Alma, corazón y vida

El titular de este articulo es, exactamente, el titulo de una canción que popularizó Dyango. No el desencadenado, no; sino Dyango, el artista barcelonés que con su maravillosa voz rota encandiló a nuestra generación sesentera. 

Las tres palabras que bautizan ese tema, compuesto por el peruano Adrián Flores, suponen exactamente las que sostienen el juego de nuestro equipo: alma, corazón y vida. Cuando alguna de las tres empiece a fallar tendremos que empezar a rezar y seguir remando.

Todo se sostiene así, con un Manolo González militante, transparente y cercano, tanto con sus chicos como con los medios, y también con las altas esferas del club, porque con el éxito mediático que están teniendo sus charlas en las pausas de hidratación (lo que algunos comentaristas que van de modernos llaman Cooling break para hacerse los guays) solo pido que el míster no cambie, ni tampoco que se sienta protagonista, ni prisionero mediático de su personaje por sus discursos. 

Me refiero exactamente a lo que hizo la malograda Carmen Sevilla en los años 90 al percibir que los errores involuntarios que cometía en Telecupón generaban risas, ruido y expectación, y entonces empezó a provocarlos. Señor Mas: ¿está usted comparando a Manolo González con Carmen Sevilla? Sí. 

La cabeza de RDT

Acabo. Alucino con lo que escuché ayer a mis amigos de LaGradaRàdio cuando se referían a nuestro ex Raúl de Tomás (hoy en día también ex futbolista, por cierto). RDT combina actualmente su condición de militante en la plantilla del Rayo Vallecano con la de apoderado taurino. 

RDT compartió en su cuenta de Instagram una corrida de toros que tuvo lugar ayer en Villaseca de la Sagra (Toledo). Recordemos que durante la pandemia se dedicó a pintar cuadros. Voy a contar hasta cinco antes de acabar mi columna. 

En breve cualquier millonetis dirá que en casa tiene un Van Gogh, un Miró y un De Tomás. O mejor, un The Thomas, que tendrá más valor. Con los golazos que marcó RDT de cabeza, ¿dónde la tendrá ahora?