Glanzmann asume todo el poder ejecutivo en Grífols

Thomas Glanzmann, el presidente ejecutivo de Grifols, controlará todo el poder ejecutivo en la compañía al ser nombrado también consejero delegado. La multinacional de hemoderivados ha decidido que este directivo ajeno a la familia, nombrado presidente en febrero pasado, asuma también este cargo que hasta ahora estaba en manos de Víctor y Raimon Grifols, que ahora desempeñarán otros cargos en la cúpula directiva más "funcionales". La familia Grífols seguirá teniendo la mayoría en el consejo de administración.

La empresa, que ha informado este lunes de este cambio en la estructura directiva en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha asegurado que se trata de una apuesta por "una organización funcional centrada en la ejecución" y con una gobernanza más simplificada. Con esta decisión, el alto ejecutivo pasa a tener todo el control sobre la gestión de la compañía.

Glanzmann fue nombrado presidente ejecutivo en febrero de este año, tras la dimisión de Steven F. Mayer por motivos de salud, y asumió entonces la responsabilidad de liderar la compañía en la etapa de recuperación tras la pandemia, mientras que Raimon y Víctor Grifols compartían el rol de consejeros delegados. Ahora estos dos representantes de la familia pasarán a desempeñar puestos en la cúpula directiva "de carácter más específico y funcional que dan respuesta a las necesidades reales que hoy por hoy tiene la compañía", según el comunicado de la compañía.

En concreto, Víctor Grifols Deu, representante de la cuarta generación familiar, es nombrado director de operaciones y se centrará en la gestión del día a día de la empresa. Por su parte, Raimon Grifols, que es el actual vicepresidente, y miembro de la tercera generación familiar, asumirá el cargo de director general corporativo y se centrará en optimizar el valor de las filiales y asociaciones corporativas. Ambos seguirán en el consejo de administración.

La compañía ha subrayado que los cambios buscan "acelerar la ejecución del plan estratégico de Grifols" y se enmarcan en la reestructuración que ya ha iniciado la firma con la creación de las unidades de negocio. Es la primera vez en que nadie de la familia, que controla más del 30% del capital, ostenta los principales cargos ejecutivos.

Grifols, que anunció en febrero un plan para aumentar su competitividad y reducir costes, "esta tomando todas las decisiones necesarias para ser una compañía más ágil, más eficiente y más flexible para navegar en un entorno cambiante", señala la firma.

En febrero, Grifols anunció un plan de ahorro por 400 millones, así como de mejoras operativas para ser más competitiva, reducir costes y mejorar la eficiencia y eficacia organizativa. A su vez se anunciaron despidos de 2.300 empleados, la mayor parte en EE UU.

El nuevo consejero delegado ha asegurado que "estos cambios nos posicionarán para nuestra próxima etapa de crecimiento y nos ayudarán a lograr los resultados y a acelerar nuestro rendimiento para cumplir con los compromisos con todos nuestros grupos de interés".