Energía

El consumo de gas en Europa en 2023 caerá un 5% gracias a las renovables

La fuerte caída se debe en parte a unas temperaturas particularmente suaves en octubre y en la primera mitad de noviembre

El consumo de gas en Europa en 2023 caerá un 5% gracias a las renovables.

El consumo de gas en Europa en 2023 caerá un 5% gracias a las renovables.

EFE

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El consumo de gas en Europa, que ya cayó un 16% durante la pasada temporada de calefacción, va a bajar un 5 % en el conjunto de 2023, gracias en particular a la expansión de las renovables para la producción de electricidad.

En su informe trimestral sobre el mercado del gas publicado este jueves, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dibuja un escenario de "optimismo prudente", muy diferente del que había hace un año tras el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, que hizo temer problemas de abastecimiento.

En términos globales, calcula que el consumo de gas se mantendrá estancado este año, después de una caída del 1,5% en 2022, similar a la que se había producido en 2020 por los confinamientos de la covid, y que en este caso que se debió al descenso de las importaciones en Europa y Asia.

Eso se produjo en un contexto de escalada de precios del gas por el desencadenamiento de la guerra en Ucrania y que estuvo en relación directa con el brutal recorte (del 80 % en el conjunto del año) de los envíos desde Rusia por gasoducto en dirección de Europa.

Todo eso afectó a las industrias intensivas en energía, que en algunos casos redujeron la producción, pero también condujo a una mayor utilización de carbón como sustitución, a la aplicación de medidas de eficiencia energética y a un mayor despliegue de renovables.

China y Oriente Medio tiran de la demanda

Para 2023, los autores del estudio esperan que los principales vectores de crecimiento sean Asia, con una progresión del 3% en la que pesará mucho China (+6%) gracias a la recuperación de su actividad y a un mayor uso del gas por su industria, y Oriente Medio, con un incremento del 2% de la mano sobre todo de Irán y Arabia Saudí.

En Europa, la fuerte caída del consumo de gas en la temporada de calefacción que acaba de terminar (unos 25.000 millones de metros cúbicos menos) se debe en parte a unas temperaturas particularmente suaves en octubre y en la primera mitad de noviembre.

Esas condiciones climáticas explican el 40 % de los descensos en los sectores residencial y comercial, en los que han influido de forma fundamental las medidas de ahorro, la instalación de bombas de calor o cambios en el comportamiento.

Por otro lado, el volumen de gas utilizado para generar electricidad durante esta misma temporada de calefacción en Europa ha bajado en un 12% por un descenso del consumo eléctrico de cerca del 7%.

Mucho menos gas en Europa para la electricidad

Para el conjunto del año 2023, la caída del 5% de la demanda en Europa también se deberá en gran medida al bajón de casi el 15% en el uso de gas para electricidad, sustituido por nuevas instalaciones de renovables.

Por el contrario, en la industria europea se augura un incremento del 5% porque la situación de los precios ha cambiado totalmente y, después de los picos alcanzados en el verano de 2022, entre mediados de diciembre y el final del primer trimestre de 2023 el hundimiento ha sido de casi el 70%.

La AIE estima que en Norteamérica, después de un fuerte crecimiento de la demanda en 2022, este año disminuirá en un 2%.

Los autores del informe hacen hincapié en que hay una serie de incertidumbres y riesgos que planean sobre sus previsiones en principio tranquilizadoras.

Entre ellas, destacan la posibilidad de que haya condiciones climáticas desfavorables, como un verano muy seco o un invierno más frío de lo habitual, pero también un parón todavía más pronunciado de los envíos de gas ruso a Europa por los gasoductos, así como una menor disponibilidad de lo esperado de gas natural licuado (GNL).

En principio, la oferta de GNL aumentará un 4% (el equivalente de unos 20.000 millones de metros cúbicos) y la mitad de ese ascenso procederá de Estados Unidos, que se convertirá en el líder mundial de la exportación de gas por vía marítima.