Patronales y sindicatos catalanes rompen negociaciones para renovar su acuerdo de convenios

Las negociaciones en Catalunya para renovar el acuerdo de convenios colectivos saltaron por los aires en la madrugada a las 23.59 horas de este pasado jueves. Tras más de 50 reuniones y más de dos años de conversaciones, el Acord Interprofessional de Catalunya (AIC) se queda en un cajón y la concertación catalana queda gravemente tocada, según ha podido confirmar EL PERIODICO de varias fuentes conocedoras del proceso. La chispa que ha acabado dinamitado el acuerdo han sido las diferencias a la hora de dar prioridad aplicativa a aquellos convenios colectivos de ámbito catalán por encima de los estatales.

El AIC es una especia de 'convenio de convenios' a nivel catalán. Históricamente las cúpulas de Foment del Treball, Pimec, CCOO y UGT se sientan para pactar una serie de recomendaciones que luego trasladar a sus asociados, cuando estos tengan que renovar sector a sector sus propios convenios. Una especie de guía para aterrizar y concretar cuestiones como el teletrabajo, los planes de igualdad o la siniestralidad laboral, entre otros.

A nivel estatal los agentes sociales cierran cada tres años una hoja de ruta salarial. Recientemente acordaron que los sueldos debían subir al menos un 10% hasta 2025. Y el AIC en Catalunya históricamente se ha centrado en concretar el resto de materias de la negociación colectiva. Si bien a nivel estatal ha habido acuerdo, no ha sido así en Catalunya. Desde posiciones divergentes, la frustración es el denominador común actualmente en los cuarteles generales de los agentes sociales, más teniendo en cuenta que el acuerdo lo tenían prácticamente cerrado desde antes de que se hiciera público el acuerdo estatal, a principios de mayo.

En este último documento, a cuyo último borrador de 74 páginas ha tenido acceso este medio, los agentes sociales estaban muy avanzados en cuestiones relativas a cómo integrar la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías en los centros de trabajo. Una cuestión que tras la fiebre del Chat GPT y demás asistentes virtuales promete tener más vigencia que nunca. También habían avanzando en recomendaciones sobre cómo aplicar la ley de teletrabajo, sin que esta suponga un coste extra para los trabajadores. Si bien en esta última materia las diferencias entre patronales y sindicatos fueron sustanciales durante gran parte de las conversaciones.

Foment se desmarca

No obstante, lo que ha acabado dinamitando la renovación del AIC ha sido la prioridad aplicativa de los convenios autonómicos sobre los estatales. Actualmente aquellos convenios que patronales y sindicatos pactan a nivel estatal tienen preferencia sobre el resto. Lo que persigue, en esencia, que en Cádiz o en Vigo, por ejemplo, no paguen por debajo de un mínimo común pactado para toda España. Y minimizar así la competencia salarial a la baja entre territorios.

Aquí lo que querían hacer los agentes sociales catalanes era plantearlo en positivo y que siempre que todas las partes estuvieran de acuerdo, los convenios pactados en Catalunya se aplicarían por delante de los estatales. La patronal Pimec, sin representación homologada a nivel estatal, ha sido firme defensora de esta cuestión durante el proceso. Una idea que convencía a los sindicatos -si bien entusiasmaba más a uno que a otro-, pero que ha acabado decantando a Foment del Treball por el 'no'.

"Lamentamos profundamente que Foment del Treball no haya querido reforzar el marco de relaciones laborales catalán", afirman fuentes de Pimec consultadas por EL PERIÓDICO. Desde los sindicatos han convocado una rueda de prensa para el próximo lunes para explicar su posición.

Ya durante las negociaciones de la última reforma laboral estuvo encima de la mesa la carta de introducir esta prioridad aplicativa para atraer el voto favorable de partidos como ERC, PNV o EH Bildu. Sin embargo, el rechazo de la CEOE a dicha idea la frenó. La única autonomía donde actualmente existe un pacto que concede prioridad aplicativa a sus convenios es Euskadi, donde Confebask -la territorial de CEOE y 'prima' de Foment- sí lo suscribe.

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