Según el Col·legi d'Economistes

La alarma entre los economistas catalanes baja y descartan una recesión en 2023

El 60% de los colegiados se muestran a favor de los impuestos extraordinarios del Gobierno a la banca, energéticas y grandes fortunas

Barcelona 02/01/2023 Economía. Centro de Barcelona al lleno de turistas y locales ultimando las compras de reyes. Manteros (venta ambulante) y comercios se disputan los turistas y locales de portal del angel. AUTOR: MANU MITRU

Barcelona 02/01/2023 Economía. Centro de Barcelona al lleno de turistas y locales ultimando las compras de reyes. Manteros (venta ambulante) y comercios se disputan los turistas y locales de portal del angel. AUTOR: MANU MITRU / MANU MITRU

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

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Alta preocupación sobre la situación económica, pero alarma a la baja y recesión descartada de cara al 2023. Este es el resumen de la última encuesta sobre la situación de la economía catalana elaborada por el Col·legi d'Economistes de Catalunya a sus afiliados. La confianza de los economistas ha mejorado en los últimos meses y las alertas rojas que saltaron en primavera vinculadas a la guerra de Ucrania y a la inflación se han ido suavizando -si bien siguen altas- y sus efectos no han sido tan dañinos como se temía hace unos meses.

Otra conclusión que deja el sondeo es que medidas adoptadas por el Gobierno para reaccionar a la actual crisis, como la creación de impuestos extraordinarios a la banca, energéticas y grandes fortunas, convencen a una mayoría de los economistas catalanas, si bien también generan rechazo en una minoría abultada dentro de dicho colectivo. Estos son algunos de los datos que deja la encuesta realizada entre el 12 de diciembre y el 23 de diciembre del 2022 entre 620 de sus colegiados.

"Con los datos que tenemos hoy no entraremos en recesión", ha afirmado el decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya, Carles Puig de Travy, en consonancia de la mayoría de cuadros macroeconómicos de organismos internacionales y nacionales, que descartan un retroceso de la economía española y catalana durante este ejercicio. Las estimaciones del propio Col·legi son de un crecimiento del PIB en 2022 del 4,4% (seis décimas por debajo de las previsiones del Gobierno, aunque tres décimas más de lo estimado por el propio Col·legi hace unos meses); en 2023 de cerca del 1%.

Y es que el 2022 ha acabado mejor de lo que esperaban los economistas a mitad de curso y la alarma que existía entonces -con la invasión rusa todavía muy reciente- se ha rebajado. La situación no es ni mucho menos favorable, hasta el punto de que cuatro de cada 10 economistas entrevistados piensan que el escenario es peor que hace un año, pero no ha ido tan mal como en su día podía esperarse. La preocupación central sigue siendo la inflación -actualmente en el 5,8%- y los costes de producción, que son señalados por entre el 55 y el 60% de los economistas como los máximos peligros.

Mejor que en anteriores crisis

"España, a diferencia de las dos crisis anteriores [la financiera del 2008 y la del covid del 2020], no estamos en el lado malo", ha afirmado el decano del Col·legi. En ese sentido, ha argumentado que el actual escenario pivota sobre incertidumbres que son menos malas para España, con múltiples fuentes energéticas disponibles -desde las conexiones gasísticas con África o el potencial de las renovables-, a diferencia de otros países más condicionados por la dependencia gasística con Rusia, como Alemania.

También ha valorado la resistencia del mercado de trabajo, que a diferencia de en contracciones anteriores está manteniendo una evolución al alza. Catalunya cerró el 2022 mejor que 2019, 96.000 ocupados más y 22.820 desempleados menos.

Desconfianza en que el Estado ejecute las inversiones

Un tema recurrente en el debate económico en Catalunya es el grado de ejecución de las inversiones del Estado. Un déficit estructural -el año pasado se ejecutó un tercio de lo presupuestado- que los economistas catalanes no esperan que vaya a mejorar este año. Hasta el punto de que casi 9 de cada 10 economistas da por seguro que el presupuesto de inversiones no se ejecutarán íntegramente.

Donde sí están más satisfechos con la acción del Gobierno es con la creación de tasas extraordinarias para aumentar la recaudación entre aquellos que están mejorando sus balances durante la actual crisis. Sobre los nuevos impuestos extraordinarios a la banca, las energéticas o las grandes fortunas, los economistas se muestran algo divididos, si bien hay una mayoría ligeramente a favor, de entre el 53 y el 58%, dependiendo del destino del impuesto.