Coche eléctrico

Wallbox compra por 15M€ una competidora alemana para generar sus primeros beneficios

Wallbox obtiene un crédito sindicado de 35 millones

Wallbox facturó 147 millones de euros en 2022, más del doble respecto de 2021

Enric Asunción y Ferdinand Schlutius

Enric Asunción y Ferdinand Schlutius / Cedida

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La empresa de cargadores para vehículos eléctricos de origen catalán Wallbox ha anunciado la compra de la sociedad alemana ABL, mediante un pago de 15 millones de euros. Esta compañía también está enfocada al diseño y producción de soluciones para los coches con motor alternativo a la combustión y dispone actualmente de dos fábricas, una en Alemania y otra en Marruecos. Mediante dicha operación, Wallbox pretende mejorar sus balances y acelerar su entrada en números verdes. Serían los primeros beneficios que generaría la compañía, fundada en 2015 y que cotiza en la bolsa estadounidense.

Wallbox y ABL se dedican, entre otros, a la fabricación e instalación de cargadores eléctricos para vehículos. Tanto en domicilio particulares, como en edificios o zonas públicas. Entre ambas compañías acumulan más de 1 millón de cargadores instalados en todo el mundo, según recoge el comunicado.

Según ha detallado Wallbox en su comunicado, de la inversión total, 10 millones de euros se abonarán antes del cierre de este ejercicio, mientras que los 5 millones de euros restantes se liquidarán en el transcurso de 2024. Estiman que dicha adquisición incremente sus ventas como grupo en entre 60 y 75 millones de euros al año, lo que equivale a la mitad de la facturación estimada para Wallbox este 2023.

La empresa fundada por Enric Asunción, actual consejero delegado, ha financiado parte de dicha operación mediante un crédito sindicado de 35 millones de euros, cuya recepción ha anunciado esta misma semana. Parte de ese dinero proviene de fondos públicos, concretamente del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y del Institut Català de Finances (ICF). La adquisición está sujeta a la aprobación por parte de la Administración del proceso, pero no está sujeta a aprobaciones regulatorias. Wallbox espera formalizarla definitivamente antes de acabar el año.

La dirección de Wallbox, apremiada por sus inversores en Estados Unidos, maniobra desde hace meses para recalibrar su estrategia de crecimiento y encarararla a los números verdes. En esta línea, el pasado febrero cerró un expediente de regulación de empleo (ERE) en el que despidió a 96 trabajadores, alrededor del 10% de la plantilla.