El otro fútbol que brilla en París: del bochorno español a la hegemonía del nuevo Pelé

A los pies de la Torre Eiffel y bajó el atardecer imponente de París, la atención de los Juegos Paralímpicos vuelve a centrarse por segundo día en el estadio más emblemático que deslumbró en las olimpiadas, con la disputa del vóley-playa.

Tras un cambio radical de imagen, pero con la misma belleza, un campo de fútbol 5 crea colas kilométricas para ver uno de los deportes más deseados en los juegos. 11.000 personas se preparan para ver a la todopoderosa Brasil, imbatida desde su victoria en Atenas 2004, ante su querida Francia. Como si de un partido de un Mundial de fútbol se tratará, pero con una gran diferencia. El silencio es imprescindible.

En esta versión del fútbol dedicada a deportistas que sufren una deficiencia visual, todo se juega con el oído. Los cuatro jugadores de campo, todos ellos con los ojos vendados para igualar las condiciones, se disputan un balón lleno de cascabeles, con ayuda de las indicaciones de su guardameta, del entrenador y de su asistente, videntes todos ellos.

España, de la creación al bochorno

Esta adaptación del fútbol comenzó a practicarse de manera informal en la década de 1930, sobre todo en Brasil y España, aunque luego fue extendiéndose a otros países con amplia cultura futbolística, como Argentina o Colombia.

El hecho más trascendental en la historia de este deporte se dio en el año 1995, cuando la Federación Internacional de Deportes para Ciegos creó el subcomité de fútbol sala para gente no vidente, disputándose en 1998 el primer mundial de fútbol para ciegos, con Brasil como selección campeona. En 2004, el deporte fue incluido en los Juegos Paralímpico de Atenas, con Brasil llevándose el oro, Argentina la plata y España el bronce.

Pese a ser una de las grandes impulsoras, la historia de España en el fútbol para ciegos ha ido decayendo, hasta quedarse fuera de los Juegos por primera vez en la historia. Dos bronces paralímpicos y cinco medallas (dos de plata y tres de bronces) en campeonatos mundiales, colocaron a España como una de las grandes potencias. Pero el tiempo de éxitos ya es agua pasada.

Todo cambió tras la cita de Tokio. Los ocho jugadores de campo redactaron una carta con una serie de quejas mostrando su disconformidad con el cuerpo técnico, tanto en el plano deportivo como en el trato humano, acabando con la renuncia de muchos de ellos de jugar en el equipo.

España descendió a segunda división en Europa en 2022, por primera vez en su historia, y cosechó en 2023 su peor clasificación en un Mundial tras ser 12ª, con cuatro derrotas en cuatro partidos.

Un 'nuevo Pelé'

Quien nunca ha claudicado en la historia de esta modalidad del deporte rey es Brasil. Aunque la selección absoluta de fútbol masculina ha quedado en el camino en las recientes Copas del Mundo, sus 'para hermanos' han preservado la reputación futbolística del país.  

A la cabeza de su brillantez está Jefferson Goncalves Mizael Oliveira, también conocido como Jefinho, o el "Pelé Paralímpico". Renombrado por su velocidad y habilidad, Jefinho ha ganado cuatro medallas de oro consecutivas y ahora está en busca de su quinta, y la sexta para su país.  

“Esperamos con ansias futuros títulos, y queremos que Brasil siga siendo el único campeón Paralímpico en el mundo”, dijo recientemente. “No renunciaremos a nuestra hegemonía tan fácilmente”. Dicho y hecho. En París ya saben como se las gasta el mago del fútbol que cautiva estos días la capital francesa.

Dos goles en las dos primeras victorias arrebatando las intenciones a una selección de Francia que tampoco pudo conseguir lo que todos llevan casi dos décadas buscando. Al rey del 'otro fútbol' todavía le queda mucho reinado.