El informe del Fondo Monetario Internacional

El FMI cuestiona que España baje el IRPF y apuesta por subir el IVA

El príncipe de Gales con la presidenta del FMI, Christine Largade, ayer, en Londres.

El príncipe de Gales con la presidenta del FMI, Christine Largade, ayer, en Londres.

ROSA MARÍA SÁNCHEZ
MADRID

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Después de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional se convirtió ayer en el segundo organismo de la troika (el tercero es el Banco Central Europeo) en cuestionar los planes de reforma fiscal del Gobierno de Mariano Rajoy.  En las conclusiones preliminares del informe sobre la economía española que el FMI publicará en julio, el organismo que dirige Christine Lagarde sostiene que no existe margen para bajar «significativamente» los tipos máximos del IRPF, aboga por reducir el tipo del impuesto de sociedades, pide subir el IVA de bienes y servicios gravados con los tipos reducidos y defiende bajar las cuotas sociales para ciertos colectivos y compensar la merma recaudatoria con impuestos.

«Si España quiere garantizar niveles europeos de protección social parece sensato que recaude más». Así lo explicó ayer en rueda de prensa, en la sede del Banco de España, el jefe de la misión para España, James Daniel, al ser preguntado por los planes del Gobierno de acometer una rebaja del IRPF que Hacienda cifra en 4.776 millones de euros en dos años (2015 y 2016).

En el texto difundido ayer, el FMI aboga por «ampliar la base de los impuestos sobre la renta reduciendo exenciones y regímenes especiales». En el caso del impuesto de sociedades, el FMI ve margen para compensar esa subida del impuesto con una reducción gradual del tipo nominal del impuesto (del 30%)  aunque el FMI desaconseja llegar al 20%. En el caso de la renta de las personas físicas (IRPF), sin embargo, se considera que «hay menor margen para reducir significativamente los tipos máximos del IRPF» y ello «dada la necesidad de mantener el nivel de ingresos públicos y preservar la progresividad» del impuesto.

CAMBIO DE CICLO / De alguna manera, estas recomendaciones del FMI tiran por tierra las pretensiones del Gobierno de acometer una rebaja del IRPF que la puedan notar «todos los contribuyentes» en el 2015, como propugna el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Con todo, el principal  mensaje de las conclusiones del informe adelantadas ayer incide en que «la economía española ha dado un giro» y en que la recuperación que comenzó en el segundo semestre del 2013 «ha cobrado fuerza en el primer trimestre de este año», todo ello gracias a «los esfuerzos colectivos de la sociedad española» que «deben continuar para garantizar que la recuperación sea fuerte y duradera».

Según el organismo internacional, las medidas de ajuste (impuestos y pensiones), el saneamiento del sector financiero, la reforma laboral y la moderación salarial «están empezando a dar sus frutos» en forma de reducción del desempleo y más afiliaciones a la Seguridad Social. Para seguir el camino, el Fondo plantea nuevos deberes al Gobierno.

En concreto, el FMI propone diferentes acciones para ayudar a las empresas a crecer, contratar e invertir, para reducir las barreras regulatorias que frenan el crecimiento y el empleo y para avanzar en la consolidación fiscal, todo ello con el apoyo de Europa. «Además de continuar con la moderación salarial, hay que asegurar que la recuperación de la economía se traduce en más empleos para los parados, más seguridad para los empleados y un menor coste de vida», sostiene el informe.

¿Si el objetivo es ese, cómo evitar  que una subida del IVA dañe a las rentas más bajas? Daniel respondió que el efecto se podría compensar con rebajas selectivas del IRPF, con subsidios y utilizando las «herramientas» del Estado de bienestar,  «muy desarrollado» en España.

EL NUEVO ADJETIVO DE MODA/ En este sentido, James Daniel habló de la necesidad de una recuperación «inclusiva», echando mano del nuevo adjetivo que empieza a hacer fortuna en el organismo que al inicio de la crisis propugnaba austeridad y recortes sin contemplaciones.

La propia directora gerente del FMI, Christine Lagarde, se preguntó ayer en Londres si hablar de «capitalismo inclusivo» (título del seminario en el que participó) no era una contradicción, dados los excesos recientes del sistema y las desigualdades crecientes. «Las 85 personas más ricas del mundo, que podrían caber en un único bus de Londres de dos pisos, controlan tanta riqueza como la mitad más pobre de la población mundial, es decir 3.500 millones de personas», afirmó.

Datos como este ha llevado la preocupación por la desigualdad, no solo a grupos preocupados por la justicia social, «sino también cada vez más a políticos, banqueros centrales y dirigentes empresariales», según Lagarde. Y es que el FMI ha comprobado que «los países más desiguales tienden a tener menor crecimiento económico y menos duraderos».

De cara a lograr «un capitalismo inclusivo», Lagarde abogó por «una mayor honradez en el sistema financiero». Según denunció, «el sector sigue primando los premios a corto plazo frente a la prudencia a largo plazo, los bonus de hoy frente a las relaciones de mañana».