Bruselas aleja a España del procedimiento de déficit excesivo

España, según los datos certificados hace un mes por Eurostat, cerró 2023 con un déficit público del 3,6%, por encima del umbral establecido en las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que le sitúa a priori entre los 11 países de la Eurozona que serán objeto de un expediente por déficit excesivo dentro de un mes. Sin embargo, el desvío presupuestario en 2024 se reducirá al 3%, (el umbral máximo permitido) según las previsiones económicas de primavera publicadas este miércoles por la Comisión Europea, lo que sumado a las nuevas reglas y un escenario económico mucho más optimista, con un crecimiento en 2024 del 2,1% (cuatro décimas más que lo previsto hace tres meses), podría ayudar al Estado español a esquivar el procedimiento sancionador el próximo 19 de junio cuando la Comisión Europea adopte el llamado paquete de primavera.

"Se ha anunciado en varias ocasiones que vamos a preparar un informe el 19 de junio para países que han superado el umbral del 3% en 2023. Como saben para España en 2023 ha sido del 3,6%. Según nuestra previsión se reducirá al 3% este año y 2,8% el próximo año. Prepararemos este informe para todos los países que en 2023, son 11, superaron el 3%. El informe también evalúa lo que llamamos factores relevantes y no opuedo prejuzgar ahora la conclusión de este informe para ningún Estado miembro así que tenemos que esperar un mes más", ha explicado el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, durante la presentación de las previsiones económicas augurando un verano "caliente" en materia fiscal ya que los Estados miembros tendrán que remitir en septiembre sus planes nacionales.

El vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, anticipaba este martes que Bruselas tendrá en cuenta otros factores a la hora de tomar la decisión. “Si se vulnera ese importe, pero es una vulneración cercana y temporal, entonces podemos considerar otros factores relevantes que nos pueden llevar a la conclusión de no abrir un procedimiento por déficit excesivo”, decía en vísperas de la publicación de la nueva previsión que confirma la buena marcha de una economía española que seguirá creciendo este año más del doble de la media de la Eurozona y la Unión Europea, que crecerán un 0,8 y un 1% respectivamente, y muy por encima de las grandes economías europeas como Alemania (0,1%), Francia (0,7%) e Italia (0,9%).

Concretamente, la economía española crecerá un 2,1% en 2024, cuatro décimas más de lo que auguraba hace tan solo tres meses y una décima más de lo estimado por el Gobierno de Pedro Sánchez en abril cuando vaticinó también un déficit público para este año del 3%. España también seguirá creciendo en 2025 con mayor robustez que el resto de grandes economías aunque lo hará, según Bruselas, ligeramente menos que este año. Aún así avanzará un 1,9% del PIB, por encima de Alemania (1%), Francia (1,3%) e Italia (1,1%).

”Estos datos confirman la eficacia de la política económica del Gobierno que está permitiendo conjugar uno de los mayores crecimientos de Europa, con una reducción sostenida de la inflación, y la mejora del poder adquisitivo de las familias y competitividad de las empresas” y “certifican también el compromiso del Gobierno con una política fiscal responsable compatible con el mantenimiento de medidas para ayudar a los colectivos más vulnerables”, ha valorado el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.

Según el nuevo análisis de la Comisión, el motor del crecimiento español -del 0,7% durante el primer trimestre gracias a la demanda externa- será la demanda interna y un consumo privado que se verá respaldado por la creación de empleo y una reducción gradual de la tasa de ahorro de los hogares. Bruselas también augura un aumento de la inversión gracias a la aceleración del plan de recuperación y a una flexibilización de las condiciones de financiación. No obstante, la situación en los principales socios comerciales de España podría limitar el dinamismo de las exportaciones globales y la contribución al crecimiento de la demanda externa, pese a la evolución positiva que se espera en la actividad turística y las exportaciones de servicios no turísticos a lo largo del año.

Paro, déficit y deuda a la baja

En cuanto al empleo, España seguirá creando puestos de trabajo y reduciendo su tasa de paro aunque se mantendrá a un "nivel elevado" ya que pasará del 12,1% en 2023, al 11,6% en 2024 y 11,1% en 2025, prácticamente el doble de la media de la zona euro donde se situará este año en el 6,6% y en el 6,5% el próximo.

El escenario manejado por Bruselas para España también augura que la inflación general mantenga su tendencia a la baja, a medida que se moderen las presiones subyacentes sobre los precios, y una reducción del déficit y la deuda. En el caso de la deuda, la Comisión estima que se reducirá al 105,5% en 2024 y al 104,8% en 2025. En cuanto al déficit, la eliminación de las medidas de apoyo adoptadas para mitigar el impacto de los altos precios de la energía permitirá al gobierno seguir reduciendo el desvío fiscal de las cuentas públicas que se situó en 2023 en el 3,6%, desde un 4,7% registrado en 2022.

Los técnicos comunitarios achacan esta tendencia al crecimiento del 11% de los impuestos sobre la renta y la riqueza, “que refleja el fuerte aumento de los beneficios empresariales y un mercado laboral robusto”, por el lado de los ingresos y a los ahorros derivados de las medidas más específicas relacionadas con la energía (cuyo coste presupuestario disminuyó 0,6 puntos porcentuales, hasta el 0,9% del PIB) por el lado del gasto.

El nuevo análisis confirma que España seguirá este año la tendencia y cerrará el año con un déficit del 3%, el límite que establece el pacto, gracias a la eliminación “casi por completo” de las medidas relacionadas con la energía. “La mayoría de las medidas de apoyo directo a las empresas ya se han desmantelado y los recortes del IVA sobre la electricidad y el gas, así como la reducción del impuesto especial sobre la electricidad, se están eliminando gradualmente”, sostiene la Comisión que apunta también al impacto positivo que tendrá a la hora de sanear las cuentas públicas la evolución positiva de los impuestos directos, respaldada por la continua creación de empleo y el aumento de salarios y pensiones. El déficit seguirá cayendo en 2025 pero a un ritmo mucho más moderado ya que se situará en el 2,8%.

Las nuevas reglas fiscales mantienen los umbrales de referencia del 3% del déficit y del 60% de la deuda como indicadores para abrir procedimientos de infracción pero a partir de ahora tendrán en cuenta entre los factores atenuantes el gasto en defensa o las inversiones en la transición verde y digital, algo que, junto con un escenario económico más favorable da esperanzas al Gobierno español de que podrá escapar a un procedimiento sancionador en un mes. Otros países europeos con déficit superiores a lo permitido en 2023 fueron Bélgica, Francia o Italia, todos ellos con desvíos mucho más abultados que el español.