Deportivo - Barcelona (0-3)

Ewa Pajor abre los cielos al Barça a golpe de gol

La goleadora polaca se estrena con el equipo azulgrana en la Liga F con dos tantos en un triunfo inaugural en Riazor completado por Brugts

Ewa Pajor controla el balón ante Elena Vázquez, este domingo en Riazor.

Ewa Pajor controla el balón ante Elena Vázquez, este domingo en Riazor. / Efe

Francisco Cabezas

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En un Barça en que la razón de ser es la concepción del juego, el arte de la construcción, dedicarse al gol no es una tarea sencilla. El juicio, y la sentencia, depende de algo a veces tan mutable como el acierto. En los equipos masculino y femenino cohabitan ahora como especialistas del área Robert Lewandowski y Ewa Pajor. Uno, ya en el crepúsculo de su carrera, sigue rebelándose contra el final. Otra, harta de agujerear las redes con el Wolfsburgo (137 goles en nueve años), busca ahora en el Barcelona, a sus 26 años, que su buenaventura anotadora adquiera aún más sentido. Pajor, en su primer partido oficial con un equipo azulgrana que se estrenó en la Liga F en Riazor con un trabajado triunfo, se encargó de abrir los cielos. Pero también para cerrarlos. Marcó dos. El gol es su vida. Así que se limitó a seguir viviendo.

Enredado como estaba el Barça, Pajor, al quite en el área pequeña, aprovechó un rechace de la portera Inés Pereira tras un remate con el exterior de Graham Hansen para aliviar a las azulgrana. La calma la otorgó Esmee Bruugts, formidable en el carril, y que amarró el 0-2 tras asistencia de Alexia en una acción muy protestada por las jugadoras del Deportivo por una posible falta previa de Mapi León a Millene Cabral. Aunque Pajor puso la rúbrica con otro tanto de ariete pura, otra vez con Graham Hansen como aliada, y bastándose con un remate de primeras en el área.

Las jugadoras gallegas se sentían frustradas. Una vez acabado un primer acto en que lograron justo lo que pretendían –es decir, que nada pasara–, se reunieron en un corro para celebrar esa pequeña gesta. Porque el Depor, que regresa a la primera categoría después de tres años, había cortocircuitado las conexiones del deshilachado once de Pere Romeu.

El ingreso de Aitana y Alexia

Porque, claro, el Barça pagó en ese amanecer jugar de inicio sin las futbolistas que habían acudido a los Juegos de París. Se amontonaban así en el banquillo sus dos grandes banderas –Aitana Bonmatí y Alexia Putellas–, además de Cata Coll, Patri Guijarro, Ona Batlle y la jovencita Vicky López. También habían quedado fuera de inicio Claudia Pina y Marta Torrejón, confiando Romeu, en su estreno oficial en el banquillo azulgrana, en algunas de sus nuevas piezas. Pajor, claro, era la referencia en ataque; la portuguesa Kika Nazareth se hacía con uno de los interiores en un centro del campo compatido Keira Walsh y la canterana Alba Caño. Esa nueva 'troika' no alcanzó complicidad alguna, viéndose obligado Romeu a recurrir a Alexia y Aitana tras el descanso. Mientras que en la retaguardia, con Engen compartiendo eje defensivo con una Mapi León dispuesta a recuperar el nivel tras su grave lesión, los carriles se los repartieron Jana y Esmee Brugts. 

Sin embargo, nada funcionó en un primer tiempo de fútbol áspero en que el Barça sumó una ocasión gracias a uno de esos córners en los que Mapi León, con su privilegiado botín zurdo, busca el gol olímpico. El balón golpeó en el travesaño.

Pero el Barça, que ha ganado las cinco últimas Ligas, tiene ahora además a Ewa Pajor, una delantera que discute toda dificultad con el gol como respuesta y argumento. Una rutina celestial.