Según CCOO

Uno de cada cuatro trabajadores catalanes lleva al menos un año con el salario congelado

¿Quién puede pagarse un piso de alquiler en Barcelona?

A cuatro de cada 10 trabajadores les deprime su empleo

Trabajadoras en un almacén citrícola.

Trabajadoras en un almacén citrícola.

Gabriel Ubieto

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Uno de cada cuatro asalariados catalanes tiene la nómina congelada desde hace, al menos, un año. Y es que mientras los precios siguen disparados y son hoy un 10,5% más caros que hace un año (la factura se eleva hasta el 26,7% si se compara con los precios justo cuando estalló la guerra en Ucrania), hay una parte de los catalanes -unos 670.000- que se ve obligado a llegar a final de mes con los mismos recursos.

Así lo ha denunciado este miércoles el sindicato CCOO de Catalunya, que mientras se felicita por los aumentos retributivos que está logrando en muchos convenios, también denuncia el bloqueo de otros tantos no menos importantes. Como, por ejemplo, el agropecuario, donde las tablas no recogen ni el salario mínimo interprofesional actualizado.

Los salarios que sí han sido renovados por convenio en Catalunya en lo que va de año están experimentando un incremento del 4,1%. Una cifra que desde CCOO confían en que se mantenga lo que queda del 2023 a medida que se vayan registrando nuevos acuerdos colectivos y que dejaría un incremento de menos de la mitad de lo que subieron las pensiones a principios de año (8,5%).

Y, a su vez, una cifra muy similar al que experimentarán las pensiones contributivas a partir del 1 de enero del 2024, de cumplirse las estimaciones del Gobierno. Dicho incremento, en la línea del pacto salarial alcanzado en mayo entre patronal y sindicatos, ha beneficiado hasta ahora a unos 560.000 trabajadores catalanes, según datos de CCOO. De cara al año que viene, sectores como la química, el metal de Girona o el textil está previsto que caduquen y se abran nuevas negociaciones.

El secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, ha alertado de que el actual crecimiento económico va a dos velocidades. Y es que mientras, a nivel macro, Catalunya y España registran tasas de incremento del PIB por encima de la media de la Unión Europea, hay un porcentaje de la población que no llega a final de mes y que el encarecimiento incesante de los alimentos, así como de los tipos de interés, amenazan con condenar a la exclusión social.

"Empezamos a estar bastante preocupados por la evolución económica", ha reconocido. "Si no tenemos una política de control de precios esto será un ‘no acabar’", ha añadido, instando al Gobierno a, entre otros, topar el precio de alimentos básicos. En este sentido, otra medida que considera clave y que ha reclamado al Govern de la Generalitat es la revalorización de cara al año que viene de la Renda Garantida de Ciutadania (RGC). El año pasado subió un 8%, después de años congelada, y, como mínimo, Pacheco ha reclamado que suba igual que la inflación (actualmente en el 3,5%).

Choque con Sumar por la reducción de la jornada

El secretario general de CCOO de Catalunya se ha mostrado crítico con la propuesta que durante la campaña electoral defendió Sumar para reducir la jornada laboral. En el fondo de la cuestión coinciden, si bien no en las formas. "No es una solución sencilla, si no más bien es compleja. Va más allá de un titular, tenemos que hablar de toda la estructura social", ha afirmado.

Y es que "el tiempo no es oro, es vida", ha defendido. En alusión que la reducción del tiempo de trabajo debe ir acompañado de cambios en la distribución de los cuidados en el seno de las familias, pues sino se corre el riesgo que esa reducción de jornada expulse a las mujeres de lo laboral o haga recaer en mayor medida en ellas las tareas no remuneradas.

Sumar planteó reducir la jornada máxima a la semana a las 37,5 horas semanales (hoy está en las 40 horas en el sector privado y 37,5 horas en la Administración), para luego progresivamente ir aproximándose a las 32 horas. Pacheco ha reivindicado que, desde un marco legislativo favorable, debe ser vía negociación de nuevos convenios donde se fije esa reducción. "No es lo mismo un hospital que un colegio o un comercio que el campo", ha advertido.

Actualmente, la media de los convenios colectivos establece una jornada anual de 1.731 horas en Catalunya, una cifra que ha variado poco durante la última década. Y es que desde los sindicatos aducen que las resistencias de las empresas para pagar el mismo salario y trabajar menos horas son muy elevadas.