Tenis

Badosa guerrea, remonta, y pasa a la cuarta ronda del Abierto de EEUU

La catalana tumbó a la rumana 4-6, 6-1 y 7-6 (10-8) tras salvar una bola de partido en la tercera manga

Badosa celebra su victoria ante Ruse.

Badosa celebra su victoria ante Ruse. / US Open

Idoya Noain

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El equipamiento que luce Paula Badosa estos días en el Abierto de Tenis de Estados Unidos tiene ecos de verde militar. Este viernes, no podía haber resultado más apropiado. 

Durante dos horas y 32 minutos, en su primer partido en tercera ronda en Flushing Meadows, la catalana se ha visto enfrascada en una batalla feroz con la rumana Elena-Gabriela Ruse, la 122 del mundo, que venía de la fase previa pero había logrado apear del torneo a la campeona del último Wimbledon, Barbora Krekcikova. 

Las dos han peleado con cuerpo y alma, forzadas a usar todas sus armas. Lo han hecho en un partido de gran calidad, un duelo completamente absorbente que ha atrapado al público en la pista Louis Armstrong. Y al final ha sido Baldosa la guerrera triunfal, capaz de remontar un primer set en contra y de imponerse en el decisivo tras salvar una bola de partido y forzar el tie break.

Con el 4-6, 6-1 y 7-6 (10-8) final, Badosa se quita otro peso de sus espaldas, esa parte de su cuerpo que martiriza una vértebra con cuyos golpes está aprendiendo a convivir, y tumba una barrera personal. Por primera vez en Nueva York, la ciudad donde nació hace 26 años y pasó el principio de su infancia, se coloca en octavos del último grande del año. Y el verano que ya brillaba con su título en Washington y la semifinal que alcanzó en Cincinnati reluce ahora con más fuerza si cabe sobre el cemento en Queens.

“Ha sido muy duro, ha jugado con un nivel de locura”, ha dicho Badosa sobre Ruse, una jugadora con la que ya se había encontrado una vez antes, en 2022 en Dubái, donde sumó una derrota que le dejó “muy malos recuerdos”. 

Esta vez la rumana, ambiciosa, amenazaba con crear de nuevo pésimas memorias, con un juego tan poderoso en el primer set que hacía pensar a Badosa que enfrente no la tenía a ella sino a una de sus compatriotas, Simona Halep, “cuando era número uno del mundo”. 

Pero este viernes la catalana no ha caído ante la presión de las expectativas, ni ante esa máquina inesperada de solidez, que apretaba, sacaba bien y restaba si cabe mejor. 

Badosa ha sido capaz de recuperarse desde abajo, de superar su frustración, de enfocarse más en ella. Y buena parte de ese logro se lo ha atribuido, y agradecido, a Pol Todeo, el preparador que lidera su equipo. Antes de empezar la segunda manga, según revelaba Badosa sobre una conversación que los micros no permitían capturar, era él quien le decía que no tenía otra opción más que luchar, que ser más agresiva. Y es lo que hizo hasta asegurarse el triunfo.

“Le doy toda la importancia al trabajo con él”, profundizaba luego en la sala de prensa. “Es el que ha estado conmigo todo el tiempo, el que me ha visto llorar, sufrir, no creer en mí, con dudas, el que me ha visto no querer seguir jugando, sobre todo después de Madrid. Siempre ha dicho que con paciencia y trabajando y obviamente escuchándole (risas) iban a venir los resultados”.

“Siempre ha estado de muy lado y la manera que tiene de ver el tenis es buenísima y me ayuda muchísimo”, ha continuado. “Creo que se ve en la pista: mi manera de jugar ahora es diferente a hace unos años y es donde el tenis está yendo; el camino, el futuro del tenis, es así, entonces también me da mucha confianza. Siempre cree tanto en mí que al final acabo creyendo yo, creo que eso es muy importante”.

Hace un par de días, Badosa explicaba que tiene otra munición en su arsenal: el deseo de probar equivocados a todos quienes dudaron de ella, las ganas de protagonizar "la historia de regreso del año". De momento, el plan va viento en popa. De Nueva York saldrá unos puestos por arriba en el ránking del 26 que ocupa actualmente. Ya ha batido sus marcas este año en Australia y Roland Garros (tercera ronda) e iguala, al menos, los octavos de Wimbledon. Y en la segunda semana neoyorquina aspira a hacerlo “aún mejor”.