Industria

CaixaBank desbloquea el aval para reindustrializar Nissan

La entrada de la entidad y otros bancos facilita una operación en la que el D-Hub participará del perte de la automoción y se instalará en la Zona Franca

D-Hub tiene 7 días más para buscar los avales del perte y reindustrializar así Nissan

D-Hub tiene 7 días más para buscar los avales del perte y reindustrializar así Nissan

Agustí Sala
Gabriel Ubieto
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CaixaBank ha dado luz verde como avalador para desbloquear la reindustrialización de Nissan. Juntamente con Andbank, que ya figuraba como principal apoyo, y la opción de que se sumen en las próximas horas o días Banc Sabadell y Santander, el D-Hub contará con los fondos mínimos, podrá participar del perte de la automoción y así mediante el mismo tenga los fondos para instalarse en la Zona Franca de Barcelona, según han confirmado fuentes que participan en el proceso. Formalmente fuentes consultadas del D-Hub, la alianza entre las consultoras QEV y Btech que aspira a sustituir a la productora nipona en la capital catalana, no dan por cerrada la operación aunque se muestran optimistas.

La Generalitat, a través del Institut Català de Finances (ICF), decidió aportar un aval de 40 millones adicional a la financiación a través del PERTE del vehículo eléctrico. El problema que surgió es que el ICF carece de ficha bancaria, por lo que su participación puede considerarse como doble ayuda de Estado, al participar también el Ministerio de Industria. A partir de ahí la Administración habilitó siete días hábiles más de margen (hasta el 28 de noviembre) para que el el consejero delegado del D-Hub, Joan Orús, buscara alternativas. Este se movió, intensificó los contactos con aquellas entidades que ya los apoyaban para aumentar la financiación y buscó nuevas.

Ahí se ha sumado CaixaBank y otras entidades podrían hacerlo en breve, como Banc Sabadell y Banco Santander, con las que se conseguiría el aval suficiente para poder postular y recibir así la inversión de fondos europeos. Los papeles no están firmados de manera formal, pero existe un principio de acuerdo, según confirman distintas fuentes conocedoras del proceso, que se han mostrado "muy optimistas".

Inversión de 305 millones de euros

El D-Hub es actualmente el único postulante para instalarse en los antiguos terrenos de Nissan en la Zona Franca. Su proyecto dentro del perte promete una inversión de 305 millones de euros, por el mismo recibirán una ayuda pública de un total de 107,8 millones de euros. A partir de la misma y mediante la alianza con la inmobiliaria australiana Goodman pretenden remodelar la antigua fábrica nipona y ensamblar allí su nueva gama Zeroid de furgonetas eléctricas. Su promesa es crear en tres años 1.000 empleos directos y otros 5.000 indirectos. Ahora, una vez CaixaBank, Banc Sabadell y Banco Santander han dado su apoyo a la operación, el D-Hub consigue sortear los problemas con el aval del ICF.

El camino para la reindustrialización de Nissan ha ido llenándose de obstáculos desde que el pasado 31 de diciembre del 2021 la firma japonesa echara el cierre definitivamente de sus factorías en Catalunya. El favorito para sustituir a los nipones era el gran fabricante chino Great Wall Motors, que a última hora se descolgó de la operación alegando motivos logísticos y de dimensión de los terrenos. Su recambio, el D-Hub, ha ido salvando etapas con el fin de rubricar su futuro en el conocido como 'Passeig de Gràcia de la logística'.

Tras una sucesión de prórrogas para iniciar el concurso de licitación de los terrenos -que son de titularidad pública-, finalmente el D-Hub logró certificar una alianza con la empresa inmobiliaria de origen australiano Goodman para que esta actuará como socio financiero y pusiera los fondos para hacer viable la operación de arrendamiento hasta el 2072. Después de tres prórrogas, el 31 de octubre se cerró el proceso para presentar candidaturas a la licitación de los 517.000 metros cuadrados que deja libre Nissan en Zona Franca y la alianza entre el D-Hub y Goodman fue la única que se postuló para la misma. Y es que las bases de dicho concurso primaban a aquellos proyectos con apuesta industrial, en aras de no dejar a la mayor capacidad económica de la logística la ganancia de la subasta.