La F1 del mar

El equipo suizo de la Copa América de vela se convierte en el conjunto 'local' de Barcelona

MULTIMEDIA | La Copa América empieza a alzar el vuelo en Barcelona

Más de 120 personas de Alinghi Red Bull Team combinan las estrictas rutinas de competición con su nueva vida en la capital catalana, algunos de ellos con su familia incluida

Cristina Buesa

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Para probar sus barcos, los equipos de la Copa América de vela están obligados a entrenar en aguas abiertas. Los suizos, por razones evidentes, no pueden hacerlo en su país. Un año atrás, cuando el defensor del título, que es quien elige el lugar de la competición, el Emirates Team New Zealand, optó por Barcelona para el 2024, el cuartel helvético se alegró. Las comunicaciones con Catalunya, a hora y media de avión, son más fáciles con Suiza que en ediciones anteriores como Auckland, San Francisco o las Bermudas.

Ingenieros aeronáuticos y navales, diseñadores, constructores, deportistas, especialistas en datos... el desembarco del Alinghi Red Bull Team desde el pasado julio ha sido total. Ahora mismo son más de 120 personas que combinan las estrictas rutinas de una competición deportiva de primer orden con una nueva vida en la capital catalana. En muchos casos, con sus parejas e hijos incluidos.

Adolfo Carrau, diseñador del AC70 del equipo Alinghi Red Bull Team

Adolfo Carrau, diseñador del AC70 del equipo Alinghi Red Bull Team / FERRAN NADEU

Escalar el Everest

"Disputar una Copa América es una gran aventura que dura tres o cuatro años, es como escalar el Everest con 150 personas y sus familias respectivas. Ellos se quedan en el campamento base y nosotros subimos, pero su apoyo es fundamental. Necesitas mucho esfuerzo y mucha gente, pero somos un gran equipo", describe el ingeniero Adolfo Carrau, que hace tándem con Marcelino Botín para diseñar el monocasco AC75 que tratará de arrebatar la "copa de las 100 guineas" a los neozelandeses.

El Alinghi Red Bull Racing de la Copa América entrena en Barcelona

Arthur Cevey, suizo de 27 años, forma parte del equipo de deportistas que mueve las embarcaciones pedaleando. / FERRAN NADEU

"Solo el tiempo dirá si estos meses de más aquí nos ayudarán en la Copa", razona el atleta Arthur Cevey, miembro del 'power group'

Carrau, de origen uruguayo, ha pasado por varias de las cinco escuadras contra las que competirá el verano que viene, como los italianos de Luna Rossa Prada Pirelli o los americanos del American Magic New York Yacht Club. Con 47 años y 20 vinculado a la vela, vive en Sarrià con su mujer y dos hijos y asegura que la acogida barcelonesa ha sido fabulosa: "Nos sentimos como en casa". Esa sensación de confort se repite en muchos miembros del Alinghi Red Bull, como también le pasa al diseñador de velas de origen francés Marc Menec. Son los primeros que aterrizaron en Barcelona, buscaron pisos, colegios, actividades, y de momento conocen el viento y las olas del litoral mejor que nadie.

Pádel o bici en la Barceloneta

Creen que esta circunstancia puede marcar la diferencia con sus contrincantes, hacerles partir con ventaja. El resto de equipos tendrán que entrenar en Barcelona a partir del 1 de julio por exigencias de la organización, así que llegarán de forma paulatina e irán situándose en las bases. "Solo el tiempo dirá si estos meses de más aquí nos ayudarán en la Copa", razona un discreto Arthur Cevey, suizo de 27 años que forma parte del 'power group' del monocasco de Alinghi Red Bull que competirá en 2024 o en la preregata de Vilanova i la Geltrú.

El Alinghi Red Bull Racing de la Copa América entrena en Barcelona

Dos de los miembros del 'power group' de Alinghi Red Bull practican bicicleta estática en el Club Natació Atlètic Barceloneta. / FERRAN NADEU

Su función dentro del barco es pedalear para producir la energía que mueve los cilindros hidráulicos, con lo que su forma física debe ser impecable. Por eso Cevey y sus compañeros suelen iniciar la jornada en el Club Natació Atlètic Barceloneta, donde el viernes pasado jugaban a pádel o bien hacían bicicleta estática con unas vistas espectaculares sobre la lámina de agua que horas antes habían surcado con su embarcación.

"Su llegada ha sido un revulsivo: Barcelona necesitaba un gran acontecimiento para remontar", piensa Héctor Cruz, del Atlètic Barceloneta

Élites deportivas juntas

"Su llegada ha sido un revulsivo para todos: Barcelona necesitaba un gran acontecimiento como este para remontar, para creer de nuevo en nosotros mismos", interpreta el director de operaciones del Atlètic Barceloneta, Héctor Cruz, mientras muestra las instalaciones "en las que se junta la élite de la vela con la élite del waterpolo". El club cuenta con un equipo en la Champions League de este deporte, explica, mientras que los suizos de Alinghi Red Bull del propietario Ernesto Bertarelli se batirán en los próximos meses para revalidar un triunfo que ya lograron en 2003 y 2007.

El Alinghi Red Bull Racing de la Copa América entrena en Barcelona

Los atletas de Alinghi Red Bull practican pádel en el Club Natació Atlètic Barceloneta. / FERRAN NADEU

El grupo de atletas profesionales entrena como mínimo cuatro horas al día (a veces mañana y tarde) y seis días a la semana, acompañado de fisioterapeutas y entrenadores. La noche anterior les han avisado si saldrían a navegar, ya sea con el AC40 (de 40 pies) o el AC75 (de 75). A veces, las condiciones meteorológicas lo impiden. Pero Tim Hackett, jefe de los trabajadores de la nave donde guardan los barcos, explica que todo está muy pautado.

Revisión en tierra

Precisan unos 45 minutos para tenerlo listo y, una vez regresan del agua, tardan unas dos horas en revisar que esté todo bien. Levantar el barco hasta la base es un proceso largo y nada cómodo. Un nutrido grupo de personas se ocupa, cual hormiguero, de desmontar una parte del barco. Primero las velas, luego la parte eléctrica, finalmente se levanta el casco del agua, se le retira el mástil...

El Alinghi Red Bull Racing de la Copa América entrena en Barcelona

El capitán del AC40 de Alinghi Red Bull, Diego Torrado, junto a la embarcación en una de las naves donde provisionalmente está el equipo. / FERRAN NADEU

Y entra en una de las dos naves donde, de forma provisional hasta que no esté construida la base junto al Maremàgnum, ahora mismo está el equipo suizo de vela. Uno de los responsables de condicionar el AC40 es su capitán, Diego Torrado, que, orgulloso, indica cuáles son las partes del monocasco: "Me encargo de que esté todo a punto. En el AC75 es sobre todo desarrollo y en este más pequeño hay que montar y desmontar constantemente, es más fácil y manejable. Son trabajos diferentes con complejidades distintas".

El capitán Diego Torrado asegura que el AC75 es "sobre todo desarrollo"

Hacerlo volar todo

La 37 edición de la Copa América de Vela aspira a arrastrar a los barceloneses y barcelonesas, también al resto de catalanes, a engancharse a la competición, que en muy pocos años ha cambiado completamente, recuerda Adolfo Carrau. "En el 2007 en Valencia los barcos eran muy pesados, de 24 toneladas, y eran normales, como estos que se ven en el puerto, que flotan. En poco tiempo, hubo una gran revolución en la vela porque entre los navegantes y los ingenieros encontramos una manera de que el barco vuele. Hemos puesto alas por debajo del casco para que se disminuya la resistencia al agua, y cuando le hemos pillado el truco lo hacemos volar casi todo".

El Alinghi Red Bull Racing de la Copa América entrena en Barcelona

El AC75 de Alinghi Red Bull alza el vuelo gracias a los 'foils' (alas) en uno de los entrenos frente a la costa de Barcelona. / FERRAN NADEU

"La velocidad es cinco veces más que años atrás, cuando íbamos a 10 o 12 nudos y ahora lo hacemos a 40 o 50 nudos, que es muy rápido, es como una lancha de competición. Todo se ha acelerado: antes tenías mucho tiempo para pensar y para elegir el lado del viento, el lado del campo, ahora es muy rápido y depende del caña, del timón. Todo sucede muy, muy rápido", describe.

Los suizos han llegado los primeros a Barcelona y se han hecho con la ciudad. Son los profetas de un deporte hasta ahora poco conocido por el gran público. Han abierto sus puertas para mostrarse y se sienten cómodos en unas calles y unas olas que aspiran a dominar para vencer la histórica regata frente a Emirates New Zealand. Si lo logran, en una lucha sin cuartel, decidirán ellos qué lugar del mundo se compite la próxima vez y, si la capital catalana lo hace bien esta vez, puede repetir.

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