrica". Falta saber en qué volumen cifra la compañía ese sobrante de mano de obra.

Ford se retira del Perte del vehículo eléctrico

Cuatro expedientes en cinco años

No obstante, a pesar de esta noticia, el sindicato mayoritario -que ha convocado para el 1 de junio una Asamblea General de Afiliados para "compartir información"- ha querido poner en valor que el Acuerdo por la Electrificación firmado hace más de dos años con la compañía estadounidense ha sido "la herramienta fundamental por la que la dirección mundial de Ford ha reafirmado su apuesta por Valencia" y ha recordado que Almussafes "tendrá vehículo y suficiente carga de trabajo" gracias al nuevo modelo prometido, una "situación que no se producirá en todas las fábricas productivas". "Cambian las fechas y el modelo del coche, pero no el compromiso por ambas partes", han enfatizado. Por ello, ha afirmado que será la Comisión del Observatorio para la Electrificación la que "deberá cobrar protagonismo para analizar la situación socioeconómica, así como qué medidas de flexibilidad son necesarias o no en cada momento".

El nuevo ERE planteado para Almussafes será el cuarto que afronte la compañía desde 2020, siendo el último de ellos -el más severo- el que se acordó hace poco más de un año tras el fin productivo de dos modelos, el S-Max y el Galaxy. Tras este hecho, el expediente acabó traduciéndose en la salida de alrededor de 1.100 empleados hasta dejar la plantilla en su mínimo histórico desde que la planta abriera sus puertas en 1976.

La renuncia al Perte

Más allá del expediente, UGT también ha hecho referencia en su comunicado a la renuncia a las ayudas del segundo Perte del coche eléctrico que Ford anunció este pasado lunes. En este sentido, la central ha remarcado "que es una evidencia que los plazos de Ford [en relación a la fabricación de vehículos eléctricos] son otros, habida cuenta del retraso que experimenta la electrificación en Europa y los estudios de mercado realizados".

No en vano, la decisión de la firma del óvalo se enmarca en un cambio de estrategia claro que dejó patente en su comunicado de hace dos días: "Los gobiernos nacional y regional han sido socios fundamentales para asegurar las inversiones de Ford en Valencia. Si bien hemos informado al Gobierno del desistimiento de nuestras solicitudes de ayudas al Perte, en coherencia con el nuevo plan de producto para Europa, esperamos continuar con nuestra colaboración con ambos Gobiernos".

Con ello, y siguiendo el camino que ya habían llevado a cabo en 2022 cuando rechazaron otros 106 millones de euros dentro del primer Perte, la marca renunció en la segunda convocatoria a los 37 millones que ya tenía asignados para la construcción de una planta de ensamblaje de baterías dentro de la línea A del Perte VEC II y a todo el dinero de la electrificación de la factoría cuya mayor cuantía se iba a otorgar en una segunda línea.