El City inicia la defensa de su corona en la Premier abatiendo al Chelsea

Con la fórmula de siempre. Y sin Rodri. Un gol de Haaland, un fantástico gol en la primera mitad, y otro de Kovacic, ya en los minutos finales de la segunda tras iniciar y acabar él mismo la jugada, le sirvieron al Manchester City para tumbar al Chelsea e iniciar la defensa de su corona en la Premier con un sólido triunfo.

Está el equipo de Pep Guardiola, que hizo debutar a Savinho de titular, aunque lo debió cambiar en el descanso porque sufrió un golpe, dispuesto a conquistar su quinta corona liguera consecutiva. Algo nunca visto en Inglaterra. Y el técnico catalán, además, tan solo realizó un cambio. Fue obligado porque tuvo que entrar Foden por el exdelantero del Girona en el descanso. 

El partido empezó a cámara lenta. A Maresca, que fue ayudante de Guardiola en el City, le costaría elegir su once inicial. Tiene 42 futbolistas en el vestuario. Pero solo le cabían once sobre el césped de Stamford Bridge, entre ellos estaba el intocable Marc Cucurrella, convertido en una celebridad tras su excelente Eurocopa con la España campeona.

Tuvo el exlateral azulgrana un cómodo inicio. Una tarde tranquila, o sea creía ‘Cucu’, porque Doku, ubicado en el flanco derecho, estaba, en realidad, muy desubicado. En la izquierda andaba Savinho, el exextremo del Girona. Y el Chelsea, entretanto, se sentía como si estuviera en casa, poco amenazado por el City.

Fue entonces (m. 17) cuando Guardiola ordenó cambiar los motores de las alas. Llevó a Doku a la izquierda y colocó a Savinho en la derecha.

A partir de ahí, Cucurella descubrió que todo había cambiado y para mal. No solo para él, que fue burlado hasta en tres ocasiones –se le iba el brasileño por fuera, atacando la línea de fondo, o zizagueando hacia zonas interiores, allí donde los espacios quedan engullidos por multitud de piernas.

Realizada la permuta de extremos –el orden de los factores sí altera el producto-, el City encontró la recompensa del gol. Doku, ya reconocible en el flanco izquierdo, conectó con la sabiduría de Bernardo Silva, un interior que pisa siempre el área, quien con un solo toque desarmó a la defensa londinense.

Savinho se lesiona

Dejó a Haaland en el área y con el balón gobernado, por mucho que se le echaran encima rivales. Su inacabable cuerpo sirvió de guardaespaldas antes de que el noruego, poderoso y sutil a la vez, se retorciera sobre sí mismo para sacar la punta izquierda de su bota y sortear la desesperada salida de Robert Sánchez.

Un tanto que permitió, una vez más, otear la grandeza de Haaland, a pesar de que necesitó de la tecnología para certificar que Bernardo Silva no estaba en fuera de juego. Un gol que sirvió también para descubrir que Savinho hace lo mismo en Montilivi que en Stamford Bridge. Una acción que despertó al Chelsea, cuyo empate en el último minuto de la primera parte quedaba invalidado porque Nicolas Jackson estaba en fuera de juego cuando aprovechó el defectuoso despeje de Ederson.

Esos instantes del primer tramo incomodaron a Guardiola porque el City perdió el control del partido. Un City sin Rodri, faro, guía y brújula, no es el mismo equipo equilibrado y armónico. Además, el técnico dejó a Foden en el banquillo y se asustó al ver a Savinho echándose la mano a la rodilla derecha, necesitado de asistencia médica, tras recibir un golpe. Ya ha perdido para los próximos meses a Oscar Bobb. Por eso, en el descanso colocó a Foden por el exjugador del Girona, quien se quedó en el vestuario.

Debuta Marc Guiu con el Chelsea

Esas malas sensaciones del City se prolongaron en la segunda parte, molestando todavía más a Guardiola. No aparecía Foden, apenas había noticias de Kevin de Bruyne y todos echaban de menos los regates venenosos de Savinho. Cucurella volvía a vivir tranquilo, mientras Ederson repelía, con astucia felina, un disparo a bocajarro de Nicolas Jackson justo antes de ser sustituido.

Fue el momento (m. 66) para que debutara el joven Marc Guiu (18 años), exdelantero del Barça, en la Premier con la camiseta del Chelsea. Pasaban los minutos, se mantenía el ajustado marcador y el City, aún desajustado en sus piezas principales, no emitía señales de mejoría alguna en su juego. El partido había decaído; la emoción, no.

Kovacic calma al City

Los músculos de los futbolistas, como es lógico a mediados de agosto, enviaban mensajes de cansancio. Por eso, Cucurella tuvo que pedir el cambio. Solo el dinamismo y la creatividad del diminuto Lewis –lateral, interior, extremo- sobresalía en un fatigado City, a quien despertó Kovacic con un extraordinario gol.

Extraordinario porque se lo inventó él. No había nada. Él robó la pelota; él condujo ante la pasividad de la defensa del Chelsea; él remató desde la frontal del área dándole calma a Guardiola y forzando a Todd Boehly, propietario del Chelsea, a encerrarse en su despacho de Stamford Bridge. Ya había visto lo que tenía que ver. 0-2 y primera derrota del equipo londinense. O primera victoria del campeón.