Tributos

La hacienda catalana publica el padrón provisional del impuesto al CO2 de los vehículos

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Salida de humo por el tubo de escape de un coche en Colonia, Alemania.

Salida de humo por el tubo de escape de un coche en Colonia, Alemania. / Archivo / Efe

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La Agència Tributària de Catalunya (ATC) ha publicado el padrón provisional del impuesto a los vehículos por las emisiones de CO2. El censo definitivo se publicará en septiembre y se iniciará el período de autoliquidación del tributo, que finaliza el 20 de noviembre. De acuerdo con la ley, si se domicilia el pago se puede disfrutar de una bonificación del 2%. Esta solicitud se puede realizar desde la consulta del padrón, en la sede electrónica del ATC, antes del 15 de julio. El año pasado se recaudaron unos 51 millones de euros con este tributo.

Desde hoy 1 de mayo, los contribuyentes pueden acceder con el NIF y la matrícula del vehículo o con identificación digital, utilizando el idCAT Móvil u otro certificado digital. De este modo, las personas interesadas podrán, por un lado, comprobar que los datos sobre el titular y las características del vehículo o vehículos (furgonetas, turismos y/o motocicletas) sean correctos; y, por otro, conocer la cuota que tendrán que pagar en septiembre. En caso de que estas informaciones no sean correctas o sea necesario realizar alguna modificación, se pueden presentar alegaciones hasta el 6 de junio.

Si no se ha domiciliado el pago, podrá pagarse a través de la consulta del padrón definitivo en la sede electrónica del ATC; en el teléfono 012, con pago automatizado; en el teléfono de la ATC te llama (93 551 51 51); en entidades financieras colaboradoras, en las oficinas de Correos, y en todas las oficinas y delegaciones del ATC, con cita previa recomendada. También puede utilizarse el código QR que se incluye en la carta de pago o hacerlo a través de Bizum.

El impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, que fue aprobado por el Parlament en agosto de 2017, grava las emisiones de CO2 de turismos, furgonetas y motocicletas por el efecto invernadero que producen en la atmósfera y su repercusión en el calentamiento global del planeta y, por tanto, por las consecuencias que pueden tener en la salud de la ciudadanía. La recaudación se destina íntegramente al Fondo Climático y al Fondo del Patrimonio Natural, y devuelve a las personas a través de la inversión en acciones para mejorar el medio ambiente, fomentar la movilidad sostenible y la transición energética, prevenir incendios forestales y adaptar los bosques a la emergencia climática, conservar los parques naturales, restaurar los ecosistemas marinos, e impulsar la investigación y la innovación para mitigar el cambio climático.

Este tributo se enmarca en la agenda 2030 aprobada por el Govern y está en línea con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE o la Comisión Europea, que coinciden en apostar por la fiscalidad verde como una herramienta imprescindible ante la crisis ambiental y de emergencia climática.