operación estratégica en el sector financiero

CaixaBank lanza una oferta para controlar el banco portugués BPI

OLGA GRAU / BARCELONA

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CaixaBank dio ayer un paso estratégico para configurar un gran grupo financiero de ámbito ibérico. La entidad controlada por la Fundació Bancària La Caixa, presentó una oferta pública de adquisición (opa) para hacerse con el control del portugués Banco Portugués de Inversiones (BPI), en el que participa como socio estratégico desde el año 1995. CaixaBank controla ahora un 44,1% del capital, pero los estatutos de la entidad no le permiten ejercer el control total al estar limitada la capacidad de voto de un solo accionista al 20% del capital. El resto del accionariado del BPI se reparte entre Allianz (8,4%), Santoro (18,6%) y Arsopi (2%), mientras que el resto fluctúa libremente en bolsa (27%).

CaixaBank ha lanzado la opa para quedarse el 55,9% del capital que no tiene, es decir, para controlar el 100% del banco. Sin embargo, la entidad española ya ha avanzado que su intención es que BPI siga cotizando en el mercado portugués. De hecho, el banco ha anunciado que quiere mantener al actual equipo directivo de la entidad lusa, «cuya gestión ha logrado proteger a BPI de la inestabilidad que ha afectado al sistema financiero durante los últimos años», explicó ayer.

De prosperar la operación completa, supondría un desembolso de 1.082 millones de euros por parte de CaixaBank ya que el precio que se ha ofrecido por acción es de 1,329 euros en efectivo. Es un 27% superior a la cotización en que cerraron los títulos de BPI en bolsa el lunes. La oferta está condicionada a que la junta  de accionistas del banco luso elimine la actual limitación de los derechos de voto por parte de un solo accionista. También está sujeta a que, como mínimo, haya un 5,9% de los accionistas que la acepten. Con este porcentaje y el cambio de los estatutos CaixaBank ya controlaría BPI.

CAMBIO DE ESTRATEGIA

La operación supone un cambio de estrategia de CaixaBank (primer banco por activos de España con 360.223 millones), que ha basado su plan de expansión en la adquisición de paquetes accionariales relevantes en bancos extranjeros de forma pactada y sin llegar a lanzar opas por el 100%. Así ha actuado con The Bank of East Asia, con el austriaco Erste Bank y con el BPI, hasta ahora.

CaixaBank quiso desvincular la operación de la partida de ajedrez que se juega en el mercado portugués. El Gobierno luso ha sacado a subasta el Novo Banco, tercera entidad del país por activos (72.000 millones) y heredera del rescatado Banco Espirito Santo. CaixaBank ya había manifestado su interés por él a través del BPI (cuarto banco con 42.600 millones), al igual que otras entidades españolas, como el Santander y el Popular. Si CaixaBank se quedara con BPI y Novo Banco, sería el primer banco portugués, por delante del público Caixa Geral de Depósitos (100.152 millones).

El banco que preside Isidre Fainé y dirige Gonzalo Gortázar calcula que la adquisición de BPI supondrá una subida del beneficio por acción ordinario desde el primer año, estima las sinergias brutas en 100 millones en el 2016 y 130 millones en el siguiente ejercicio, y calcula que el impacto en su ratio de capital será de un mínimo de 80 puntos básicos en el caso de que la aceptación de la opa sea del 5,9% y de un máximo de 140 puntos básicos, si la aceptación fuera total. El ratio de capital se mantendrá por encima del 11%.