Tributación verde
¿Cuánto pagará cada coche por el impuesto catalán sobre el CO2 este 2022?
Álex Soler
Periodista
Periodista. Graduado por la Universidad Rovira i Virgili de Tarrragona (URV). Máster en Comunicación Deportiva por Blanquerna-Universitat Ramon Llull. Trabajé como redactor de informativos en la Cadena Ser y he realizado colaboraciones en medios como elEconomista e Híbridos y Eléctricos.
Catalunya cuenta desde septiembre pasado con un nuevo impuesto que grava las emisiones de CO2 de los vehículos. El gravamen en cuestión entró en vigor el pasado 1 de septiembre con la publicación, en la web de la Agència Tributària de Catalunya (ATC), del padrón definitivo de vehículos sobre los que recaerá.
Las tarifas del ejercicio 2020 (que se liquidó en 2021), se mantendrán para el ejercicio actual, devengado en fecha 31 de diciembre de 2021 y que se liquidará entre el 1 y el 20 de noviembre de este año. El Ejecutivo catalán ha tomado esta decisión "frente al escenario de incertidumbre que está teniendo sobre la economía la alta inflación, provocada por el alza en los precios de la energía; la situación en Ucrania; los efectos de la pandemia en los hogares catalanes, y para favorecer una transición adaptada a las condiciones socioeconómicas", según comunica la Generalitat.
El importe a pagar, en el caso de los turismos y motocicletas será, pues, de entre 0,55 y 276 euros, mientras que las furgonetas pagarán entre 0,3 y 87 euros.
Están exentos de pago, como en el ejercicio anterior, los turismos de más de nueve plazas, los vehículos de más de 3,5 toneladas y los ciclomotores, así como los coches eléctricos, los vehículos adaptados a personas con movilidad reducida, los autocares, los vehículos con matrícula de vehículo histórico y los clásicos. Los coches comprados en 2021 no tuvieron que pagar el impuesto en el ejercicio pasado, pero sí deben hacerlo este año.
El pago
A partir del 1 de septiembre, la agencia catalana hará público el padrón definitivo y se iniciará el periodo de autoliquidación a través de la misma sede electrónica. De acuerdo con la ley, si se domicilia el pago puede disfrutarse de una bonificación del 2%. En concreto, en el caso de los contribuyentes que ya domiciliaron el pago en 2021, se les realizará un cargo a cuenta a partir del 7 de noviembre. Para aquellos vehículos que ya tributaron el año pasado, pero no realizaron la domiciliación, la autoliquidación deberá hacerse efectiva del 1 al 20 de noviembre. Y, finalmente, los vehículos de nueva tributación tendrán que pagar según la fecha que se indique en la notificación que recibirán de la ATC vía Correos.
Si no se ha domiciliado el pago, se puede pagar a través de la sede electrónica de la ATC, en el teléfono 012, en el teléfono de la ATC le llama (93 551 51 51), a través de Bizum, en entidades financieras colaboradoras, en las oficinas de Correos, y en todas las oficinas y delegaciones del ATC, en este último caso con cita previa.
Este tributo se enmarca en la agenda 2030 aprobada por el Govern y está en línea con las recomendaciones del FMI, la OCDE o la Comisión Europea, que coinciden en apostar por la fiscalidad verde como una herramienta imprescindible ante la crisis ambiental y de emergencia climática. Otros países europeos como Finlandia, Suiza, Bélgica, Francia, Suecia, Alemania o Irlanda también disponen de figuras tributarias que tienen en cuenta las emisiones de CO2 de los vehículos.
Solo se salvan los eléctricos
El impuesto del CO2 catalán solo mantiene fuera del mismo a los coches eléctricos, además de los tipos de vehículos citados anteriormente. Cualquier otra tecnología está sujeta a pagar si se superan las emisiones mínimas. Sin embargo, aunque podrían pagar, los híbridos enchufables tampoco lo harán, ya que normalmente homologan emisiones muy bajas. El Seat León híbrido enchufable, por ejemplo, declara 25 gramos de CO2 por kilómetro.
Por su parte, los coches híbridos convencionales, con etiqueta ‘ECO’ de la DGT y libres para circular en zonas restringidas, sí pagarán en muchos casos, sobre todo a partir del año que viene. Coches como el Toyota RAV4, por ejemplo, que son siempre híbridos pagarán en cualquier caso, ya que su motorización menos potente declara 129 gramos de CO2 por kilómetro, es decir, 4,95 euros según el impuesto del año pasado.
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