Malestar en el campo

Los productores de trigo catalanes reclaman fondos para comprar nuevas semillas

Cosechadora.

Cosechadora.

María Jesús Ibáñez

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Productores de cereales en Catalunya han participado este martes en una concentración en la plaza de Sant Jaume para reclamar a las administraciones (central y autonómica) que les ayuden para poder sembrar de cara a la nueva cosecha. Los agricultores, que han visto cómo este año la producción de trigo, cebada, avena y otros cereales ha caído un 80% respecto a la media, se encuentran con que las ayudas que debían de llegarles este octubre de Europa se van a retrasar hasta diciembre.

"Y sin ese dinero, muchos de nosotros, no vamos a poder comprar simiente y, por tanto, vamos a tener que renunciar a la cosecha de la próxima primavera", alerta Rosa Pruna, presidenta del sindicato agrario Associació Agrària Joves Agricultors (Asaja) en las comarcas de Barcelona. Los agricultores denuncian que Catalunya va a ser la única comunidad autónoma que va a retrasar hasta el mes de diciembre el pago de la PAC (las subvenciones de la política agraria común), "unos fondos que se suelen abonar en octubre y que nos vienen muy bien para hacer la inversión de cara a la siguiente temporada", detalla Pruna. "Este año, además, después de una cosecha que ha sido catastrófica, ese dinero nos haría más falta que nunca".

Tampoco se ha hecho efectiva todavía, agrega la dirigente agraria, "la aportación de 46 euros por hectárea que en su momento prometió el Ministerio de Agricultura para ayudar al sector ante la sequía y el agravamiento de las condiciones por la guerra de Ucrania". Es una ayuda, señala, que se les anunció el pasado mes de mayo (dentro de un paquete de medidas para la población general), "pero que ahora nos dicen que no se pagará hasta el próximo mayo".

El precio de la harina

Las condiciones climatológicas, que han traído mucho calor las últimas semanas y pocas precipitaciones, han permitido que la siembra se haya podido posponer hasta ahora. "Pero el tiempo empieza ya a apretar y los campos han de empezar a prepararse ya para la siguiente campaña... Esto es algo que no espera", avisa Pruna. El año pasado, se dedicaron al cultivo de cereales, forrajes y otras leguminosas en torno a 475.000 hectáreas de terrenos, entre regadíos y secanos. "El próximo podrían ser bastante menos", teme.

Esto afectará, antes o después, a los precios de productos básicos como la harina y los piensos de los que se alimentan los animales, avisan los productores. "Mientras aquí hemos perdido casi toda la cosecha de cereales de este año y vemos amenazada la siguiente, nos encontramos con que la industria está teniendo que importar grano de Ucrania, después de los meses de cierre que ha habido, y de Argentina y Uruguay", señala la agricultora. Depender en semejante medida de las importaciones va a tener sin duda un efecto sobre la inflación, con la más que probable subida de alimentos como el pan o la pasta, entre otros.