La economía española crece un 0,4% en el segundo trimestre, pero frena su avance interanual al 1,8%

La economía española sigue despejando los fantasmas de crisis con crecimiento. A pesar de la inflación y el encarecimiento de los tipos de interés, el PIB español repunto un 0,4% en el segundo trimestre de 2023, una décima menos que en los tres primeros meses del año, impulsado por la vivienda y el consumo de los hogares. Si se compara con el segundo trimestre del año anterior denota cierto freno, pues el producto interior bruto (PIB) logró un avance interanual del 1,8%, frente al 4,2% del trimestre precedente.

Así lo apuntan los datos del indicador adelantado de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa final se conocerá el 22 de septiembre. "La economía española ha mantenido un sólido crecimiento en el primer semestre. En el segundo trimestre el PIB creció a un ritmo cercano al 2% interanual, a pesar del complejo contexto internacional de ralentización económica y subida de los tipos de interés", ha valorado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien ha añadido que la política económica del Gobierno "funciona".

La tasa es dos décimas inferior a lo que había previsto el Banco de España, que estimaba un crecimiento trimestral del 0,6%, aunque advertía que la actividad de este segundo trimestre había ido "de más a menos". A cierre del año, el organismo augura una previsión de crecimiento del PIB de hasta el 2,3%, por encima, incluso, de la previsión oficial del Gobierno, del 2,1%.

El trimestre anterior, el PIB español recuperó por fin su nivel prepandemia tras anotar un crecimiento acelerado del 0,5%, que elevó al 4,2% la tasa anual, respecto al mismo trimestre de 2022. España fue el último país de la zona euro en recuperar el nivel prepandemia de su PIB (se ha situado una décima por encima), ya que la recesión que soportó en 2020 fue la mayor de la Unión Europea, del 11,3%. 

El consumo de los hogares se recupera

En el segundo trimestre, la demanda nacional (consumo e inversión) ha tirado del crecimiento, con un retroceso trimestral de las exportaciones del 4,1% y de las importaciones del 1%. En este contexto, el mayor impulso llegó, sobre todo, de la mano de la inversión en vivienda y construcción, así como por la recuperación del consumo de los hogares.

La inversión en vivienda y construcción se elevó un 7,3%, lo que impulsa el crecimiento en comparación con el mismo trimestre de 2022 al 4,4%. Mientras el consumo de las familias creció un 1,6% después de dos trimestres seguidos de retroceso (en los cuatro últimos meses de 2022 cedió un 1,6% y en el primer trimestre de 2023 un 1,4%), que se vinculaba por una pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación. El crecimiento interanual se sitúa en el 0,5%, por debajo, en este caso sí, de los trimestres anteriores (en los cuatro primeros meses la comparación interanual era del 3% en positivo y en el primer trimestre del 1,7%, también positiva).

También se aceleró el gasto público (1,5%, tras un primer trimestre de retroceso del 1,6%) y deja una subida del 3,8% en la tasa anual (el 6,9% en precios corrientes).

Por sectores productivos, el empuje económico estuvo liderado por la construcción (2%) y los servicios (1%), especialmente por las actividades artísticas (3,4%) y de información y comunicaciones (3,2%), así como comercio, transporte y hostelería (1%). Mientras que el sector primario y la industria ceden el 8,4% y 1,6%.

Exportaciones e importaciones apenas crecen

En el análisis de la tasa anual (1,8%), la contribución de la demanda nacional fue de 1,5 puntos, una décima superior a la del primer trimestre. Mientras que la demanda externa presentó una aportación de 0,3 puntos, 2,5 puntos inferior a la del trimestre pasado. Las exportaciones apenas crecieron el 0,7% respecto al mismo periodo del año pasado, lo que supone 9,5 puntos menos que en el trimestre anterior debido al descenso de las ventas de bienes (del 4,9 al −3,6%) y de servicios (del 23,1% al 11,2%). La variación del gasto de no residentes (turistas extranjeros) disminuye 17,7 puntos (del 33,6% al 15,9%).

Las importaciones lo hicieron al 0,2%, lo que supone 3,1 puntos menos que en el primer trimestre. Esta desaceleración se explica por la disminución en las importaciones de bienes (del 2,9% al −0,6%) compensada en parte por un incremento de las importaciones de servicios (del 4,5% al 4,8%). Por su parte, el gasto de residentes en el resto del mundo (turistas que se van fuera) también disminuye en 8,5 puntos su variación interanual este trimestre (del 15,5% al 7,0%).

Si se tiene en cuenta la inflación (el deflactor del PIB), la actividad creció el 6% respecto al segundo trimestre de 2022 (en lugar de la tasa real del 1,8%).

El crecimiento de beneficios y salarios se alinea

El crecimiento de beneficios y salarios se alinean a la baja, después de cinco trimestres (al menos) en los que los beneficios crecían el doble o más que los salarios. Así, la remuneración de los asalariados crece un 7,3% en tasa anual en el segundo trimestre, siete décimas inferior al trimestre anterior. Este resultado es consecuencia del aumento del 2,8% del número de asalariados, una décima superior al trimestre precedente, y de que la remuneración media por asalariado varía un 4,5%, frente al 5,3% del primer trimestre. Por su parte, el beneficio empresarial, medido a partir del excedente de explotación bruto, crece un 9,6% interanual, 6,3 puntos menos que en el primer trimestre. En el trimestre anterior, los salarios crecieron un 8% en tasa trimestral y los beneficios el 15,9%.

El empleo, en términos de horas trabajadas, registra una variación intertrimestral del 1,3%. Esta tasa es similar en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del 1,3%, lo que supone 1,1 puntos más que en el primer trimestre). La variación de las jornadas medias a tiempo completo es cercana al 0%. En términos interanuales, las horas trabajadas crecen un 0,6%, tasa cinco décimas inferior a la del primer trimestre de 2023, y los puestos equivalentes a tiempo completo lo hacen en 2,9%, seis décimas más que en el primer trimestre, lo que supone un incremento de 546.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año