En efecto, Sergi Roberto, "del Barça, te n'han de fer fora"

Que chulo todo y que doloroso. Que emocionante todo y que desalentador. Que sentimientos hacía el Barça, La Masia, la formación y educación, no solo deportiva sino también, también, personal. Que cautivador, sí, ver a muchos jóvenes de La Masia presentes, mezclados con esos monstruos, en el más amplio sentido de la palabra, sí, sí, gigantes culés como Carles Pujol, Gerard Piqué y Xavi Hernández. Y allí, plantado como el árbol que da sombra y ejemplo, estaba el enorme Juan Carlos Unzué.

Fue todo muy tierno y muy sentimental. No se podía esperar otra cosa, en efecto. Pero fue, a la vez (o de inicio), otro acto doloroso, que no deja bien al Barça, que no deja bien a Joan Laporta, por más que si discurso siga siendo impecable. Y no deja bien al ‘mès que un club’, porque, tal y como reconoció, entre lágrimas, entre sollozos, tremendamente emocionado, el propio Sergi Roberto, sin pelos en la lengua, “del Barça te n'han de fer fora”, dice que comentaba siempre con su padre.

Sergi Roberto dice adiós después de una vida en el Barça

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Y el Barça, ese club que ha reunido hoy a buena parte de sus tesoros más preciados, desde las copas hasta los niños de La Masia, en ese enternecedor acto, ha despedido, ha soltado, se ha desprendido, ha arrinconado al último capitán. Suena a salida de Leo Messi. Suena a recuerdo de Ronald Koeman. Suena la desazón de Xavi Hernández. Todo demasiado parecido y todo bajo el mandato del mismo presidente, Joan Laporta.

Me ha parecido oír que Sergi Roberto busca equipo, que no piensa dejar el fútbol. Y, si no piensa dejar el fútbol, es porque el Barça, su Barça, cree que ya no le necesita. Y, como también dijo entre lágrimas el propio capitán, “no me han dejado despedirme de vosotros” en referencia a los aficionados, a la 'gent blaugrana'. Otro dardo, otra espina, más dolor, más indiferencia. Todo demasiado innecesario para todo un símbolo, otro, que se va por la puerta de atrás.

Trataron de hacerlo lindo. Y lo consiguieron. Trataron de hacerlo emocionante. Y lo lograron. Intentaron darle al despedido, el protagonismo y la grandeza (culé) que tiene, pero, al final, del Barça tienen que despedirte, no te puedes ir. Sergi Roberto no se va. Como dijo, con toda la dureza del mundo, el propio Hansi Flick al ser preguntado por Sergi Roberto en su presentación (ya tardía), “ya no pertenece al Barça”.