Patinaje

El calvario de Laura Barquero que no sufre Sinner: un corte, una crema y dos años sin competir

La patinadora española dio positivo por la misma sustancia detectada al tenista italiano tras los JJOO de Invierno de 2022. Lleva inhabilitada desde entonces

Sinner dio positivo en Indian Wells, pero no será sancionado

Laura Barquero y Marco Zandron, en los JJOO de Invierno de Pekín en 2022.

Laura Barquero y Marco Zandron, en los JJOO de Invierno de Pekín en 2022.

Begoña González

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Laura Barquero (Madrid, 2001) fue descalificada de los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín 2022 por dar positivo en clostebol. Desde entonces, la patinadora artística vive apartada de la competición. Su caso ha vuelto a saltar a la primera línea tras conocerse el positivo de Jannik Sinner por la misma sustancia en Indian Wells el pasado mes de marzo. El tenista ha salido prácticamente impune, jugando sin problemas este US Open, pues la autoridad tenística no le ha sancionado apartándole de la competición. Su reputación, en cambio, quedará tocada para siempre.

Ella recibió una sentencia de un año de inhabilitación, pero un recurso ha hecho que sean ya dos años sin poder patinar. Él pudo continuar jugando sin más sanción que devolver los puntos recibidos en la clasificación. A pesar de que los casos no pueden compararse por el secretismo que tiende a envolver estos procesos, hay ciertos puntos en común entre lo que ocurrió con ambos deportistas, pero no así en su tratamiento judicial.

“Lo más difícil en los casos de dopaje involuntario es probar que, efectivamente, ha sido involuntario. Sin tener todos los datos, porque son confidenciales, creo que probablemente lo de Sinner no quede así. Cuesta mucho demostrar la involuntariedad”, afirma Gorka Villar, el abogado experto en derecho deportivo que está llevando el caso de la patinadora. En 2023, Laura recibió la sentencia de inhabilitación de un año, que fue recurrida por otro organismo, y a día de hoy sigue esperando una resolución que la devuelva a las pistas.

Una crema cicatrizante

El positivo de Laura se produjo el 18 de febrero de 2022 en un control rutinario efectuado tras el programa corto de parejas en los Juegos. Dos días más tarde, el laboratorio acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) detectó en su orina presencia de clostebol, un esteroide sintético con efectos anabólicos. Con efecto inmediato, la Unión Internacional de Patinaje (ISU) la apartaba de la competición de forma preventiva.

Laura Barquero y Marco Zandron, en los JJOO de Invierno de Pekín 2022.

Laura Barquero y Marco Zandron, en los JJOO de Invierno de Pekín 2022. / Efe

Al haberse dado el positivo en los Juegos, quien se encargó de resolver su caso fue el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), mientras que en cualquier otra competición, hubiera sido gestionado por la ISU. Dicha sustancia prohibida es de las consideradas "no específicas", es decir que son aquellas que no reportan beneficios directos en el desempeño deportivo y por tanto la inhabilitación o sanciones que reportan son, o deberían ser, menores que las "específicas". El clostebol había entrado en el organismo de Laura por una crema cicatrizante que había usado sin ser conocedora del ingrediente, el acetato de clostebol, pero no fue capaz de probarlo. Laura asumió el positivo, pero según ha argumentado desde el primer momento su defensa, el contacto con la crema, el trofodermin, fue fortuito.

La intencionalidad, clave

La complicación vino a la hora de demostrar la falta de intencionalidad. “La legislación del dopaje es complicadísima y muy dura con los deportistas. Una acusación de dopaje, aunque sea involuntaria, mancha la carrera de un deportista y la frena bruscamente por periodos de tiempo larguísimos. Es muy delicado. A ella le ha causado mucho dolor”, explica su abogado. El TAS la sentenció a un año de inhabilitación, y posteriormente la WADA recurrió el laudo buscando una condena mayor al creer que se había interpretado erróneamente la legislación de la Organización Mundial Antidopaje. Desde entonces, Laura está suspendida de toda competición.

En un proceso paralelo que llevó a cabo la ISU sobre el positivo de Laura, la organización consideró a la patinadora “negligente”, pero dio también por probado que la presencia de clostebol en su organismo fue “no intencional”. De este modo, la defensa espera que la justicia le dé la razón y le permita volver a la normalidad lo antes posible. “Lleva dos años apartada de su carrera. Para una deportista es mucho tiempo”, afirma Gorka.

Laura actualmente no quiere atender a los medios. Teme, de algún modo, que pueda perjudicar su proceso que previsiblemente pronto se resolverá. “El caso de Sinner ha vuelto a poner a Laura en el foco. Y ella solo quiere patinar de nuevo”, afirma su abogado. Presumiblemente, el proceso de recurso presentado por su defensa ante la WADA podría resolverse antes de finales de año.