Primer aniversario

Barcelona Activa reconvierte el Convent de Sant Agustí en un trampolín laboral para los jóvenes

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Hace 700 años instruía curtidores de pieles, dada su cercanía a la acequia condal, y hoy entre sus paredes los jóvenes se plantan ante un aro de iluminación ‘tiktokero’ para aprender a grabar sus vídeo currículos. El Convent de Sant Agustí ha vivido muchas transformaciones, pero hace años que está vinculado a la enseñanza. Su particular ‘ora y et labora’ actual es "orientar, acompañar y ayudar", según ha recordado la regidora de promoción económica y trabajo del Ayuntamiento de Barcelona, Raquel Gil, en el primer aniversario de la remodelación de este espacio histórico, hoy ‘El Convent de Barcelona Activa’.

En ese primer año, la agencia de empleo barcelonesa ha atendido a unos 5.000 jóvenes menores de 30 años, que entre las antaño monacales estancias -hoy parecen más la sede de Google- han buscado ayuda para enfocar sus carreras profesionales.Si bien tiempos pasados fueron peores, según ha recordado el director general de Barcelona Activa, Lorenzo Di Pietro, en referencia a la traumática crisis del 2008, el desempleo juvenil en la capital catalana sigue siendo muy elevado, del orden del 22%. 

Una cifra tres veces superior a la del desempleo del conjunto de la ciudad y que desde el Convent tratan de rebajar. Orientando a los jóvenes hacia las nuevas profesiones de las tecnologías de la información, que tan demandadas están por las empresas desde hace una década, pero también hacia oficios más tradicionales, según ha reivindicado el regidor del distrito de Ciutat Vella, Albert Batlle, que en los años setenta precisamente pasó revista en el convento de Sant Agustí para irse a hacer la ‘mili’.

El regidor Albert Batlle visita el Convent de Barcelona Activa

El regidor Albert Batlle visita el Convent de Barcelona Activa / Jordi Otix

En este primer año de trayectoria, los servicios de Barcelona Activa han atendido a dos tipos de perfiles. Por un lado, jóvenes menores de 25 años que precisan un acompañamiento en esa no siempre fácil transición entre el centro formativo y el de trabajo. Por el otro, personas entre 25 y 30 años que buscan dar un salto de calidad en su carrera profesional y acabar de pulir algunas habilidades para acceder a mejores empleos. 

Aunque los programas de este equipamiento municipal también tratan de acompañar a los jóvenes antes incluso de que entren en edad laboral, con el fin de cultivar vocaciones y mostrar qué oportunidades ofrece el mercado. Demostraciones incluso virtuales, en las que un grupo de jóvenes se turna para encasquetarse unas gafas de realidad aumentada con las que simulan ejercer, por ejemplo, de gruista. Y ver, literalmente, si es una profesión con la que se sentirían cómodos o no. A lo largo del último año 15.911 jóvenes de 175 centros educativos diferentes han pasado por programas como estos de Barcelona Activa para ayudarles a enfocar sus carreras profesionales, con prioridad para aquellas personas que vienen de entornos vulnerables.

Hacer ‘match’ entre jóvenes y empresas

En una ciudad dónde hay empresas que lamentan la escasez de mano de obra cualificada y a la vez la tasa de paro juvenil es del 22%, conectar las pretensiones y necesidades de unos y otros constituye otra de las prioridades de Barcelona Activa. Los agentes sociales más representativos de la ciudad así se lo manifestaron en las mesas redondas que tuvieron lugar durante la celebración del primer aniversario del Convent. 

Taller ocupacional en el Convent de Barcelona Activa

Taller ocupacional en el Convent de Barcelona Activa / Jordi Otix

Las portavoces juveniles de CCOO, Lucía Aliagas, y de UGT, Laura Bonet, reivindicaron la necesidad de aumentar los salarios de los más jóvenes, de combatir la parcialidad indeseada y de perseguir a las empresas que abusan del periodo de prueba para despedir. La representante de Piemc, Vicky Moreno, por su parte, reclamó a la Administración que cultive las vocaciones profesionales de los oficios y simplifique los trámites para aquellos jóvenes que quieran darse de alta como autónomos. Desde el SOC, su subdirectora general de políticas activas, Susana Díaz, alabó la proximidad de los programas de Barcelona Activa y su capacidad para atraer a los jóvenes, no siempre reticentes a contactar con la Administración. 

En una segunda mesa redonda, jóvenes y representantes empresariales contrapusieron las expectativas con las que unos y otros abordan el mercado laboral.