Alojarse en el centro de Málaga

Disfrutar como un malagueño más en el Hotel Molina Lario

Este hotel se encuentra en pleno centro de la capital de la Costa del Sol, con vistas directas a su catedral, apodada cariñosamente la 'manquita'

Vistas a la catedral de Málaga desde una habitación del hotel Molina Lario.

Vistas a la catedral de Málaga desde una habitación del hotel Molina Lario.

X. D.

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Uno de los elementos más reconocibles de Málaga es su catedral, la Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación, un nombre demasiado largo que los malagueños acortan con un apodo cariñoso, la 'manquita', por su torre inacabada. Muy cerca de ella se encuentra el Hotel Molina Lario, que enlaza directamente con la ciudad más auténtica y se erige como un muy buen punto de partida para explorar sus calles, monumentos y oferta gastronómica. 

Se trata de un hotel de 4 estrellas formado por dos edificios rehabilitados con fachada original del siglo XIX, y un tercero completamente nuevo. Cuenta con 103 habitaciones amplias, luminosas y elegantes, todas ellas decoradas con materiales nobles y elementos de calidad que proporcionan calidez y bienestar.

Vistas privilegiadas

Su azotea es otro de sus puntos fuertes, un espacio semicubierto que abre todo el año con vistas a la Catedral y al puerto de Málaga. Ofrece coctelería de autor, música en directo los fines de semana y un ambiente animado y agradable, tanto para huéspedes como para malagueños que quieren disfrutar de sus actuaciones musicales.

Por su parte, su restaurante Matiz, con el chef Pablo Molina y el maître y sumiller Hugo García al frente, destaca por su base tradicional mediterránea malagueña, con producto de kilómetro cero y platos con ingredientes autóctonos como los buñuelos de feria con queso de cabra de Ronda, la tabla de presa ibérica de La Dehesa de los Monteros, los raviolis de vieira y gambas con caviar de Riofrío o la oblea crujiente de tartar de atún rojo, entre muchos otros platos.

Los buñuelos de feria con queso de cabra de Ronda del restaurante Matiz.

Los buñuelos de feria con queso de cabra de Ronda del restaurante Matiz. / Cedida

Estos parten siempre de un conocimiento de la herencia gastronómica, pero están surcados por los singulares matices (como su mismo nombre indica) que definen su cocina.

Un legado femenino que deslumbra

La historia suele silenciar a las mujeres, pero hay casos como los de la ciudad de Málaga en las que su legado fue tan desbordante que no hubo manera de esconderlo. Por suerte. Existen muchos motivos para visitar la Costa del Sol –y más en verano–, pero quizás uno de los más estimulantes es reseguir como exploradores la huella indeleble en el arte, la literatura y la cultura que han dejado malagueñas ilustres en los últimos siglos. De hecho, existen rutas temáticas especializadas, como la que organiza el Hotel Molina Lario, situado en pleno centro de la ciudad.

Una de las figuras más ilustres de la filosofía española es María Zambrano, nacida en Vélez-Málaga en 1904. Sus ideas sobre la razón poética y el humanismo han influido profundamente en el pensamiento contemporáneo. El visitante interesado en su legado puede visitar la Fundación María Zambrano, donde se encuentran archivos, manuscritos y exposiciones. Formaba parte de un colectivo cultural femenino denominado La Sinsombrero, en el que también estaba Victoria Kent (nacida en 1898), pionera en la lucha por los derechos de las mujeres.

Más atrás en el tiempo destacan nombres como Amalia Heredia Livermore (1830), una destacada botánica y filántropa que fundó el Jardín Botánico La Concepción, un oasis de flora exótica que sigue siendo uno de los principales atractivos turísticos, con más de 50.000 plantas.

Otros nombres que sobresalen en la historia malagueña son Anita Delgado (1890), que fue princesa al casarse con el maharajá de Kapurthala; Trinidad Scholtz de Iturbe (1860), duquesa de Percent y también una destacada figura en la diplomacia cultural; o Josefa Ugarte Barrientos (1873), fue quien fundó varias escuelas y talleres para niñas desfavorecidas. Más contemporáneas son Pepa Flores, conocida artísticamente como Marisol, una estrella del cine y la música en losaños 60. O Carmen Thyssen, que aunque naciera en Barcelona, tiene también su contribución a Málaga en forma del museo que lleva su nombre y que alberga una impresionante colección de arte, especialmente del siglo XIX.