Juegos Paralímpicos
Mehrzad, el gigante que dormía en el suelo: un accidente en bici, la televisión y un reinado
Con 2,46 metros de altura y enfermo de acromegalia, ha cambiado su vida con el deporte y es el 'rey' del voleibol sentado
¿Recuerdan la historia de cómo Roberto Dueñas acabó siendo un jugador vital en el Barça con la Euroliga de 2003 como momento culminante? El madrileño estaba esperando el autobús en Fuenlabrada con 16 años y ya con más de 2,15 metros de altura (se quedó en 2,21) fue cuando alguien lo descubrió y acabó fichando por la cantera azulgrana.
La historia de Morteza Mehrzadselakjani recuerda a la de 'Bob', aunque es mucho más triste. El iraní nació con acromegalia, una enfermedad rara y crónica causada por una secreción excesiva de la hormona del crecimiento o GH que hace que los huesos sigan creciendo más allá de la edad normal y de manera demasiado rápida.
Con 16 años ya se acercaba a los dos metros y era una promesa del baloncesto iraní, pero su vida cambió con un accidente de bicicleta que le provocó una serie lesión pélvica y detuvo el crecimiento en una de sus piernas hasta el punto de que es unos 15 centímetros más corta que la otra.
Su vida quedó unida ya a la silla de ruedas, a las muletas y a los bastones, pese a las dificultades que implicaba su continuo crecimiento hasta los 2,46 que mide en la actualidad. Sin embargo, el futuro le tenía una sorpresa guardada con la televisión como protagonista.
El iraní fue a un show televisivo. Su mérito era ser el segundo hombre más alto del planeta, tan solo por detrás del turco Sultan Kössen (2,52 metros). Uno de los muchos espectadores fue el seleccionador iraní de voleibol sentado, quien no tardó en contactar con él y reclutarlo para el equipo. Irán había conquistado el título paralímpico de voleibol sentado cuatro veces seguidas desde Seúl 1988 hasta Sydney'00. En Atenas'04 perdió la final contra Bosnia y Herzegovinan en 2008 recuperó el oro y en Londres 2012 volvió a cederlo contra los balcánicos.
Ahí empezó la era de Morteza Mehrzad. Con sus dimensiones, el jugador nacido hace 34 años en Chalus está demostrando cómo cambiar la realidad a base de trabajo y ya es historia del deporte gracias a su tercer oro seguido en voleibol sentado en Río 2016, Tokio 2020 y París 2024.
El asiático fue la gran estrella de la final, cómo no, contra Bosnia y Herzegovina (3-1 con parciales de 25-22, 28-30, 16-25, 14-25). Y Morteza Mehrzadselakjani fue la gran estrella de la final con 27 puntos y un espectacular porcentaje de 44%. El siguiente en tanto por ciento de los iranís fue Alipourian con un 25% y las figuras rivales se movieron entre el 24% y el 33%.
Tras ser el centro de las noticias hace unos días al verse obligado a dormir en el suelo al no caber en las camas en la Villa Olímpica, el segundo hombre más alto del planeta celebró su tercer título consecutivo y parece dispuesto a ampliar su cuenta dentro de cuatro años en Los Ángeles.
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