Sindicatos y asociaciones de vecinos reclaman actualizar subsidios ante la escalada de precios

Austeridad frente a protección social. Esta ha sido la dicotomía en la que han instalado su mensaje CCOO, UGT, sus asociaciones de autónomos y la federación de vecinos, entre otras organizaciones, para convocar una manifestación este miércoles contra la escalada de precios. Las centrales están organizando protestas en las principales ciudades del país y en Catalunya han querido revestirlas de transversalidad y han sumado a la convocatoria a diversas entidades afines. La marcha será a las seis de la tarde, comenzará en plaza Urquinaona de Barcelona y finalizará en la plaza Sant Jaume. Allí los protestantes demandarán al Govern que despliegue medidas para descargar de los hombros de los trabajadores los costes de la guerra y la crisis energética. Entre otros, le reclaman que actualice el Indicador de renda de suficiència (IRSC), que lleva 12 años congelado y sirve para fijar el importe de subsidios como la Renta Garantida de Ciutadania (RGC).

"Las energéticas se están forrando a costa del poder adquisitivo de la ciudadanía", ha denunciado el secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco. "Esto no va de bajar la calefacción, va de controlar precios", ha apuntado su homólogo de UGT, Camil Ros. Las centrales con representación mayoritaria buscan presionar al Gobierno y el resto de administraciones para que no gestionen las secuelas del conflicto bélico con bajadas generalizadas de impuestos que a medio plazo puedan consolidarse y mermen la capacidad de acción del Estado, mediante inversión pública, prestaciones, subsidios o ayudas extraordinarias. "Poneros las pilas, parad esto, sino las condiciones de los barrios se degradarán", ha declarado el presidente de Confavc, Jordi Giró.

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No obstante, entidades dentro de ese perímetro al que han querido extender sus reivindicaciones sí abogan explícitamente por bajadas de impuestos, aunque sobre productos concretos y de carácter temporal. Principalmente de aquellos sectores más directamente afectados, como los transportistas. "La situación es insostenible, hay 140.000 autónomos en Catalunya que depende del transporte para trabajar pero no pueden deducirse el coste de los combustibles", ha afirmado la presidenta de UGT-CTAC, Sandra Zapatero. Desde las organizaciones de trabajadores por cuenta propia abogan por bonificaciones de carburantes para evitar que los transportistas operen por debajo de coste. "Estamos en una olla exprés y esto va a explotar. Tenemos un problema de supervivencia, tienen que poner solución ya", ha declarado el coordinador de Uatae en Catalunya y referente de Elite Taxi, Tito Álvarez.

La conflictividad laboral, que ya se está notando en paros como el convocado por una minoría de autónomos y pequeños empresarios del sector del transporte, amenaza con escalar. Y los agentes sociales, con manifestaciones como la del miércoles, aspiran a condicionar la respuesta que prepara el Gobierno para amortiguar el impacto del alza de la energía y la falta de materias primas en determinados sectores.