Andà p'allá, bobo

Dani Olmo, la gran mentira de Joan Laporta

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas / ·

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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Lo dicho: nada nuevo. Todo bajo control. Todo arreglado. Habrá beneficios. No, no, no, perdón, "resultados ordinarios positivos", que yo, no sé usted, no tengo ni idea de lo que es pero, desde luego, no suena a beneficios.

Lo dicho: que gran error estratégico por parte del FCBarcelona tener oculto durante tanto meses a Joan Laporta.

Lo dicho: nada nuevo en la conferencia de prensa del presidente azulgrana, pues el Barça actual está más cerca de Disneyland París que de la realidad que ofrece la vida (y los números), pues el club sigue sin tener ‘fair play’ y aún no ha presentado las cuentas ni la auditoria, de la que está pendiente el mundo financiero ‘porsiaca’.

Lo dicho: la conferencia de prensa no ha resuelto ni uno solo de los temas que siguen en el aire, ni siquiera cuando regresará el equipo y su afición al campo, cómo son (que cada vez cambian más) los números que ha aportado Aramak y por qué no se ha firmado con Nike, el mejor del fútbol mundial, pero que, ahora, ni lo necesitaban. Vaya.

Lo dicho: ahora resulta que cuando Laporta dijo que el club podía afrontar grandes fichajes no se refería, clarísimamente, a Nico Williams, sino a Dani Olmo. Su frase, pronunciada con cierta altivez, hacía referencia clarísimamente a Nico Williams, es más, la pregunta se produjo hablando, disertando, sobre el jugador del Athletic.

Joan Laporta, en su conferencia de prensa de hoy.

Joan Laporta, en su conferencia de prensa de hoy. / EL PERIÓDICO

Lo dicho: cuando quisimos saber, de verdad, qué había pasado con Nico Williams, el presidente dijo “no hablo de jugadores que son de otros clubs” e, inmediatamente, hablo de los Joaos, que no son del Barça.

Lo dicho: como todo el mundo sabía, el presidente le pasó la pelota a Gündogan al decir, pese a lo mucho que ha hablado el alemán de hacerle un favor al Barça, que ha sido el jugador quien ha pedido salir. Y lo cierto es que el Barça ha regalado a su mejor futbolista de la pasada temporada.

Lo dicho: cero transparencia con el escandaloso de Vitor Roque, una llegada más política y económica, por llamarla de alguna manera, que deportiva. Estaba clarísimo que Laporta no iba a proyectar luz al respecto. Otro tema de Deco, el gran valedor de todo lo que ocurre en el Barça, el gran triunfador en la aparición del presidente.

Lo dicho: el único problema que tiene el Barça en estos momentos, el único, son los ataques que recibe de fuera (“ahora que vamos bien, ha vuelto a surgir en ‘caso Negreira’, no es extraño, no”) y las mentiras que todo el mundo lanza sobre la entidad y la gestión del equipo de Laporta.

Lo dicho: Laporta, siempre popular, siempre ‘populero’, siempre culé y siempre apoyándose, elogiando, la figura del ‘soci’, ha vuelto a construir su exposición y la defensa de su labor, en el convencimiento de que la masa social está muy a favor de su estilo de gobernanza.

Lo dicho: El presidente ha vuelto a afirmar que buena parte de su trabajo es hacer frente a los múltiples ataques que llegan de todos lados “para que el Barça no levante cabeza y lo hemos logrado en muchísimos menos tiempo del que creían muchos, que auguraban que esto no mejoraría en 10 años y ya estamos a punto de lograrlo”.

Lo dicho: debieron sacar a Joan Laporta antes, mucho antes y, tal vez, se hubiesen ahorrado un montón de berrinches, que, por descontado, no afectan al presidente ni cambian sus ideas. Laporta le da la vuelta a todo lo que promete y no cumple. Su apuesta era, lo niegue o no, Nico Williams. Y fue Nico Williams quien ilusionó a la masa social. Ahora triunfa Olmo, estupendo, pero aquella frase en Catalunya Radio hacía referencia a la posibilidad de fichar a Nico Williams.

Lo dicho: Laporta, como ya le ocurría a Xavi Hernández y ya saben cómo acabó el técnico de Terrassa, malamente despedido, se pasa el día cruzándose con culés, socios y aficionados que le dan las gracias, le animan a seguir y “hoy mismo, cuando venía caminando hacia aquí, me he cruzado con un padre y un hijo que me han felicitado y que me han dicho que están muy ilusionados con este equipo”.

Lo dicho: debieron enseñar a Joan Laporta antes, mucho antes.