Fútbol

La geometría oculta del balón de fútbol: un matemático nos revela sus secretos

La próxima vez que veas un partido de fútbol, recuerda que detrás de cada pase, cada disparo y cada gol, se esconde un mundo de geometría y matemáticas

"Fussballliebe", el balón oficial de la Eurocopa 2024.

"Fussballliebe", el balón oficial de la Eurocopa 2024. / Efe

Alexandra Costa

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mientras millones de personas en todo el mundo siguen con pasión los partidos de fútbol, centrándose en los goles y las jugadas espectaculares, un matemático francés observa con fascinación el objeto que lo hace todo posible: el balón.

Étienne Ghys, director de investigación en el Centre National de Recherche Scientifique (CNRS) de Lyon, no siente un interés particular por el fútbol, pero le obsesionan los balones. Su pasión por la geometría y los sistemas dinámicos lo lleva a analizar con ojo crítico este objeto aparentemente simple, pero que esconde una complejidad matemática sorprendente.

En un reportaje avanzado por 'El confidencial' con motivo del Congreso Europeo de Matemáticas de Sevilla, Ghys revela cómo la geometría del balón, el número de piezas que lo componen y su disposición, influyen directamente en su comportamiento en el campo de juego.

"Aunque sean todas redondas, hay muchos tipos de pelotas", afirma Ghys. Y es que la superficie, más o menos lisa, también juega un papel crucial, especialmente en lo que él denomina "crisis de arrastre". Este fenómeno, que los aficionados al fútbol conocen como "hacer un extraño", se produce cuando el balón alcanza una velocidad específica, provocando un cambio brusco en su trayectoria, pasando de laminar a turbulenta.

Ghys pone como ejemplo el controvertido balón Jabulani utilizado en el Mundial de Sudáfrica 2010. Su superficie lisa, resultado de la termosellado de ocho piezas, lo hacía entrar en modo turbulento a menor velocidad que los balones tradicionales, como el icónico Telstar de México 1970, compuesto por pentágonos y hexágonos cosidos.

El matemático francés, miembro de la Academia Francesa de Ciencias, encuentra en el Telstar una belleza matemática innegable. "Me gusta porque es el más familiar (...) y como soy matemático, puedo ver inmediatamente que tiene 120 simetrías", explica.

Para Ghys, la historia del balón de fútbol se remonta a las matemáticas de la antigua Grecia, a los sólidos platónicos descritos por Euclides hace más de dos mil años. El Telstar, con su forma de dodecaedro truncado, es un ejemplo perfecto de cómo estas estructuras geométricas siguen presentes en nuestra vida cotidiana.

Su pasión por la geometría de los balones lo ha llevado a diseñar su propia esfera perfecta, a la que bautizó como "Futur". Compuesta por pentágonos y hexágonos con formas de estrellas de mar, esta pelota representa para Ghys la culminación de la estética y la matemática en el diseño de un balón.

"Los grandes nombres aquí no son deportistas ni ingenieros, sino filósofos como Platón", sentencia Ghys, recordándonos que la búsqueda de la perfección geométrica ha fascinado a la humanidad durante siglos.

La próxima vez que veas un partido de fútbol, recuerda que detrás de cada pase, cada disparo y cada gol, se esconde un mundo de geometría y matemáticas que espera ser descubierto.